Haciendo caso omiso de las cifras económicas, que responden a ciclos de la economía internacional, de los resultados de encuestas conocidas esta semana, la presidenta Michelle Bachelet dejó en claro que el enfriamiento económico no es excusa para detener reformas: “El enfriamiento de la actividad económica en América Latina es una realidad, pero no un argumento para detener las reformas estructurales” señaló. En su discurso, en una conferencia organizada por el FMI en Santiago, la Mandataria afirmó que Chile es uno de los países más desiguales de la OCDE, por lo cual, como Gobierno «estamos llevando adelante un conjunto de reformas estructurales y ofreciendo al país hojas de ruta sectoriales con medidas concretas para sentar las bases de un crecimiento inclusivo», enfatizó.
«Hacer las reformas necesarias hoy es la única forma de hacernos cargo de desafíos que a nuestro juicio no pueden seguir esperando. Crear las condiciones para alcanzar crecimiento y prosperidad compartida en el largo plazo es y seguirá siendo nuestra apuesta», aseveró la jefa de Estado.
«Cada país tiene que enfrentar en sus especificidades locales e históricas los puntos críticos que retrasan la creación de condiciones sociales, políticas y económicas apropiadas».
«En el caso de Chile nos hemos planteado como objetivo central avanzar hacia una sociedad más equitativa, más cohesionada y por ende más preparada para crecer en base a más productividad y competitividad y como Gobierno estamos llevando adelante un conjunto de reformas estructurales y ofreciendo al país hojas de ruta sectoriales con medidas concretas para sentar las bases de un crecimiento inclusivo», enfatizó.
También habló de cómo buscar medidas a favor de la clase media, añadiendo que el enfriamiento que sufren las economías de la región es una realidad pero no un impedimento para llevar adelante las reformas.
Las reformas que impulsa el Gobierno tuvieron el respaldo de la directora del FMI, sobre todo la educacional, que a su juicio, es fundamental para combatir la desigualdad.
Lagarde aseguró que Chile no forma parte de la ‘nueva mediocridad’ y explicó que «en general la economía global está en riesgo de quedarse atrapada en lo que se llama la ‘nueva mediocridad’, es decir, bajo crecimiento, baja inflación y alto desempleo, esto es porque necesitamos un nuevo impulso de política, porque esa nueva mediocridad es una amenaza, no necesita suceder».
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, apoyó las reformas propuestas por el Gobierno, tal como lo hizo esta semana la titular de la Cepal, Alicia Bárcena.
Lagarde felicitó a Chile por tener los mejores indicadores de transparencia en la región junto a Uruguay y destacó la alianza público-privada.También dijo que no creía q Chile fuera ejemplo de la nueva mediocridad, haciendo alusión a la columna de octubre del Financial Times.
Lagarde, que llegó a Chile procedente de Perú en el marco de una gira latinoamericana, destacó los avances registrados en la región en la última década, especialmente a la hora de expandir la clase media en más de un 50 % en la última década.
No obstante, reconoció que “las crecientes expectativas de esta nueva clase media están chocando contra las limitaciones en la oferta de servicios públicos” por parte de los gobiernos.
Por ello, señaló que se debe progresar en la agenda de reformas estructurales en áreas claves como “educación, redes de seguridad social e inclusión financiera”.
