Organizaciones mapuche de la sureña región de Los Ríos iniciaron acciones en defensa de la rica biodiversidad de la zona, amenazada por megaproyectos salmoneros. La alcaldesa de La Unión, María Angélica Astudillo, hizo un llamado a las comunidades a movilizarse para proteger las aguas dulces de la zona, como forma de defender la vida y las economías locales.
Al llamado se sumaron organizaciones mapuche y operadores de turismo, quienes ven como un peligro las operaciones de la multinacional noruega Marine Harvest en el lago Ranco, ya que intenta colocar jaulas para la producción de alevines en las aguas de ese embalse y ríos que allí desembocan.
La compañía noruega pretende obtener permisos medioambientales para la explotación de la zona, pese al rechazo de las comunidades originarias.
El Ranco es el tercer mayor lago de Chile. A su cuenca arriban más de 100 ríos provenientes de la cordillera de Los Andes, en un escenario de extensos bosques nativos, saltos de agua, playas y volcanes activos, así como una valiosa fauna terrestre y acuática autóctona, por lo que se considera una zona de gran diversidad biológica y cultural.
En días recientes, el director del Centro Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas, recordó que en 2007 Marine Harvest reconoció los destructivos efectos que generaban las actividades de cultivo de alevines en los lagos de Chile.
Por ello se comprometió públicamente, como parte de una campana junto a la organización internacional WWF, a retirarse de los lagos.
«Seis años después, no solo no se ha retirado, ni cumplido ninguno de sus compromisos, si no que esta vez, manipulando la débil legislación de pesca y acuicultura, pretende aumentar nueve veces sus producciones de alevines en el lago Ranco», denunció el experto.
Cárdenas precisó que ese embalse se encuentra en una situación de gran fragilidad ante el irracional aumento y expansión de la transnacional noruega, ya que es un lago de características oligotróficas (baja cantidad de nutrientes), y de baja productividad primaria.
