Su satisfacción por los esfuerzos que Cuba y Estaos Unidos están haciendo para recomponer sus deterioradas relaciones, fue expresada por la presidenta Michelle Bachelet en la Tercera Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, que se celebra en Costa Rica. Agregando que éste es un nuevo horizonte histórico para la región, la mandatario manifestó su esperanza en que el diálogo prospere y se profundice con el término del bloqueo que EE.UU impone a la nación caribeña por mas de cincuenta años.
Antes de la intervención de Bachelet, lo habia hecho el presidente de Cuba, Raúl Castro, señalado que la normalización de las relaciones entre los dos países no podría concretarse antes de que se pusiera fin al bloqueo.
Los presidentes de la región se dieron cita en San José, Costa Rica, para abordar el tema de la lucha continental contra la pobreza. Allí los Jefes de Estado intercambiaron experiencia, informaron de la situación de cada uno de los paises y pusieron énfasis en la transparencia que debían tener los procesos internos de cada nación.
Al hablar en la Primera Reunión Plenaria del Foro, la presidenta de Chile reconoció el trabajo realizado por las naciones de Latinoamérica para disminuir la pobreza en casi 16% en los últimos 12 años, pero puso énfasis en que aún queda mucho por hacer en la disminución de la desigualdad y que aun en un contexto de desaceleración económica, deben impulsarse las reformas necesarias para avanzar hacia un desarrollo inclusivo e integral.
Refiriéndose al trabajo de CELAC, Bachelet afirmó que “este joven bloque ha profundizado la unidad, la integración política, económica, social y cultural. Ha logrado generar consensos y convertir a la cooperación en un espacio de encuentro para hacer más grande y más justa a nuestra América Latina y el Caribe”.
Respecto al tema central de la Sesión, subrayó que “nuestros países tienen numerosos desafíos, pero hay uno que debe seguir siendo prioritario, es un deber ético y nuestra primera responsabilidad política, erradicar la pobreza, el hambre y reducir las enormes desigualdades que son claros obstáculos del progreso social y humano de nuestras naciones”. Recalcó que “seguimos siendo una región con una tremenda desigualdad, y la pobreza sigue siendo una triste realidad para millones de hombres, mujeres, niños, adultos en avanzada edad que viven con pobreza, exclusión y hambre”.
La Mandataria hizo un llamado a sus pares para que “pese a la desaceleración económica que afecta a muchos de nosotros, con tasas de crecimiento más lentas, debemos actuar con más fuerza para lograr sociedades más justas, más democráticas y más igualitarias. También para asegurar que esta desaceleración económica no afecte a quienes habitualmente afecta, a los más vulnerables”. Agregó, además, que “debemos seguir sumando día a día voluntades y fuerzas democráticas para impulsar los cambios urgentes, poniendo en el centro de nuestras políticas, la inclusión, la inclusión en todas sus dimensiones”.