Los babilonios se apoyaron en la geometría para calcular la distancia recorrida por Júpiter. Lo lograron entre el año 350 y el 50 a.C., mediante un método que se creía desarrollado por primera vez en el siglo XIV de nuestra era.
Se sabe que los antiguos astrónomos babilonios eran capaces de medir el movimiento del Sol, la Luna y varios cuerpos celestes mediante el uso de la aritmética simple. Sin embargo, un nuevo estudio de Mathieu Ossendrijver, astroarqueólogo de la Universidad Humboldt, muestra que estos utilizaron métodos geométricos avanzados para calcular el movimiento de Júpiter.
Los cómputos babilónicos descubiertos datan de entre el año 350 y el 50 a.C. Se pensaba que este tipo de técnicas se habían desarrollado en Europa durante el siglo XIV.
En el Museo Británico y durante varios años, Ossendrijver estudió cuatro tablillas babilónicas de escritura cuneiforme hechas de arcilla. Esas piezas contenían cálculos astronómicos e información para construir figuras geométricas que parecía no tener relación alguna con los datos celestes.
Durante la investigación, Hermann Hunger, asiriólogo de la Universidad de Viena, mostró a Ossendrijver unas fotografías antiguas de una tablilla babilónica del Museo Británico sin catalogar. En ella, se describía un conjunto de instrucciones para calcular el movimiento de Júpiter a partir de principios geométricos, exactamente los mostrados en las otras tablas.
Así pues, con las cinco tablillas Ossendrijver logró deducir el método de los babilonios. Los datos astronómicos se correspondían con la velocidad aparente (vista desde la Tierra) diaria de Júpiter durante sesenta días.
Después, representaron la velocidad en función del tiempo y de la gráfica sacaron figuras trapezoidales. Por fin, calcularon el área de esas figuras geométricas, obteniendo así la distancia que Júpiter se había movido.
Las tablillas de arcilla con escritura cuneiforme han arrojado luz sobre el método geométrico que los astrónomos babilonios emplearon para calcular el movimiento de Júpiter. Dicho procedimiento consiste en representar la velocidad aparente del astro (v) en función del tiempo.
El área del trapezoide formado por la gráfica (gris) equivale a la distancia recorrida por el gigante gaseoso. El caso ilustrado corresponde al cálculo de la distancia recorrida por Júpiter durante 60 días, que resulta ser de 10o 45′. [Museo Británico/Mathieu Ossendrijver]
Ossendrijver comenta que los babilonios desarrollaron «ideas geométricas sobre la relación entre movimiento, posición y tiempo muy familiares para cualquier físico o matemático modernos».
Alexander Jones, historiador de la Universidad de Nueva york y que no ha participado en el estudio, menciona que «tales conceptos [el tiempo representado en una dimensión] no habían sido encontrados en textos anteriores a los de los cuerpos en movimiento de la Europa del siglo XIV».
Y añade: «Después de que la escritura cuneiforme se extinguiera alrededor del año 100 de nuestra era, la astronomía babilónica se creía olvidada. Se dejó a los filósofos y matemáticos franceses e ingleses de la Baja Edad Media reinventar lo que los babilonios ya habían desarrollado».
El estudio «constituye una importante contribución a la historia de la astronomía babilónica y a la historia de la ciencia», valora John Steele, historiador de la astronomía de la Universidad Brown y que no ha participado en el trabajo.
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Fuente: Investigación y Ciencia, sobre texto original de Science