Imagínese haciendo más de tres mil abdominales clásicos en una tanda, algo así como dos horas forzando a la parte superior de su cuerpo a inclinarse en un ángulo de 90 grados.
De solo pensarlo me dolió el cuerpo. Ahora piense que logró esa proeza y que solo a unos pocos le interesó y que a ningún especialista en la actividad física se le ocurrió aprovechar su talento para promover la práctica de ejercicios.
Pues ese es el pesar de Francisco Pérez Rodríguez, el hombre que hace unas semanas le regaló tres mil 147 abdominales a la I Convención Internacional Científica y Tecnológica de la Universidad de Camagüey, efectuada en el Hotel Starfish de Cayo Santa María, Villa Clara.
“Fui a exponer un trabajo sobre el enfoque de género en la enseñanza del jiu-jitsu, temática en cual he profundizado en mi tesis de doctorado, lo demás fue una exhibición para saludar el evento”, nos cuenta “el hombre bisagra” de Camagüey.
El 22 de mayo fue un día diferente en las cercanías de la piscina de la bella instalación turística, pues el equipo de animación y los organizadores del evento crearon las condiciones para que Francisco rompiera su récord de tres mil 070, logrado la pasada jornada de lucha contra el cáncer.
“No tenía todas las comodidades a mi alrededor, pero lo importante era lograrlo. Me animaron mucho los compañeros de la universidad, los turistas y el personal del hotel, fue una tarde diferente en medio de tanto estrés”, nos contó.
Después de dos monumentales intentos al cincuentón no le duele ni un músculo, pero es otro su pesar: “Siempre que haya un buen motivo yo aportaré mis ejercicios, pero me molesta mucho que ningún directivo o entrenador del deporte y la cultura física se interese por darle otro matiz”.
Y no le falta verdad a la queja, pues en cualquier lugar del mundo se preocuparían por dar a conocer esta proeza humana. Algunos intentarían hasta sacarle dinero, algo que nunca permitiría este buen cubano, que solo quiere motivar a las nuevas generaciones. No obstante, la idea de formalizar un Récord Guinness sería, para Camagüey y Cuba, algo extraordinario.
Las autoridades del Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación y la Facultad de Cultura Física Manuel Fajardo de la Universidad Ignacio Agramonte deberían unir esfuerzos para organizar una demostración oficial, con la participación de un equipo de arbitraje que permita formalizar una marca y lanzar el reto al mundo. No podemos permitir que este “humano de hierro” pierda las ganas de seguir asombrando y sudando por buenas causas.
Fuente: Cubadebate