Las organizaciones aseguraron que no están de acuerdo con la reforma laboral -que este lunes continuará su discusión en la Comisión Alta-, pues está cargada de «letra chica que sólo favorece a los empresarios».
Tanto la Confusam como la CAT indicaron, además, que la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, ha estado «muy moderada» en la discusión y que su cercanía al Gobierno le está pasando la cuenta.
«Uno tiene la certeza de que el Gobierno está más cerca de los empresarios que de los trabajadores. Lo que está en estos momentos originándose no nos gusta y debiera revisarse en orden de que se garantice los pilares básicos con que comprometió el Gobierno o las candidatas y candidatos con la CUT antes de las elecciones», sostuvo Esteban Maturana, presidente de la Confusam.
Agregó que «si esto no se logra este proyecto no va a funcionar y enfatizó que «es importante que no toquen el tema de los trabajadores de los servicios públicos».
El dirigente explicó que bajo ningún punto de vista estarán disponibles «a que se legisle sobre esta materia con las actuales autoridades de Gobierno, ni con la oposición, ni con el oficialismo. No queremos absolutamente nada en materia de derecho a negociación colectiva y a huelga en el sector público», sostuvo.
Por su parte, desde la CAT, Óscar Olivos, también pidió que «retirar la reforma», ya que «serán los trabajadores los que van a empujar el día de mañana que reforma» se gesta.
Olivos dijo que están dispuestos «a conversar con compañeros de la CUT», pero «con una visión de autonomía de los partidos políticos, porque lamentablemente los compañeros de la CUT siguen amarrados a la Nueva Mayoría y obviamente tenemos que estar en función de lo que nos digan», acusó.
«Hemos tenido hartos costos por ser autónomos. Un movimiento sindical requiere un sindicalismo autónomo que sea capaz de meter sus intereses y no los intereses de los partidos políticos, o del Gobierno de turno», reiteró el dirigente.
El ministro vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, llamó a aprobar la reforma que viene en trámite de hace unos meses y que no cuenta con el total respaldo al interior de la Nueva Mayoría.
«Tiene que ser aprobado, porque tenemos tareas muy importantes por delante y porque ya lleva una larga tramitación en el Congreso en ambas cámaras», dijo.
Detalló que si no están los votos para ser aprobado estará deberá pasar a la comisión mixta, «pero este proyecto ya está en su fase decisiva y muy pronto este país tendrá una nueva legislación laboral que le entregará a los trabajadores de este país nuevas y mejores herramientas, para que la relación entre la empresa sea justa y reconozca el aporte que ellos hacen para la prosperidad de las empresas y del país», agregó Díaz.
En tanto, este lunes se retoma la discusión en la Comisión de Trabajo del Senado y se espera que a más tardar el próximo miércoles miércoles llegue a sala.