Tras 10 años de trabajo se retiró «Kepper», el perro estrella de detección de drogas del Servicio Nacional de Aduanas con mayor cantidad de aciertos. El labrador mestizo logró el decomiso de más de 4 toneladas de drogas en 789 procedimientos exitosos durante sus años de servicio desarrollados en la Región de Arica y Parinacota.
El perro nacido en Arica en julio del 2005, fue donado junto a su madre para ser entrenados por el personal de Aduanas, para comenzar una carrera en el staff de canes que trabajan como detectores de drogas.
En una ceremonia encabezada por la intendenta, Gladys Acuña, y el subdirector de Fiscalización de Aduanas, José Luis Castro Montecinos, se reconoció además al guía del perro, Segismundo Jara Faúndez, funcionario que ha tenido a cargo a varios canes durante su carrera y quien es calificado como “un ejemplo de compromiso y pasión por el trabajo en equipo”.
La gran efectividad del Kepper, a la hora de encontrar diferentes sustancias, los transformó en el mejor perro que registra la historia del servicio aduanero chileno, razón principal de la premiación con la medalla.
El labrador Kepper nació el 11 de julio de 2005 y fue donado a la Dirección Regional de Aduanas, cuando era un cachorro. Llegó junto a su madre “Laika”, debido a que su dueño, debía viajar urgente al extranjero. Junto a él también venían sus hermanos, los cachorros “Zeus” y “Brasty”.
Los guías del centro de adiestramiento canino entrenaron a la madre y también a los cachorros, logrando incorporarlos al Servicio, para la detección de drogas.
“Kepper” se mantuvo en la zona norte, donde con el pasar de los años, demostró una eficiencia a toda prueba y una proactividad muy por sobre el promedio de los canes detectores.
«El éxito de un perro depende del cariño y cuidado de su guía» comentó el Subdirector de Fiscalización de Aduanas, José Luis Castro, refiriéndose a la jubilación de Kepper.
El trabajo que desempeñan los perros en este servicio, es en compañía de su entrenador, donde no solo hay una relación de trabajo, sino que el afecto y los sentimientos se juntan por la vocación.
Kepper ahora le entrega la posta a Thor, un labrador mestizo de un año que ingresa al servicio aduanero, mientras que el veterano perro, se irá a casa de su compañero Segismundo Jara, quien se hará cargo de sus cuidados.