Marco Enríquez-Ominami, mediante una declaración pública en su cuenta de Facebook, respondió al artículo publicado hoy por Reportajes de La Tercera en el que se entregan detalles sobre su viaje a Sao Paulo en un jet privado junto a dos de los máximos ejecutivos de la constructora brasileña OAS, la misma que hoy es investigada en Brasil por los hechos de corrupción que afectan a Lula.
De esta forma, el ex candidato presidencial asegura que «la historia se repite. Chile vive un momento similar al de hace más de 7 años, cuando dos fuerzas desgastadas hicieron todo lo posible por tapar el sol al progresismo. Hoy, en días en que centenares de chilenas y chilenos se inscriben en el PRO llenándonos de nuevos bríos, las mismas fuerzas de siempre recurren a prácticas que creíamos olvidadas para repartirse en partes iguales una cancha con el pasto más seco, con menos público y con dirigentes cuestionados».
«Han anunciado tantas veces mi muerte política que ya va quedando claro que son ellos los que quieren matarme. Pero mientras más me disparan, más fuerzas gana el progresismo y más gente se suma a este esfuerzo por terminar con el duopolio. La política es sin llorar y así la entendemos. Ser progresista es más difícil que no serlo y es por esto que aquí estamos, construyendo las fuerzas que equilibrarán la balanza. Todas las fuerzas de la historia nos acompañan», precisa.
Por otro lado, hace mención a otros personeros políticos que se han visto envueltos en investigaciones por corrupción o faltas a la ley electoral.
«Al mismo tiempo, resulta que dos ministros, dos subsecretarios, dos senadores y dos diputados legislaron para empresas que les dieron dinero. Aparecen facturas del administrador electoral de Sebastián Piñera mientras el director ejecutivo de su canal de televisión fue pagado por empresa estatal privatizada cuando él era senador. La lista es más larga, pero la idea se entiende y no vale la pena profundizar en estas líneas», indica.
De acuerdo a la investigación de Reportajes, si bien no existe información ni registro público sobre cómo y quién financió la presencia de un jet privado durante casi cuatro meses en Chile, personeros ligados al ex comando de ME-O de 2013, que pidieron mantener la reserva de su identidad, atribuyen el pago de estos servicios a una compañía ligada a la constructora brasileña OAS, cuyos ejecutivos viajaron con Enríquez-Ominami a Brasil en el inicio de la campaña.
De ser efectiva esa versión, ese aporte habría constituido una infracción a la ley electoral, que prohíbe expresamente las donaciones de personas naturales o jurídicas extranjeras a campañas políticas chilenas. Ello, de cualquiera manera, estaría prescrito.