Ante la opinión pública nacional e internacional, manifestamos nuestro repudio a la operación política y comunicacional montada en contra del ex Presidente de Brasil, Luiz Inacio “Lula” Da Silva, que incluyó un innecesario, violento y aparatoso allanamiento a su vivienda y una toma de declaración, de acuerdo a las normativas brasileras, fuera de todo contexto normal como el mismo ex Mandatario, juristas y legisladores de ese país ya lo señalaron.
Si el juez Sergio Moro quería interrogar a “Lula” Da Silva por el caso de corrupción en la estatal Petrobras, sólo debía citarlo. No era necesaria la absurda y desproporcionada acción en contra del ex Presidente quien, por lo demás, después de ser interrogado quedó en absoluta y plena libertad.
El Partido Comunista de Chile repudia y lamenta esta acción desproporcionada en contra del ex Presidente “Lula” Da Silva y le hace llegar la solidaridad ante la situación que lo afectó.
Si hay que aclarar situaciones de corrupción, todo indica que ése no es un camino efectivo ni necesario, menos cuando se está ante una figura presidencial dispuesta a presentarse ante el Poder Judicial cuando se le requiera.
De hecho, el propio ex Mandatario dijo que si el juez lo quería interrogar, “tan sólo necesitaba mandarme un oficio porque yo nunca me negué a prestar declaraciones”.
Para el Partido Comunista de Chile esta es otra operación destinada a la desestabilización política en países donde gobiernan fuerzas progresistas y de izquierda y es otro intento de golpear a liderazgos democráticos latinoamericanos.
Lo ocurrido con “Lula” es otra acción de las que planea y desarrolla la derecha desde distintos sectores e instancias, para arremeter contra las fuerzas y en contra de los dirigentes que impulsan un proyecto anti-neoliberal, progresista y que vaya en camino de modificar los modelos económicos de mercado y las institucionalidades autoritarias y conservadoras en América Latina.
Lo de Inacio Da Silva se suma a las acciones del gobierno de Mauricio Macri en Argentina en contra de los trabajadores y a la detención represiva de la diputada y sindicalista Milagro Sala, al asesinato de la dirigente popular de Honduras, Berta Cáceres, a la campaña mediática contra de Evo Morales para desprestigiarlo y a los intentos de la derecha venezolana para destituir al Presidente Nicolás Maduro.
Este es una hora de que las fuerzas progresistas, democráticas y de izquierda en Latinoamérica deben estar unidas en la solidaridad mutua por la defensa de los derechos humanos y los logros sociales, en la condena de los planes desestabilizadores de la derecha, en el repudio a los crímenes de dirigentes populares y en la defensa del proyecto anti-neoliberal que impulsa la justicia social y la equidad económica.
César Bunster A.
Encargado Relaciones Internacionales
Partido Comunista de Chile