La Presidenta Michelle Bachelet defendió las reformas que impulsa su Gobierno en el encuentro empresarial ENADE y replicó las críticas de aquellos que, apuntando al actual escenario económico, consideran que «no es el momento» para cambios. Al respecto, les recordó a los empresarios algo que todos saben, pero que omiten de manera demagógica, en cuanto a que la desaceleración obedece mucho más a los ciclos de la economía global, que a factores de naturaleza interna, y fundamentalmente, a que en el largo plazo, el país no ha sido capaz de construir condiciones sociales y productivas que hagan posible el crecimiento sostenido y sustentable de la economía, precisamente por la tosca y tenaz obstrucción empresarial al mínimo cambio que introduzca equidad, justicia social y redistribución en el modelo.
«Sé que algunos en esta sala y fuera piensan que, debido a la desaceleración económica que nos afecta, este no es un bueno momento y que debemos esperar a que mejoren las condiciones. Creo que no es un diagnóstico correcto», dijo la Mandataria.
«En varios sentidos, la actual desaceleración, más allá de sus cruciales factores externos, es también el efecto que en el último tiempo no hayamos proyectado a largo plazo las condiciones sociales y productivas que hacen posible el crecimiento sostenido de nuestra economía», expresó Bachelet.
Para la Presidenta, «decir que no es el momento atendiendo a una coyuntura, en lugar de comprender estructurales de nuestra sociedad y su necesidad de cambio, es una falta de visión que Chile no se puede permitir».
«Hoy están las condiciones de estabilidad económica y política, hoy están las condiciones ciudadanas y hay una demanda transversal de cambio», enfatizó a los asistentes.
“La desaceleración que vivimos no es primariamente un problema de incertidumbre producto de las Reformas que hemos promovido”
En su discurso, la Jefa de Estado destacó que, si bien estos procesos generan inquietud, “los inversionistas extranjeros no desconfían ni de nuestra economía ni de la seriedad de nuestra institucionalidad”. Asimismo, invitó a los empresarios “a asumir un rol protagónico en la construcción del Chile de hoy y, sobre todo del país del mañana”.
“Este diálogo es muy oportuno, porque hoy en Chile necesitamos dar un salto fundamental para reforzar nuestra economía, institucionalidad y convivencia para las décadas que vienen”.
Refiriéndose al título del encuentro: “Crear sociedad entre todos”, aseguró que “hacer sociedad tampoco puede ser un acto de voluntarismo de unos pocos. Sabemos por experiencia que eso está condenado al fracaso”.
En su intervención, la Presidenta remarcó “que en esta tarea de ser un país mejor, Chile no parte desde cero. Debemos trabajar con los materiales que nos proporcionan nuestra realidad e historia. Con nuestras potencialidades y capacidades económicas, con los actores reales, con los éxitos y los déficits de lo que hemos hecho en el pasado”.
En este contexto, señaló que “crear respuestas para el futuro es el desafío del nuevo ciclo que ha comenzado a transitar el país. Y hoy es el momento de emprender las reformas que nos permitan avanzar consistentemente hacia allá”.
En esta línea, encaró a la audiencia:
“Sé que algunos pensarán que, debido a la desaceleración económica que nos afecta, este no es un buen momento y que debemos esperar a que mejoren las condiciones. Y creo que no es un diagnóstico correcto. En varios sentidos, la actual desaceleración, más allá de sus cruciales factores externos, es también el efecto de que en el último tiempo no hayamos proyectado a largo plazo nuestras capacidades de producción y de crecimiento”.
Respecto a este punto, aclaró:
“La desaceleración que vivimos no es primariamente un problema de incertidumbre producto de las Reformas que hemos promovido. De hecho, podemos ver que los inversionistas extranjeros no desconfían ni de nuestra economía ni de la seriedad de nuestra institucionalidad. Es lo que hemos escuchado en nuestras giras y es lo que comprobamos en sus inversiones”.
Añadió:
“Si bien reconocemos que toda reforma provoca algún grado de inquietud, y que debemos trabajar para mantener en alto las confianzas mutuas, debemos reconocer también con claridad que nuestro mayor desafío tiene que ver con tareas de largo plazo que han estado pendientes”.
Ante dicho panorama, enfatizó:
“Hoy están las condiciones de estabilidad económica y política; hoy están las condiciones ciudadanas y hay una demanda transversal de cambio. Si queremos ser un país desarrollado, debemos transitar hacia un Chile donde los derechos sean reconocidos y se ejerzan efectivamente, y donde los abusos no son tolerados. Un país donde cada chileno o chilena sabe que, de verdad, su esfuerzo va acompañado de oportunidades. Un país que sabe que su sistema educativo entregará herramientas de calidad para que cada niño o niña pueda realizarse como persona y contribuir al progreso de todos. No es posible para Chile seguir siendo un país avanzado en PIB per cápita y atrasado en coeficiente GINI”.
La Presidenta reafirmó ante los presentes que el trabajo de su Gobierno apunta a avanzar hacia una sociedad de reales oportunidades, donde haya condiciones de equidad de base para todos:
“Sin duda alguna el crecimiento económico es un motor fundamental de este desafío, y por cierto los empresarios son centrales en esta tarea. No hemos estado ni estaremos en una política de hostigamiento hacia el sector empresarial. Tenemos tantos desafíos en común: hacer de Chile un país más desarrollado y que esto se traduzca efectivamente en mayor igualdad de oportunidades a todos nuestros compatriotas”.
Asimismo, puntualizó que desde el primer día de su mandato se apostó por la apertura al diálogo y la participación lo “que ha permitido acuerdos fundamentales en estos meses para el horizonte que nos estamos trazando”, y señaló que “hemos podido sentarnos en la misma mesa junto a la CUT y la CPC para construir una convivencia más provechosa y justa entre trabajadores y empleadores”.
“Y con esa misma confianza que nos da la institucionalidad, debemos abordar otra discusión necesaria: me refiero a la agenda laboral. No cabe duda que Chile necesita relaciones más simétricas que protejan los derechos de todos los trabajadores y entreguen vías institucionales modernas para resolver las diferencias”, manifestó.
La Mandataria aprovechó la instancia para hacer un llamado “a que cuidemos entre todos el clima político. Esto incluye a la clase política en general y también a ustedes, que son actores no solo del crecimiento y la inversión, sino también del clima social. El Gobierno jugará un rol constructivo y colaborativo, no tengan dudas de aquello, espero de ustedes lo mismo”.
Al finalizar su intervención, la Jefa de Estado afirmó:
“Prefiero asumir y conducir las inevitables divergencias que crean las reformas que hay que hacer, antes que aceptar resignada que se frustre esta oportunidad de desarrollo. Por eso, esta tarde los invito a no ser espectadores en este desafío, sino que a asumir un rol protagónico en la construcción del Chile de hoy y, sobre todo del país del mañana”.
Presidenta del Senado
La presidenta del Senado, Isabel Allende, también realizó una alocución en el encuentro empresarial, un discurso que apuntó a fomentar la autocrítica del empresariado:
«Ustedes son parte del empresariado chileno. Vuestros líderes expresan habitualmente su malestar por lo que consideran un clima antiempresarial. Quiero señalar que creo que ningún dirigente político razonable puede promover un ambiente de esa naturaleza frente a los desafíos que nos presenta el progreso. Por eso les pido que se pregunten por qué puede existir ese clima, despejando los prejuicios y realizando un ejercicio de autocrítica, autocrítica por ejemplo frente a los abusos que una parte de la población percibe y se expresan con frecuencia en reclamos ante organismos de defensa de los consumidores».
«Autocrítica también al trato que muchas veces reciben trabajadores de parte de algunos empleadores y que son fuente de conflictos y reclamos ante entidades supervisoras», añadió.
«Las demandas y reclamos de los trabajadores no son una conspiración para horadar la imagen de la empresa privada», concluyó.