Durante el siglo XIX Chile no solo se construía como nación forjando su sistema republicano; también es el tiempo de las grandes guerras que conformaron el territorio que está en nuestros días bajo la jurisdicción del estado. En su monopolio de ideal nacional se oponían una dura realidad que vivian todos los países recién independizados en Latinoamérica “la heterogeneidad étnica del país” la cual impedía aplicar los conceptos europeos de “Estado-nación” sobre todo para los gobiernos Liberales que desde mitad del siglo XIX conquistaran el poder. En toda Latinoamérica, los indígenas verán el más grande despojo de su historia, no en la colonia, sino en la libertad de una supuesta independencia.
Lo anteriormente relatado resulta extraño de entender para muchos y tiene una razón de ser, se cree que un estado y sus límites delimitan una nación con una cultura, lengua y pasado propios, pero esa realidad jamás se alcanzo en Europa y tratar de aplicarla en América Latina una de las aéreas del mundo mas heterogéneas era una locura, peor la ideología de la ilustración, esa que hablaba del progreso ilimitado de la humanidad sumada al darwinismo social de la supervivencia del más fuerte motivaron a estos jóvenes estados a monopolizar el sentido de “ser” nacional.
Esto permitía desconocer las autonomías que en la colonia gozaban muchos pueblos indígenas y afrodesendientes que habitaban América, se debía pasar de las castas a los ciudadanos, en ese intermedio estas debían desaparecer parta quedar en el pasado, como una prehistórica huella evolutiva.
De allí es fácil entender como en 1810 pasamos de admirar al “indio Araucano” inspiración de libertad para América por todos los libertadores americanos, a despreciar lo indio como atraso y barbarie, la evolución de la sociedad no solo contemplaba como en Japón o Rusia el progreso técnico y educativo, aquí también había que cambiar al individuo, se debía cambiar a una cultura europea desarrollada que pudiera manejar los conocimientos del mundo industrial.
Aquella negación étnica de nuestros orígenes explicara un hecho que causo una herida aun sangrante en Chile, conocida como “La pacificación de la Araucanía” en que el altivo araucano se convirtió en el flojo, pobre y ebrio individuo social a combatir o transformar, un paria en su propia tierra ancestral.
Motivos del expansionismo Chileno.
Durante el periodo conservador se había respetado el tratado de Tapihue firmado en 1925 con las comunidades mapuche, este tratado restablecía el reconocimiento que anteriormente había gozado el pueblo mapuche durante la colonia y como el conservadurismo le gustaba mantener las cosas como estaban no impuso más cambios.
Pero aquello no es del todo cierto, ya en 1813 se había creado una ley que daba en calidad de propiedad privada las tierras indígenas al Norte del Bio Bio, cosa que no violaba los parlamentos con los mapuches del sur, pero enajenaba gran parte del territorio resguardado de las comunidades del norte del rio (Picunches, huarpes y diaguitas) etnias que se redujeron casi hasta desaparecer rodeándose sus pequeños terrenos por grandes haciendas.
Además los planes educativos del gobierno nacional chileno estaban claros, se devia erradicar la lengua mapuche a la cual se la culpaba de la pésima pronunciación y acento del español Chileno, cosa que perdura hasta nuestros días, siendo los sectores populares los que conservan la mayoría de los modismos y palabras.
Los hacendados necesitaban nuevas tierras en las que cultivar sobre todo tras los boom de los cereales de 1840 en adelante lo que motivo a estos a comprarles a los indígenas sus tierras, los primeros despojados de estas fueron las comunidades al norte del Bio Bio que persistieron en zonas poco accesibles o de nulo interés para los oligarcas, los despojados, con un poco de dinero se marcharon a probar suerte en las ciudades aumentando el mundo popular urbano, donde perdieron su cultura y tradiciones.
Aquello era una visión de progreso civilizatorio para la intelectualidad del momento, peor la iglesia veía con preocupación aquello, sobre todo por las paupérrimas condiciones en las que Vivian en las ciudades o dentro de las haciendas, los últimos indígenas del centro del país vivieron a los que a todas luces hoy llamarías etnocidio por omisión o la negación del gobierno. En si se buscaba un mestizaje humano, pero que primara el componente cultural europeo.
El gobierno Chileno ya comenzaría a planificar la conquista total de su territorio heredado de la colonia, según O´higgins el país debía extenderse desde el desierto de Atacama hasta el cabo de Hornos, pero los territorios periféricos no estaban bajo la coerción del estado, eran del estado, peor su jurisdicción no tenia peso en ellas, aquí todavía mandaban las comunidades indígenas con sus costumbres y leyes ancestrales.
Este caso era el que se vivía en la llamada Araucanoa Chilena, que no era más que un pequeño territorio del wallmapu mapuche que se extendía culturalmente desde el Bio Bio a las pampas, lo que los chilenos llamaban por “Araucanía” no es más que la parte occidental de la nación mapuche. Argentina y Chile deseaban someter este extenso territorio y hacerlo productivo a sus fines, llamándoles tierras deshabitadas y aptas para la colonización.
Pero aquellas tierras no estaban ni deshabitadas ni sin explotar pues los mapuches comerciaban trigo y ganado con las autoridades Argentinas y Chilenas de la Frontera, eran muy consientes del plan de ambos estados. Pero los mapuche a pesar de su libertad no gozaban de un estado, lo que los invalidada en el nuevo escenario mundial, hecho que fue aprovechado por los gobiernos Chilenos para comprar alianzas con caciques amigos y poner en los territorios “capitanes de amigos” se pretendía que estos influyeran en los indígenas para que vieran las ventajas de una integración con Chile.
Algunos como los Mapuche Abajinos de Lorenzo Colipi aceptaron entrar en la jurisdicción del estado pero manteniendo sus tierras y sistema de justicia, cosa que no permitió una colonización del sur del país mas allá de las ciudades de Valdivia y Osorno donde los Huilliches mas pacíficos aceptaron los tratos con las autoridades Chilenas, aunque en 1845 los inmigrantes que enviara Bulnes a convivir con estas etnias serán colonos Alemanes en un claro afán de blanquear la población.
Pero la pacificación de la Araucanía tenía que tener un porque para el pueblo o más para la clase dirigente, como pasar del “valiente Araucano” que lucha por la libertad al “Inútil bárbaro que no trabaja por el país”. Bueno eso no tomo mucho tiempo, los mapuche apoyaron en 1851 a los liberales en la revolución, al ser la revuelta aplastada se comenzó a idear un plan para someter esos territorios a la jurisdicción Chilena pues servían de escondite a maleantes, delincuentes y disidentes buscados por la justicia. Al subir los liberales al poder en 1861 el Coronel de la frontera Cornelio Saavedra presenta un plan al presidente José Joaquín Pérez que no era original suyo pues ya se habían plateado por Gonzales de Nájera en la colonia del siglo XVII.
El plan de Saavedra era simple, extender rio a rio la línea de fortificaciones al sur del Bio Bio y al Norte del Tolten, arrinconar a los rebeldes, recluirlos en reducciones y aislar a los mapuches entre sí implantando colonos en las tierras más fértiles relegando a los indígenas a las zonas más improductivas.
Con la aprobación del ejecutivo el senado a pesar del debate moral se aprobó como era de esperarse gracias a la mayoría liberal del mismo. La iglesia a pesar de su oposición al plan no hizo más que eso, creando capillas y templos en las nuevas ciudades, así en 1860 se crea la provincia de Arauco, en 1870 se somete a los abajinos, arribanos y lafquenches, en 1881 se llega al final de la guerra sometiendo a los de Cautin y Boroa. De inmediato en los fuetes creados se fundan ciudades con nombres indígenas, peor dado algunos acontecimientos políticos se renombraran mas adelante con otros nombres.
De inmediato consolidada la conquista el plan liberal de colonización se hace una realidad, llegan gran cantidad de europeos y chilenos a hacendarse en el antiguo wallmapu mapuche, la producción ganadera se mantiene, pero los Europeos traerán nuevas industrias para sacarles dividendos conservando no solo el cuero sino también la carne y los lácteos, con las industrias de la cecina y el queso, también se inicia una activa industria de cervezas. Peor el progreso tiene su lado malo, los colonos no entienden los ciclos del bosque Chileno, quemando extensas hectáreas para pastoreo y siembra, además la madera era talada a un ritmo que impedía una renovación de los bosques y la erosión cambio enormemente el paisaje del sur de Chile.
Los mapuches se les asignarían nuevos nombres, se les apilaría sus nombres indígenas de pila como apellido, se les asignarían misiones católicas y se les vigilaría constantemente, parecía que sus derechos ciudadanos de libertad y respeto a sus bienes quedaría en el papel, ya que a pesar de los títulos de merced, los territorios mapuches continuarían estando en manos del estado hasta el siglo XX. Los mapuches fueron reducidos al 5% de su territorio anterior a 1861, por lo que el progreso para nuestros antepasados seria clasificado como limpieza étnica en nuestros días.
La visión mapuche.
Los mapuche no eran el pueblo bárbaro que publicaba diario El Mercurio ni los grandes guerreros de la fantástica Araucana de Ercilla, eran un pueblo agricultor y ganadero muy extendido por todo el cono sur que habitaba una amplia gama de ambientes y ejercía distintas formas de ganarse la vida.
A veces se acusa a los mapuche de exterminar a otros pueblos y expandirse a uno y otro lado de la codillera, pero eso es ignorara antecedentes claves de la cultura mapuche en especial que había lofs o clanes sedentarios, otros seminomadas, y otros eminentemente nómadas, era un pueblo que vivía sus lazos políticos por la unión matrimonial y familiar.
Los mapuche una vez ganada la paz con los españoles con los parlamentos del siglo XVII comienzan a mezclarse con otros pueblos colindantes, en un proceso no muy violento, a pesar de las guerras entre clanes, estas nunca buscaban la aniquilación del otro sino mas bien el pago por una ofensa.
El matrimonio sumado a la poligamia hacia que las familias mapuches fueran enormes y la riqueza se midiera en las mujeres que un lonko podría llegar a tener. Los mapuche comienzan a casarse con hombres y mujeres huarpes, cuncos y tehuelches lo que originaria nuevos clanes con un tipo de vida adaptada al de estos pueblos.
Era un proceso más de sincretismo cultural o de fusión de tribus lo que lo originaba, además era muy común que los lonkos se ofrecieran entre ellos a sus hijas para aliarse contra los blancos, que eran un enemigo común a mapuche, tehuelche y huarpe, lo que explica su proceso de fusión hasta hacerse una sola gran nación durante el siglo XIX.
Los mapuche que emigraban al sur convivían y adoptaban la vida cunca, los que emigraban al este adoptaban el nomadismo tehuelche y los que se mesclaron con los huarpes cordilleranos adoptaron su vida basada en el piñón. Esto explica también la gran cantidad de dialectos del mapudungun moderno a pesar de contar solo con 900.000 hablantes.
A pesar de la nueva expansión al este y al sur del pueblo mapuche, una unidad nacional no fue requerida debido a los tratados con los chilenos en 1825 y con los argentinos en 1840, así durante el siglo XIX los grupos mapuches mas fuertes pelearan entre sí por imponer sus ideas a la nación.
Había algunos como los Abajinos que querían ser parte del estado Chileno, se les oponían los Lafquenches, siempre en contra de cualquier autoridad, los Arribanos se oponían junto a los Bororanos y los del Cautin a este proyecto de anexión, eran independentistas, peor no vivian en el pesado como se cree, Quilapan intento unir a todos los clanes por acuerdos y parlamentos, finalmente en 1860 gracias a la audacia de el Noble Francés Orélie Antoine de Tounens se nombra al mismo Orélie como rey de la Araucanía y la Patagonia, mapuche esperaban que con la formación de un estado nacional podrían hacer frente a las ambiciones argentinas y chilenas.
Sin embargo cuando Orélie marcha a Chile a poner su primera embajada es capturado por Saavedra, declarado loco en condiciones de dudosa índole y repatriado a Francia, el gobierno Francés estaba mas ocupado en México en esa oportunidad que no se pudo llevar a cabo por completo los planes mapuche, desde ahora la gente al sur del Bio Bio tendría que resistir sola la embestida de las armas.
Los mapuches en inferioridad numérica, armamentística y económica no tendrán más remedio que retroceder lo que mas puedan a lugares de difícil acceso y plantar una guerra de guerrillas a los soldados chilenos, esta estrategia dio buenos resultados, pero solo retraso lo inevitable.
El acoso constante desataba los peores miedos en los soldados, el ejercito llevo escaramuzas de castigo haciendo una guerra a muerte a los mapuche, se quemaron sus propiedades, los bosques y sus cultivos, se inutilizo sus tierras, se robo su ganado y re rapto a sus mujeres y niños, estas tácticas de tan baja moral, hacer ver un verdadera política de exterminio al pueblo mapuche, ya que fueron hechas contra todos sin excepción opusieran o no resistencia al ejército Chileno.
El denso bosque y el accidentado terreno escondía a los mapuche de las tropas, pero fueron tiempos difíciles para la etnia, una generación perdida y masacrada por la guerra, una gran pérdida de hombres y las violaciones contaminarían su sangre. Todas estas humillaciones que tenían el objetivo de doblegarlos simplemente los enardecía mucho mas, era una lucha por sobrevivir fuera donde fuera.
Los Cabullancas de Lota a Arauco fueron los primeros en ser sometidos, luego iran avanzando rio por rio los soldados hasta llegar al Nahuelbuta en 1870, pero una guerra en el norte impidió seguir avanzando, la guerra del Pacifico distrae al ejercito por varios años, pero a pesar de las rebeliones y el heroico sacrificio del pueblo mapuche ya en 1881 el ejercito rodea a Quilapan y se organiza la redición ante Saavedra. Sin embargo las rebeliones locales continúan por varios meses y después de varias incursiones de castigo se logra someter al pueblo mapuche.
Las consecuencias.
Las consecuencias fueron a primera vista la limpieza étnica, de las 525.000 hectáreas que se dejaron para que habitasen, solo representaban el 6.1% de su territorio anterior a 1861. Ningún lof mapuche se salvo de la reducción, ni siquiera los Abajinos salieron bien, Colipi y su hijo murieron defendiendo sus tierras con sus títulos de merced en vano respetados, las tierras de las laderas serian las asignadas a los mapuche, las que eran mayormente de fácil heroico, su antigua economía triguera y ganadera se les imposibilito en tan mínimos territorios, con unas pocas hectáreas por familia ya no podrían acumular la plata y el oro de épocas pasadas.
La nueva zona agrícola ganada para el país represento para chile un auge en su industria agrícola y alimenticia, peor esa riqueza seria monopolizada por unos pocos oligarcas que se habían adueñado por su puestos políticos de inmensas extensiones de terreno para sus haciendas, los colonos no fueron responsable del despojo como los fueron los hacendados del norte del pais.
La hambruna que siguió a la guerra disminuyo aun más la población mapuche que a principios del siglo XX no llegaba a las cifras de mejores tiempos de nomás allá de 100 mil almas, además muchos mapuches sin posibilidad de comprara sus tierras bajaban a las ciudades a engordar las clases pobres, peor la lucha no termino, los mapuche continúan resistiendo culturalmente hasta nuestros días, en una de las más grandes demostraciones de vitalidad cultural que significa seguir siendo la etnia indígena más grande del país.
A pesar de los planes educativos para quitarles sus idioma, tradiciones y forma de vida, los mapuche mantuvieron una resistencia cultural a prueba de cualquier plan de los gobiernos durante el siglo XIX y XX, recuperando el sentido de su nacionalidad y lengua en nuestros días, sin lugar a dudas el pueblo mapuche es un pueblo de resistencia y continuara estando aquí aunque a muchos no les guste en el estado chileno, que ya ah visto rebatida su teoría nacional de estado, no solo por el pueblo mapuche, sino por un pueblo Chileno que clama poder crear un nueva constitución que le dé al estado las facultades de reconocer a sus pueblos indígenas como naciones con autodeterminación propia.
La agresión Chilena solo demostró a los mapuche que entre ellos, entre sus iguales se podría confiar, que el estado burgués es inútil en reconocer las diferencias de una América heterogénea, que las teorías que en Europa son obsoletas y aquí se siguen aplicando con rigor.
Las demarcaciones de fronteras imaginarias, que responden a interés de oligarquías y no del pueblo mapuche, dividió aun mas a este grupo humano, dispersándolo por Argentina y Chile, sin embargo la cordillera es una línea imaginaria, pues el contacto entre peñis de ambos lados de la cordillera se siguió manteniendo.
Sin lugar a dudas la pacificación de la Araucanía fue una victoria militar, pero una batalla perdida para el estado ya que no pudo ni exterminar o aunque fuese aculturizar o remplazar la cultura de este grupo humano, que aun sumido en la miseria mantenía el orgullo de los grandes caciques de antaño intacto, justificándose cada acto de rebeldía y resistencia en cada despojo del huinca.
Las heridas de la pacificación por su nulo reconocimiento como crimen por parte del estado, no hacen más que dificultar el sentimiento de pertenencia a este organismo por parte de la población mapuche, que a pesar de su reducciones siguió recuperándose poco a poco en el siguiente siglo, peor era evidente que llegaría el momento en que las hectáreas serian tan pocas que reclamarían sus territorios ancestrales.
Sin duda con 30.000 mil muertos fue la peor matanza contra civiles que allá cometido el ejército Chileno, pero los crímenes de Trizano, Saavedra y Urrutia quedaron impunes y fueron condecorados por sus actos, incluso Saavedra fue diputado y senador de la republica por el partido Nacional.
Los mapuche no son gente bestial, ignorante y salvaje como decía Edward en su periódico “El Mercurio” sino gente igual de capaz que cualquier y transmitieron su verdad de generación en generación a pesar del negacionismo del gobierno de turno, sin embargo la iglesia denunciara los crímenes de la pacificación en los años 1870 lo que hará que sean destituidos solo los bajos mandos, a pesar de que las ordenes las daba Urrutia y Saavedra.
Conclusión.
La pacificación de la Araucanía representa a mi punto de vista el momento más oscuro de Chile, donde se cometen los crímenes más atroces avalados por el estado en nuestra historia, ocultos con un negacionismo y obstrucción a la verdad en los organismo instructivos como la educación, donde este episodio no llena más que media página en algún libro de clases, lo que representa para los modernos mapuche de nuestra época una ofensa a su memoria.
Está claro que el estado niega lo ocurrido, porque eso afectaría los principales mecanismos de coerción que ah usado para mantener a la población subyugada a la línea ideológica de la oligarquía nacional y es la homogeneidad cultural del país, basta solo ver las fiestas patrias y su celebración para notar la falta de los otras tradiciones culturales del país, por ello reconocer al pueblo mapuche significa romper el centro ideológico del estado-nación chileno forjado en 1833.
Hoy por hoy, las heridas de esta etapa de nuestra historia son el no reconocerla por lo que realmente fue, es que a pesar de interesantes trabajos como los de José Bengoa, Salazar y Góngora la nación mapuche es muy desconocida culturalmente para los chilenos, esta siempre escondida de nosotros, detrás de cerros o a varios kilómetros de las ciudades, el sistemas de reservas que se aplico no era más que una forma de aislar a los mapuche dentro de la propia sociedad nacional, hacerlos invisibles o excluirlos de una nación europea que querían lograr nuestros dirigentes, nación que fracaso por la negación de lo más importante de nuestra tierra, su diversidad.
Fuente: Humor Histórico
Bibliografía.
· Bengoa, José. (2000). Historia del pueblo Mapuche, siglo XIX y XX. Santiago de Chile. Editorial LOM.
· Larraín, Jorge. (2001). Identidad chilena. Santiago de Chile. Editorial LOM.
· León, Leonardo. (2005). La Araucanía: la violencia mestiza y el mito de la “Pacificación”, 1880-1900. Chile. Universidad ARCIS.