Caravana de la Muerte en La Serena: Tres Horas que Cambiaron la Vida de Cientos de Personas, Incluido Cheyre

«Mi primera reacción fue de mucha sorpresa, porque estos hechos ocurrieron hace 43 años y en todo ese tiempo las víctimas de torturas han venido denunciando esa situación. Lo que pasa es que la justicia nunca quiso escuchar y esta es la primera vez que un valiente juez, Mario Carroza, toma una decisión. No sólo por las víctimas, sino por toda la sociedad».

Ernesto Lejderman habla una vez más sobre la detención y procesamiento del ex Comandante en Jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, en el marco de la investigación en el caso Caravana de la Muerte.

«Nosotros los familiares lo que queremos es que haya justicia y que las sanciones vayan de acuerdo a los crímenes cometidos», sostiene en CNN Chile, haciendo mención que su causa incluye a sus dos padres, quienes fueron asesinados en el Regimiento Arica de La Serena.

Recalca que junto a su abogado presentó en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos una solicitud para que el Estado de Chile también reabra la investigación y reconozca los crímenes como de lesa humanidad. «Hasta ahora ha rechazado todo tipo de reconocimientos, entonces lo que le pedimos es que no deniegue justicia en esta causa (…) recordemos que él era el segundo en el nivel de autoridad en ese Regimiento», hace hincapié.

Una vez más recuerda cuando tuvo un cara a cara con Cheyre en «El Informante» de TVN y sentencia al respecto:

«Desde ese momento Cheyre quedó muy desprestigiado ante la sociedad».

A continuación, declara que aunque respeta «muchísimo» al ex Presidente Ricardo Lagos le extraña por completo su comportamiento posterior a la emisión de ese programa.

«Una semana después salió hacer una férrea defensa a Cheyre, con argumentos muy inválidos. Por ejemplo, él planteaba que un teniente con 25 años de edad no se le podía achacar una responsabilidad. Es decir, habría que cambiar todo el Código Penal chileno para que no tenga ninguna responsabilidad un militar o cualquier otra persona con esa edad. Fueron argumentos muy pobres, fue a poner el cuerpo por Cheyre y eso fue público, pero luego sabemos que hubo muchas movidas en privado para poder salvarlo de la justicia», afirma Lejderman.

«No me cabe ninguna duda de que hubo una protección política para Cheyre, porque lo vimos públicamente del prestigioso político Ricardo Lagos Escobar. No sé por qué salió a apoyar a Cheyre en una situación así cuando quedó tan desprestigiado ante la sociedad chilena que no creyó en las palabras de Cheyre, porque el periodista le hizo preguntas que no pudo responder, yo también le hice preguntas que tampoco pudo responder, entonces, me sorprende y desconozco los motivos por los que se le defendió tanto a Juan Emilio Cheye», insiste.

«Le contamos a Lagos pero no quiso escuchar»

Nicolás Barrantes tenía 17 años cuando fue detenido por Carabineros en 1973. Sufrió torturas en el Regimiento Arica de La Serena. Le preguntaban por su hermano, Marcos Barrantes, hoy una de las víctima de la Caravana de la Muerte.

«En una hora y media de interrogatorio y de tortura la vida pasa rápido. Son fracciones de segundos en que yo veo la boca del interrogador y esa boca se me quedó grabada. La voz de esa persona se me quedó grabada en la mente. Después de 43 años puedo decir que es la misma persona. Vi en el juez Mario Carroza un hombre con justicia. Los ex ministros blindaban a Cheyre, salía jabonado, siempre se libraba», señaló en entrevista con Radio Cooperativa.

¿Por qué no habló antes?, le preguntan. «Yo no soy imbécil señorita», responde. «Si estoy vivo ahora es porque esperé pacientemente este momento. No tenía miedo….tenía terror!. Porque eso fue lo que hicieron cuando mataron a mi hermano, un hombre justo e idealista que quería un país más justo para todos los chilenos», prosigue.

De igual modo, tuvo palabras respecto a la actuación del ex Presidente Ricardo Lagos:

«El mundo se me vino abajo cuando Ricardo Lagos lo nombra Comandante en Jefe, sabiendo que la Vicaría de la Solidaridad le había informado al Presidente que este señor tenía las manos manchadas con sangre y que en el Regimiento «La Serena» hay testimonios. El Presidente Lagos no quiso escuchar. Otro amigo mío que también vio como machacaban a los presos, también le informó y él no quiso escuchar. Él se comprometió con Juan Emilio Cheyre a nombrarlo Comandante en Jefe, porqué este le contó un cuento lindo, el cuento del ‘Nunca más’…un nunca más con las manos manchadas con sangre».