China y Estados Unidos, los países más contaminantes del mundo, anunciaron un nuevo acuerdo para
reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. La iniciativa surgió en el marco de la cumbre Asia-
Pacífico que se celebra en Pekín. Con ella, las dos principales potencias mundiales, que suman cerca del
40% del total de emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta, buscan dar ejemplo y alentar a
otros países a anunciar compromisos similares, con el fin de impulsar las negociaciones hacia un acuerdo
mundial contra el cambio climático para 2020, en la reunión que se celebrará el próximo año en París.
El acuerdo de los presidentes de ambos países, Xi Jinping y Barack Obama, establece que Pekín
alcanzará su máximo de emisiones en 2030, para comenzar a reducirse y se compromete a aumentar a un
20% la proporción de energías limpias y renovables en su consumo total para 2030, frente al 10% que
representa en la actualidad. Ese mismo año EE UU recortará sus emisiones hasta un 28% con respecto a
los niveles de 2005, el doble de lo previsto.
Esta iniciativa, que constituye el primer anuncio de recorte de emisiones contaminantes por parte de China y
uno más pronunciado por parte de Estados Unidos, obligará a la segunda economía mundial a poner en
funcionamiento una capacidad generadora de 800 a 1000 gigavatios de energías no contaminantes -solar,
eólica o nuclear, entre otras- para 2030, más que todas las plantas alimentadas por carbón que existen hoy
en China y “cerca de toda la capacidad actual de generación de energía eléctrica en Estados Unidos”.
En una rueda de prensa conjunta con el presidente norteamericano, con quien se reunió en el Gran
Palacio del Pueblo de Pekín, el presidente chino, Xi Jinping, afirmó : “hemos acordado asegurarnos de que
se llegará a un acuerdo en París sobre las negociaciones contra el cambio climático”. A la vez, destacó que
ambos países han emprendido «un nuevo modelo» para las relaciones entre potencias y celebró el nivel de
entendimiento entre los dos gobiernos.
Por su parte, Obama calificó el pacto del «histórico» y aseguró que representa “un enorme hito en la relación
chino-estadounidense”.
Sin embargo, para el presidente norteamericano el acuerdo llega después de la dura derrota demócrata en
las elecciones legislativas la semana pasada. El Partido Republicano, que cuenta ahora con mayoría en las
dos Cámaras del Congreso y acusa a Obama de llevar a cabo “una guerra ideológica contra el carbón”,
pretende reducir las competencias de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA).
Las organizaciones defensoras del medio ambienta, en tanto, han recibido con una cauta bienvenida el
anuncio. El responsable para Cambio Climático y Energía de Greenpeace en Asia, Li Shuo, declaró que es
un primer paso en la dirección correcta, aunque “hay una clara expectativa de más ambición por parte de
estas dos economías, cuya trayectoria de emisiones define la respuesta global al cambio climático».
El experto estimó que los anuncios deberían ser la base, y no el techo, de unas medidas aumentadas.
«Este acuerdo supone sólo lo mínimo en objetivos climáticos, no el máximo que se puede lograr», precisó
El acuerdo sobre cambio climático surge después de que ambos países divulgaran un entendimiento para
eliminar aranceles en productos de alta tecnología, que irá ahora a la Organización Mundial de Comercio
(OMC), en lo que podría ser el mayor acuerdo global para la eliminación de aranceles en 17 años. Según
la Casa Blanca, el logro de ese acuerdo añadiría 190.000 millones de dólares anuales al PIB mundial.