El ex Jefe Operativo de la CNI, Alvaro Corbalán Castilla, está deprimido, estresado y angustiado por su reclusión en la Cárcel de Alta Seguridad. Incluso, un informe psicológico advierte de una posible tendencia suicida. Esto significa que uno de los peores criminales de la dictadura, por fin está pagando la deuda con sus numerosas víctimas.
<script async src=»//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js»></script>
<!– Banner Articulos –>
<ins class=»adsbygoogle»
style=»display:block»
data-ad-client=»ca-pub-2257646852564604″
data-ad-slot=»2173848770″
data-ad-format=»auto»></ins>
<script>
(adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});
</script>
El ex jefe operativo de la CNI, Alvaro Corbalán, fue sometido a un examen psicológico.
El estudio dice que se encuentra lúcido, pero agrega que producto de su reclusión Corbalán está con sintomatología de estrés y angustia por no saber cuándo saldrá de la Cárcel de Alta Seguridad.
Junto con señalar que observa una considerablemente de peso, el psicólogo Alejandro Abraham señala en el informe que podría haber una tendencia suicida debido a su actual situación de salud mental, emocional y física
Además, sostiene que el interno está intranquilo y desesperado.
Todos estos cambios en su conducta se aprecian, dice el estudio, desde su llegada a la CAS.
<script async src=»//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js»></script>
<!– Banner Articulos –>
<ins class=»adsbygoogle»
style=»display:block»
data-ad-client=»ca-pub-2257646852564604″
data-ad-slot=»2173848770″
data-ad-format=»auto»></ins>
<script>
(adsbygoogle = window.adsbygoogle || []).push({});
</script>
En condiciones normales, nadie puede permanecer indiferente al dolor de un ser humano.
Pero en este caso, se trata de justicia en sentido amplio del término, considerando que este criminal jamás ha dado muestra de arrepentimiento, jamás ha pedido perdón por el dolor causado, y no ha colaborado en mitigar el dolor de sus víctimas, entregando información sobre el paradero de detenidos desaparecidos.
De modo que, bien merecido se lo tiene.
En lugar de andar lloriqueando, debería poner pecho a la situación que lo aqueja como el valiente soldado que dice ser.
