El filme británico Bohemian Rhapsody, sobre la vida del líder de la banda Queen, Freddie Mercury, tuvo su estreno en Los Ángeles, tras un año de rodaje en el antiguo aeródromo de la Real Fuerza Aérea Británica.
Coproducida con Estados Unidos, la cinta es un biopic, o sea, un audiovisual biográfico sobre la trayectoria musical y personal de Mercury, y el meteórico ascenso de la agrupación a través del revolucionario sonido.
El mítico intérprete de rock está protagonizado por Rami Malek (series Mr. Robot, 2015 y The Pacific, 2010), Gwilym Lee (El último testigo, 2018), Ben Hardy (X-Men: Apocalypse, 2016) y Joseph Mazzello (Parque Jurásico, 1993), bajo la dirección de Bryan Singer y Dexter Flecther.
“Somos cuatro inadaptados que no encajamos y tocamos para otros inadaptados”, afirma en el tráiler el personaje de Mercury.
La película recoge también los críticos momentos de Queen cuando el estilo de vida de su estrella estuvo fuera de control y destaca la reunión en espera de los históricos conciertos de rock Live Aid, en los que el cantante, mientras sufría una enfermedad con peligro para su vida, lideró la banda en aquel espectáculo de la década del 80 del siglo XX.
Live Aid (Ayuda en vivo) fueron dos grandes funciones realizados el 13 de julio de 1985 de forma simultánea en el Estadio Wembley, Londres, y en el John F. Kennedy Stadium de Filadelfia, Estados Unidos, para recaudar fondos en beneficio de los países de África Oriental.
El Live Aid constituye uno de los pilares de la estructura de la película Bohemian Rhapsody, estrenada desde el 24 de octubre en Reino Unido.
La canción que se convirtió en himno deportivo
por Mónica Garrido
Entre enero y junio de 1977, Queen realizó la gira promocional de su disco A day at the races, el quinto álbum de estudio con canciones como “You take my breath away” y “Somebody to love”.
Fue en el último tramo del tour, cuando recorrían ciudades inglesas entre mayo y junio, que surgió la idea que derivó en “We will rock”, y su impulsor fue el deporte rey: el fútbol.
Cuando la banda abandonaba el escenario tras haber interpretado el himno británico “God save the Queen”, las miles de personas que asistieron al concierto comenzaron a cantar “You’ll Never Walk Alone” (1963), de Gerry and the Pacemakers, canción usualmente coreada por la hinchada de Liverpool en cada partido.
Aquel suceso quedó dando vueltas en la mente del guitarrista Brian May, quien sintió la urgencia de crear un sencillo que el público pudiera recrear musical y vocalmente con facilidad. “Me fui a acostar pensado ‘¿Qué les puedes pedir que hagan? Están todos apretados allí, pero pueden aplaudir y golpear el suelo con sus pies, y pueden cantar’. En la mañana desperté y tenía en mi cabeza la idea para ‘We will rock you’”, dijo May en el documental Days of our lives (2011).
La grabación fue poco convencional, pero tras la experiencia de grabar “Bohemian Rhapsody” dos años antes, esta canción no representaba un desafío mayor.
Sin contar el solo de guitarra de Brian May que dura 30 segundos, la canción funciona netamente a capela con el uso del cuerpo humano a modo de percusión. Roger Taylor, John Deacon, Brian May, Freddie Mercury, el equipo de producción, ingenieros e incluso Betty -la señora que les preparaba té- se pararon en unas tarimas de madera para pisar con fuerza y crear aquel sonido atronador.
El panel de grabación se encargó de duplicarlo para aumentar su potencia, y lo mismo hizo con las palmas. A aquella pista se sumó la voz de Freddie Mercury complementada con las voces del coro, y “We will rock you”, la sencilla canción que Brian May quería para su público, ya estaba creada.
Queen lanzó el sencillo como A-side junto a “We are the champions” el 7 de octubre de 1977, a modo de adelanto del álbum News of the World, el sexto de su discografía. Alcanzado el éxito como top 10 en los ránking musicales, el siguiente paso fue grabar el videoclip promocional.
El baterista Roger Taylor sugirió usar el patio de su mansión en Surrey como escenario para el video. Con el jardín cubierto de nieve, y usando gruesos abrigos, el cuarteto rock recreó la canción mostrando sus instrumentos prácticamente como accesorio para jugar mientras Mercury se movía de un lado a otro.
Desde el lanzamiento de “We will rock”, es común escucharla escucharla en eventos deportivos de distinta índole a modo de arenga para derrotar al contrincante, y su B-side “We are the champions” suele ser el canto triunfal que corona el encuentro. De hecho, es la canción más tocada en los partidos, según una encuesta realizada por BMI, y en 2009 ingresó al Salón de la Fama de los Grammy.
Fuente: La Tercera