La derecha real, es decir el gran empresariado y los poderes fácticos, están empeñados con acelerador a fondo para desempolvar la figura de Ricardo Lagos como candidato presidencial de la Concertación, maniobra de suyo astuta, pues conseguiría el doble objetivo de imponer un personaje al que ama con fruición y de paso, terminar con los arrestos reformistas de la Nueva Mayoría. Pero le salió gente al camino. Los asistentes al XXX Congreso del Partido, aclamaron ruidosamente a Isabel Allende como la carta presidencial del partido; lo que no quiere decir en modo alguno que se haya tomado la decisión.
La maniobra para imponer a Ricardo Lagos como candidato es suficientemente evidente como para pasar iandvertida.
Comenzó hace un tiempo atrás, cuando los medios publicaban sus movimientos y opiniones por un quítame allá esas pajas y a título de escopeta.
Luego, la maniobra prosiguió visibilizándolo en las encuestas, lo cual es técnicamente sencillo, al punto que lo instalaron entre los políticos ¡con mayor futuro!
Lagos mismo cooperaba con gestos de estadista, como aquella famosa visita a Burgos en La Moneda, en ausencia de Bachelet, o reuniones con líderes internacionales, u opiniones sobre lo que conviene a Chile.
Naturalmente, no han faltado sus ambiguos coqueteos con su candidatura, en los que se candidatea en los hechos y lo niega en las palabras, tal como Piñera.
Sin duda como reacción a tanto descaro, la presidenta del Partido Socialista, Isabel Allende, fue recibida bajo una ovación en la celebración del XXX Congreso General del Partido Socialista mientras era avivada a formar parte de la carrera presidencial.
Los vítores que se escuchaban por todas las inmediaciones de la Universidad de Santiago, lugar donde se desarrolló el evento, daban fe de cómo su partido la incitaba a asumir la carrera por el cargo que dejará Michelle Bachelet el 11 de marzo de 2018.
«¡Se siente, se siente, Allende Presidente»!, fue el grito que se escuchó fuertemente durante la cita.
El Congreso abordó las diferentes temáticas legislativas y la estrategia que seguirá la colectividad ante las futuras elecciones municipales. La hija del ex Presidente Salvador Allende es una de las cartas fuertes de la Nueva Mayoría para el futuro, de hecho es considerada por la encuesta CEP como la figura política mejor evaluada.
El discurso de Allende Durante su discurso, Allende alabó la figura de su padre, de la cual consideró «de sus ideas y de esas prácticas es que se nutre el socialismo y son el fundamento de los principios de igualdad, libertad y justicia social que nos movilizaron ayer y que hoy siguen siendo el motor de nuestra acción política».
Además, indicó que este es «el tiempo de mujeres» y que pese a ello lamentó la «inequidad de género que persiste como un escollo inaceptable para nuestro progreso como sociedad». Asimismo, aprovechó el momento para entregarle su «decidido apoyo y absoluta lealtad» a la Presidenta Bachelet y a su Gobierno «hoy más que nunca le enviamos nuestro cariño en estas horas difíciles». «Los socialistas hemos sido leales con ella hasta el fin de su mandato. Hoy más que nunca lo seremos», añadió.
Por otro lado, proyectó a la Nueva Mayoría, la que calificó como «una alianza que reúne a fuerzas políticas que, desde distintas perspectivas, resume una larga historia de promoción del cambio social y que nos otorga supremacía electoral y parlamentaria. Si es posible y podemos ampliarla con el acuerdo de todos, mejor aún».
«No tenemos duda de que seremos capaces de definir una futura candidatura presidencial común como coalición. También tenemos la certeza que en esa coyuntura el PS sabrá tener su propia candidata o candidato», cerró.
En suma, nadie se reconoce como candidato, pero en los hechos la carrera está lanzada.
