El presidente Evo Morales lamentó el lunes que políticos de Chile pretendan que su país renuncie al Pacto de Bogotá y aseveró que esa intención es una confesión anticipada de que la nación trasandina perderá ante la demanda que Bolivia sentará por las aguas del Silala en el tribunal de La Haya.
«Es como confesión anticipada que van a perder ante nuestra demanda, lamento mucho, algunos mantienen el slogan de por razón o fuerza, en estos tiempos no estamos sino por la fuerza de la razón», dijo en conferencia de prensa.
Luego que Bolivia confirmó que acudirá a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para demandar a Chile por el uso «ilegal» de las aguas del Silala, legisladores y políticos chilenos exigieron a su Gobierno que renuncie al Pacto de Bogotá.
El Pacto de Bogotá, también conocido como el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas, es un tratado internacional suscrito en abril de 1948 por los países independientes de América y su objetivo es imponer una obligación general a los signatarios para resolver sus conflictos a través de medios pacíficos.
Morales manifestó que no logra entender la postura de los políticos de Chile, que no es la del pueblo, pero que afectará a esa nación en su conjunto, ya que significa «aislarse del derecho internacional».
«Pienso que haría mucho daño al pueblo chileno, debemos ser países vecinos y hermanos juntos nos necesitamos pues tenemos obligación de cómo resolver mediante el diálogo y sino ahí tenemos organismos creados por Naciones Unidas», mencionó.
Recordó que en el pasado las oligarquías chilenas con empresas internacionales ejercieron una política expansionista, que hizo mucho daño, y que algunas autoridades de Chile vivieron de organismos internacionales, las que ahora quieren desconocer ese tratado de soluciones pacíficas.
«Lamentablemente la clase política cuando le sirve a sus interese usan organizaciones internacionales cuando no les sirve hay que renunciar al Pacto de Bogotá o no tomar en cuenta a organizaciones internacionales», afirmó.
El Presidente indígena señaló que es un derecho de Chile tomar sus decisiones, pero aseguró que será el pueblo el que juzgará.
Reiteró que Bolivia tiene derecho y obligación de sentar soberanía en referencia a la defensa del manantial Silala, y ratificó que no hay razón para defender la soberanía de algo que es robado, invadido o asaltado.
«Entiendo que es su derecho retirarse, pero es preocupación de cómo quedará el pueblo chileno y es confesión de una futura derrota en organismos internacionales», finalizó.
