domingo, diciembre 22, 2024
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ALBA-TCP: Compromiso Total y Apoyo Irrestricto a la República Bolivariana de Venezuela

Este martes, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) reiteró su respaldo a Venezuela ante las recientes sanciones de EE UU contra el gobierno de Nicolás Maduro y la declaratoria de Barack Obama que señala a la nación sudamericana como una “amenaza” para su seguridad nacional. En rigor, el despropósito de Obama ha conseguido exactamente lo contrario a lo que perseguía: una extendida oleada de solidaridad con Venezuela, al punto que ni la oposición de derecha de ese país se ha atrevido a apoyarlo. A continuación, el texto íntegro de la declaración, las intervenciones de los presidentes Nicolás Maduro, de Venezuela, y Evo Morales, de Bolivia.

 

Declaración de la Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA – TCP)

Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno, representantes de los países miembros del ALBA, reunidos el 17 de marzo de 2015 en Caracas, República Bolivariana de Venezuela, declaramos:

1. Nuestro rechazo a la Orden Ejecutiva emitida el 9 de marzo de 2015 por el Gobierno de Estados Unidos de América, sobre la base de que esta Orden Ejecutiva es injustificada e injusta, que constituye una amenaza de interferencia contra el principio de soberanía y el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados.

2. Nuestro compromiso con la aplicación del derecho internacional, resolución pacífica de los conflictos y los principios de no intervención y llaman a los gobiernos a actuar en el marco de los principios universales y la carta de las Naciones Unidas, en particular la necesidad y la disposición de los gobiernos de abstenerse del uso de recursos coercitivos unilaterales que violen el derecho internacional.

3. Nuestra solicitud soberana y sincera al gobierno de Estados Unidos para acoger y establecer el diálogo con el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela como alternativa al conflicto y a la confrontación, fundamentada en el respeto permanente de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos y los estados-naciones independientes.

4. Nuestra propuesta de conformar un Grupo de Facilitadores de nuestro hemisferio y sus instituciones (CELAC, UNASUR, ALBA-TCP y CARICOM) para facilitar una diplomacia de compromiso entre los gobiernos de Estados Unidos de América y de la República Bolivariana de Venezuela para aliviar las tensiones y garantizar la resolución amigable.

En tal sentido, decidimos:

1. Ratificar nuestro compromiso y apoyo irrestricto con la hermana República Bolivariana de Venezuela, en la búsqueda de los mecanismos de diálogo con el Gobierno de los Estados Unidos, para que cesen las agresiones de este gobierno contra Venezuela.

2. Reafirmar que América Latina y el Caribe es una Zona de Paz, donde las naciones impulsan procesos de integración y relaciones de amistad, con el fin de seguir garantizando la mayor suma de felicidad para nuestros pueblos.

3. Enfatizar que la hermana República Bolivariana de Venezuela no representa amenaza para ningún país, siendo una nación solidaria que ha demostrado su voluntad de cooperación con los Pueblos y Gobiernos de toda la región, convirtiéndose en garantía para la Paz Social y la estabilidad en nuestro continente.

4. Exigir al Gobierno de los Estados Unidos que cese de inmediato el hostigamiento y agresión contra el Gobierno y pueblo venezolanos, por cuanto dicha política alienta la desestabilización y uso de la violencia por parte de sectores de la oposición venezolana.

5. Resaltar que la Orden Ejecutiva aprobada por el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, desconoce flagrantemente la “Declaración de Solidaridad y Respaldo a la Institucionalidad Democrática, al Diálogo y la Paz en la República Bolivariana de Venezuela” aprobada por el Consejo Permanente de la OEA el 7 marzo de 2014.

6. Denunciar la feroz campaña mediática internacional contra la hermana República Bolivariana de Venezuela y su gobierno, encaminada a desacreditar la Revolución Bolivariana, intentando crear las condiciones para una intervención de mayor escala y ajena a la solución pacífica de las diferencias.

7. Reiterar el más firme respaldo al gobierno democráticamente electo y legítimo de la presidenta de la hermana República Federativa del Brasil, Dilma Rousseff, contribuyendo al fortalecimiento y consolidación de los valores y principios democráticos, de la libertad y solidaridad en Nuestra América.

8. Manifestar las más profundas palabras de solidaridad y apoyo con la Presidenta de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner y demás funcionarios de su gobierno, quienes están siendo sometidos a una campaña de desprestigio personal e institucional por parte de sectores de la derecha política y mediática de su país, a la vez de ser agredidos por los fondos buitres y el capital financiero internacional.

9. Saludar el diálogo constructivo sostenido en la XX Reunión de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), realizada en Antigua-Guatemala el pasado 10 de marzo de 2015, acerca de la desproporcionada Orden Ejecutiva firmada por el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, contra la República Bolivariana de Venezuela.

10. Instruir a los Embajadores de los países miembros del ALBA – TCP en todo el Mundo, a desarrollar una campaña de información y difusión, acerca de la verdad sobre lo que ocurre en Venezuela, y las amenazas que sobre ella y la región se ciernen.

11. Exhortar a los movimientos sociales, obreros, estudiantes, campesinos, indígenas, mujeres, a movilizarse de manera permanente y a mantenerse en vigilia para informar al Mundo entero y a los Pueblos de nuestra América, que Venezuela y el Gobierno legítimo del Presidente Constitucional, Nicolás Maduro, no están solos y que los Pueblos del Mundo rechazan de manera categórica esta nueva intervención imperial en la Patria grande, cuyas consecuencias pueden ser nefastas para la Paz y la estabilidad de la región.

12. Reafirmar que el ALBA-TCP continuará promoviendo la unidad, integración, solidaridad, convivencia pacífica como expresión del ideal y compromiso latinoamericano y caribeño por la construcción de una región y un mundo de paz, como base fundamental para consolidar las relaciones entre los pueblos.

Además, declaramos y reiteramos, en el contexto de un compromiso eficaz de no confrontación, nuestro respaldo a la “Carta al Pueblo de los Estados Unidos de América: Venezuela no es una amenaza”, emitida por el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, en particular en lo que se refiere a los siguientes aspectos:

a) El compromiso de Venezuela con la libertad, la independencia y el multilateralismo.

b) La creencia fundamental de Venezuela en la paz, la soberanía nacional y el derecho internacional.

c) La realidad de Venezuela como una sociedad abierta y democrática de acuerdo a su Constitución y las aspiraciones de su pueblo.

d) La amistad de larga data de Venezuela con el pueblo de Estados Unidos.

e) La acción falsa e injusta, unilateral y desproporcionada en los términos de la Orden Ejecutiva del Gobierno de Estados Unidos de América mediante la cual se declara a Venezuela como una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos de América.

f) La declaración por parte de Venezuela del carácter sagrado de su soberanía.
En consecuencia, nosotros, los líderes del ALBA-TCP, nos solidarizamos con Venezuela. Conocemos nuestras libertades fundamentales y hacemos valer nuestros derechos. Respaldamos inequívocamente a Venezuela en la defensa de su soberanía e independencia y el hecho de que lo haga de pie y no de rodillas.

En este sentido, solicitamos al Gobierno de Estados Unidos de América, y específicamente al Presidente, Barack Obama, derogar la Orden Ejecutiva aprobada el 9 de marzo de 2015, por cuanto constituye una amenaza a la soberanía y una intervención en los asuntos internos de la República Bolivariana de Venezuela.

Adoptada en la ciudad de Caracas, República Bolivariana de Venezuela, el 17 de marzo del 2015.

Maduro en Cumbre ALBA: Consolidar unidos y solo unidos, la independencia de la región

Por: Nicolás Maduro Moros

Intervención de Nicolás Maduro Moros, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en la IX Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP, Caracas, Venezuela, el 17 de marzo de 2015.

Primeros ministros; Cancilleres de nuestros hermanos y hermanas del ALBA:

La bienvenida más sentida, más amorosa que se le puede dar a un hermano que viene a visitarnos con su apoyo, con su solidaridad. Siéntanse ustedes, como siempre, aquí en su casa, en Venezuela, en esta tierra de libertadores, en esta Caracas histórica de tantas batallas por la independencia durante siglos ya.

Queridos hermanos de Bolivia, Cuba, Nicaragua, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, Granada, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Ecuador, y hemos invitado de manera muy especial a nuestra hermana Haití; Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

Hace apenas unos 10 días tuvimos una extraordinaria reunión en otras condiciones con la participación de 18 Estados de nuestra América caribeña, de nuestro Caribe americano se pudiera decir o de nuestra América caribeña. Ahí estuvimos en PETROCARIBE, 10 días apenas, y allí se aprobó un plan de consolidación, expansión, crecimiento de PETROCARIBE hacia programas diversos: el desarrollo energético, económico, social.

La palabra clave les decía yo a nuestros hermanos, cuando los recibí aquí en la puerta del Palacio Presidencial de Miraflores, la palabra clave es solidaridad. Es la palabra clave de la construcción de la nueva unión, de la nueva integración, de la nueva independencia de América Latina y el Caribe: la solidaridad, la hermandad verdadera, el trabajo conjunto, las relaciones en base a la igualdad, a la cooperación, a la hermandad, al respeto mutuo.

América Latina y el Caribe está escribiendo una historia gigantesca, gloriosa en las nuevas relaciones, en el marco del ALBA, de PETROCARIBE, de la UNASUR, de la CELAC. Una nueva historia se ha abierto para América y es una historia que tiene como centro salir de las cadenas de los viejos colonialismos, de los nuevos neocolonialismos que llenaron de esclavitud, atraso y pobreza a nuestra región durante 500 años y más, y es una historia que tiene como centro la felicidad de nuestros pueblos, la paz.

Siempre digo aquí en nuestra patria, a nuestros conciudadanos, a nuestros compatriotas, para nosotros siempre la gran victoria es la paz; la paz con igualdad, con educación, con salud, con trabajo, con ingresos dignos del pueblo, con distribución de las riquezas de manera justa y equitativa; la paz con justicia, la paz con derechos políticos, Poder Popular, la paz intrarregional. Ese es el centro de nuestra búsqueda.

Por eso estamos muy felices de recibirlos hoy, y, además, bueno, en medio de una batalla ineludible, inevitable. Si queremos de verdad transitar el siglo XXI y consolidar todos unidos y solo unidos, la independencia de toda una región: América Latina y el Caribe. Solo unidos podremos nosotros consolidarnos.

Si vemos la historia de 200 años de búsqueda de independencia, de república, de identidad propia, y cómo la división entre nuestros gobiernos, nuestros pueblos nos llevaron a largas décadas de dictaduras en algunos países, de regímenes neocoloniales que saqueaban nuestras riquezas en otros países, de intervenciones armadas brutales en otros países hermanos.
Son dos siglos que hemos visto pasar la historia y, por fin, como dijera nuestro amado y querido comandante Hugo Chávez:

“El siglo XXI será el siglo de nuestra emancipación” —nos decía ya en el año 1992, 1993, 1994—, “el siglo XXI será nuestro siglo. Ahora sí no podemos dejar perder esta oportunidad, ahora sí será nuestro siglo.” Alguna gente lo escuchaba y decía: “Nuestro siglo”, y veíamos de pronto que se instalaba en Miami la Cumbre de las Américas y se firmaba el ALCA: “Nuestro siglo.” Alguna gente podía decir: “Bueno, es emocionante el planteamiento, pero es una utopía más.” Y él empezó a hablar de la utopía concreta, los sueños hacerlos realidad a través de proyectos políticos viables que se correspondan a la conciencia, a la identidad y a las necesidades de nuestro pueblo, y, además, a través de una voluntad política férrea.

Todos ustedes conocieron al comandante Hugo Chávez, bien lo conocieron y saben que era un hombre que salía a la defensa de las ideas justas con su cuerpo, con su pensamiento, con todo lo que tuviera. Le gustaba a él repetir mucho la frase de Bolívar: “Donde estoy yo, estoy completo”, y agregaba: “Y voy con todo.” Así estamos nosotros también: Donde estamos nosotros, queridos hermanos del Caribe, de Centroamérica, de Suramérica, donde estamos nosotros estamos completos en nuestra lucha.

Saben ustedes que Venezuela es un país que está haciendo una revolución. La Revolución Bolivariana surgió de nuestra propia raíz, no surgió de la nada; surgió de un largo proceso histórico, largo en la raíz fundacional, Bolívar, y tuvo su desenlace por allá en el agotamiento de un modelo nefasto de saqueo del país. El primer paso que se dio en nuestro país, que dio nuestro Comandante Fundador, nuestro Comandante Infinito, fue convocar la soberanía popular para construir el nuevo marco de la nueva patria que se iba a construir.

Así fue, hemos transitado diversos caminos de lucha, conspiraciones de diversos signos durante un año, el otro, el otro, y todas las adversidades inducidas o creadas por las conspiraciones lo que han hecho es fortalecer y acrecentar la conciencia de un pueblo que no ha dudado en batallar por su dignidad, por su derecho a la autodeterminación y a la independencia jamás, el pueblo de Venezuela no lo ha dudado ni un segundo. ¡Milagros se han vivido aquí!

Cuando nos tomábamos la Foto Oficial, yo les decía a nuestros hermanos del ALBA que en esa colina que ustedes ven ahí en el frente, donde tomamos la Foto Oficial, allí llegó el helicóptero a las 3:00 de la mañana el 14 de abril del año 2002 con el Comandante Chávez. El pueblo lo había rescatado, como un milagro, cuando lo tuvieron secuestrado y casi lo fusilaron.

Hemos pasado y escrito con nuestro pueblo páginas verdaderamente mágicas, para no decir heroicas, porque sí son heroicas, pero casi mágicas, y nuestro pueblo ha ganado respeto por la idea de la revolución democrática, protagónica, constitucional, bolivariana, antimperialista, anticolonialista, antirracista, socialista del siglo XXI.

El siglo XXI nos encontró en medio de esta batalla tan importante, y en medio de esas circunstancias fue naciendo, fue brotando la nueva organización del continente. El primer paso lo dieron Fidel, Cuba, y Chávez, Venezuela, por allá, por el año 2000, 2001. Soñaban. Frente al ALCA surgió un día un nombre: el ALBA, Alternativa Bolivariana de los Pueblos de la América. Y luego, el 14 de diciembre del año 2004, en La Habana nace la idea. Veníamos nosotros de una gran batalla y una gran victoria del referendo revocatorio.

Luego, en el 2005, nace PETROCARIBE con seis o siete Estados, hoy son 18 Estados los que componen PETROCARIBE, una gran alianza energética, económica, humana.

Luego, el 17 de abril de 2007 nace UNASUR en Margarita. Y luego creo que la mayoría de los jefes de Estado y de Gobierno presentes fueron protagonistas del nacimiento de la CELAC, el 2 y 3 de diciembre del año 2011, ya casi nuestro Comandante despidiéndose de esta vida. En corto tiempo de vida le tocó jugar un papel clave, estelar en la construcción de la nueva América, de Nuestra América, como dijo José Martí, el Apóstol de América, ¡Nuestra América!, en su concepto de las dos América, Nuestra América.

Venezuela en su historia —pido disculpas por hablar de esta forma, pero tengo que decirlo— jamás, nunca ha agredido a ningún pueblo ni de nuestra América, ni del Caribe ni del mundo. Jamás ni nunca ha participado en ejércitos para bombardear ni ocupar pueblos en ningún lugar del planeta. Jamás ni nunca ha aprobado invasiones ni agresiones contra pueblos. Y en la época de la Revolución Bolivariana, si algo hizo el Comandante Chávez fue reforzar la vocación que está en la Constitución de un pueblo de paz. Venezuela es un pueblo de paz, es un pueblo de guerreros. Estamos en el Salón Sol del Perú, en homenaje a la Batalla de Ayacucho. Aquí está nuestro Gran Mariscal de Ayacucho, que nació en Cumaná, en las costas del Caribe oriental venezolano. Aquí está nuestro libertador Simón Bolívar, por allá en las cumbres más altas de Sudamérica, por allá por Junín, por Bomboná, por Pichincha, por allá.

Son nuestros fundadores, y fueron desde aquí, desde las costas del Caribe marcharon los negros que eran esclavos y se liberaron en la guerra de independencia, marcharon los indios, los mestizos, los pardos, los zambos, los blancos pobres, y casi a pie y desnudos llegaron hasta las más altas cumbres a liberar pueblos, a unir ejércitos. Le correspondió a Bolívar ser el Comandante del Ejército Unido del Sur que unió a las tropas de San Martín, de O’Higins y las tropas que venían de la Nueva Granada, victoriosas en Boyacá, y venían de Carabobo, victoriosas de aquí de nuestra tierra amada. Les correspondió en su momento ir a expulsar al último soldado del imperio español de tierras americanas, a unir ejércitos y a fundar repúblicas. Jamás, jamás ha salido de esta tierra venezolana, ni de palabra, ni de acción, ni saldrá jamás, y si algo hemos ayudado a construir desde Venezuela es la unión para que nuestra región sea una zona de paz de verdad.

Por eso es desproporcionada la declaratoria del presidente Barack Obama del 9 de marzo, aquí la tengo, todos ya la conocemos, cuando declara a la República Bolivariana de Venezuela una amenaza a la seguridad nacional, a la seguridad de los Estados Unidos de Norteamérica y declara la emergencia nacional de los Estados Unidos, una desproporción vergonzosa que ha sido ya denunciada y rechazada por pueblos, gobiernos y organismos del mundo, ya ha sido rechazada.

UNASUR, de manera unánime, en la mitad del mundo, allá en Quito, los 12 gobiernos de Suramérica aprobaron una declaración histórica rechazando, denunciando este documento de amenaza a Venezuela y llamando a que se derogue este decreto, sumando voces, y nosotros nos sumamos a las voces que desde Suramérica, desde América Latina y el mundo exigen, demandan que se derogue este decreto ejecutivo, imperial, que agrede al pueblo venezolano.

Es la declaratoria más grave de toda la historia de nuestro país que se haya hecho por parte de cualquier país del mundo, particularmente de una potencia, contra Venezuela; además de que es falsa, absolutamente falsa. Venezuela no tiene planes, no ha tenido ni tendrá jamás planes para agredir a Estados Unidos, para hacerle daño a nadie de Estados Unidos o en Estados Unidos. Al contrario, queridos hermanos, presidentes, primeros ministros, jefes de delegación, Venezuela tiene en Estados Unidos —no sé si ustedes lo saben completamente— un programa especial llamado Jitinoide, donde les damos combustible de calefacción a más de 200 000 familias. Más de 2 millones de personas se salvan de morir congelas en el frío por el apoyo solitario que inició el Comandante Chávez como si fuera un ALBA allá en Estados Unidos, para decir una de las iniciativas permanentes, de todos los años.

Tenemos las mejores relaciones con universidades, intelectuales, sindicatos, movimientos afroamericanos, movimientos indígenas, movimientos comunales, movimientos de lucha por los derechos civiles. Estamos, siempre lo hemos dicho, en el mejor momento de nuestras relaciones con el pueblo de Estados Unidos, y ese es el camino que nosotros tenemos y vamos a mantener.

He dicho, como jefe de Estado y de Gobierno, queridos hermanos y hermanas de los pueblos y gobiernos del ALBA, que Venezuela siempre estará dispuesta a conversar con el gobierno de Estados Unidos para entablar relaciones de respeto, de amistad, en clima franco y de igualdad. Una tras otra iniciativa he tomado desde que me tocó la responsabilidad que me dejara el Comandante Chávez y que me diera el pueblo venezolano.

Hace un año designé un embajador, licenciado Maximilien Arveláiz, ¡un año!, y no le han dado el beneplácito. Yo lo tuve que nombrar encargado de negocios de la embajada en Washington para que se fuera a trabajar, y allá está, conversando a todo nivel y llevando la verdad de Venezuela frente a las conspiraciones, la conjura, la mentira y la manipulación que hay en los pasillos del Congreso y en los medios de comunicación estadounidenses.

Hace un año decidió conformar una comisión de Estado y coloqué al presidente de la Asamblea Nacional, a Diosdado Cabello, como jefe de esa delegación para hablar con los Estados Unidos de Norteamérica donde quisieran, cuando quisieran y lo que quisieran. Y de allá para acá lo que ha habido es prepotencia, arrogancia, porque hay un plan para desestabilizar, derrumbar, derrocar y destruir la Revolución Bolivariana y recolonizar a Venezuela.

¿Las razones? Uno, una razón de carácter político, nuestra posición de dignidad antiimperial, nuestra posición de construir un mundo pluriplural, de construir el socialismo y lo que emana de este esfuerzo y, ¿por qué no decirlo?, de ese ejemplo.

Y dos, una razón poderosísima, algunos analistas en el mundo dicen que es más poderosa que la primera: Venezuela tiene las reservas de petróleo certificadas más grandes del planeta Tierra, y las élites de Estados Unidos y sus trasnacionales quieren apoderarse del petróleo venezolano para torcerle el brazo al mundo entero e imponer la dictadura económica a partir del chantaje y el control de las reservas de petróleo más grandes del planeta. Y no han logrado ni lograrán, ni lo uno ni lo otro.

Así que son temas vitales de este tiempo.

Ya hemos sostenido una conversación en privado donde amplié, y bilateralmente con diversas delegaciones, toda la información que hay sobre esta situación, sobre estas circunstancias, sobre la lucha que estamos dando.

El pueblo venezolano está crecido en fervor patriótico, millones de hombres y mujeres están en las calles todos los días ratificando nuestro carácter de patria soberana, independiente, y de patria de paz. ¡Millones! Ha crecido así, miren, la fuerza de un pueblo y su espíritu patriótico, porque es una agresión a toda Venezuela.

Hemos recibido diversas manifestaciones de solidaridad. Hoy en la madrugada nos llegó un mensaje que yo quisiera compartir con ustedes, breve y contundente, del Comandante Fidel Castro Ruz. Desde allá escribió un mensaje que ha circulado hoy por las redes sociales, publicado en la prensa de Cuba y de otras partes del mundo. Dice Fidel:

“Honorable Señor Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro:

“Como ha publicado la prensa, mañana martes” —hoy—, “17 de marzo, tendrá lugar en Caracas la Cumbre del ALBA para analizar la insólita política del gobierno de Estados Unidos contra Venezuela y el ALBA.

“La idea de crear esa organización fue del propio Chávez, deseoso de compartir con sus hermanos caribeños los enormes recursos económicos con que la naturaleza había dotado a su Patria de nacimiento, pero sus beneficios habían ido a parar a manos de poderosas empresas norteamericanas y a unos pocos millonarios venezolanos.

“La corrupción y el despilfarro fueron el estímulo fundamental de la primera oligarquía de tendencia fascista, adicta a la violencia y al crimen. Tan intolerable para el pueblo heroico de Venezuela es la violencia y el crimen que se cometió contra él que no puede olvidarse, y jamás admitirá un regreso al pasado vergonzoso de la época prerrevolucionaria que dio origen al asalto de los centros comerciales y el asesinato de miles de personas, de las cuales nadie puede asegurar hoy la cifra”.

Se refiere Fidel aquí al 27 y 28 de febrero de 1989, que fue llamado El Caracazo.

“Simón Bolívar se entregó de lleno a la colosal tarea de liberar el continente. Más de la mitad de lo mejor de su pueblo luchó y murió en largos años de ininterrumpida lucha. Con menos del 1% de la superficie del planeta, posee las mayores reservas de hidrocarburos del mundo. Durante un siglo completo fue obligada a producir todo el combustible que las potencias europeas y Estados Unidos necesitaban. Aun cuando hoy los hidrocarburos, formados en millones de años, se consumirían en no más de un siglo, y los seres humanos que hoy alcanzamos los 7 200 millones en 100 años más se duplicarán, y en 200 sumarán 21 000 millones, solo los prodigios de la más avanzada tecnología tal vez permitirían la supervivencia de la especie humana un poco más de tiempo.

“¿Por qué no se utilizan los fabulosos medios de divulgación para informar y educar sobre estas realidades, en vez de promover engaños, que cada persona en su sano juicio debe conocer?” Se pregunta Fidel. Y continúa:

“Una Cumbre del ALBA no puede transcurrir sin tomar en cuenta estas realidades que nos tocan tan de cerca.

“La República Bolivariana de Venezuela ha declarado de forma precisa que siempre ha estado dispuesta a discutir de forma pacífica y civilizada con el gobierno de Estados Unidos, pero nunca aceptará amenazas e imposiciones de ese país.

“Añado que he podido observar la actitud, no solo del pueblo heroico de Bolívar y Chávez, sino también una circunstancia especial: la disciplina ejemplar y el espíritu de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Haga lo que haga el imperialismo de Estados Unidos, no podrá contar jamás con ellas para hacer lo que hizo durante tantos años” en nuestro continente. “Hoy Venezuela cuenta con los soldados y oficiales mejor equipados de América Latina.

“Cuando te reuniste” —se dirige a mí— “con los oficiales en días recientes se podía apreciar que estaban listos para dar hasta la última gota de sangre por su país.
“Un abrazo fraternal para todos los venezolanos, los pueblos del ALBA, y para ti.

“Fidel Castro Ruz
“Marzo 16 de 2015
“11 y 14 p.m.”

Fidel presente y siempre consecuente en la Cumbre (Aplausos).

Bueno, queridos hermanos y hermanas, se ha venido trabajando una importante declaración. Hemos tenido algunas conversaciones en privado antes de entrar a esta sala; hay temas muy importantes como la Cumbre de las Américas, llamada así, las dos Américas, en Panamá, qué posición se va a asumir y a llevar de aquí hasta la Cumbre y en la Cumbre misma; una Cumbre que va a tener como elemento vital histórico la victoria de los pueblos de América Latina y el Caribe con la presencia de Cuba, donde siempre debió haber estado y donde siempre, a partir de hoy, va a estar Cuba, en la silla de dignidad en la Cumbre de las Américas. Gran victoria, sin lugar a dudas, de la nueva conciencia, de la nueva fuerza, del nuevo tiempo histórico.

Agradezco la presencia de todos ustedes, queridos hermanos, y doy por iniciada la Cumbre Extraordinaria de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. Siéntanse ustedes en su casa y vamos a iniciar las deliberaciones.

¡Bienvenidos! ¡Welcome! (Aplausos).

Evo en la Cumbre ALBA: defender nuestra democracia, nuestra soberanía, nuestra dignidad.

Intervención de Evo Morales Ayma, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, en la IX Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP, Caracas, Venezuela, el 17 de marzo de 2015.

Muchas gracias, hermano presidente Nicolás Maduro, de Venezuela;
Hermano Raúl;
Todos los presidentes del ALBA-TCP;
Las delegaciones presentes acá;
Invitados especiales;
Amigos de la prensa:

Un saludo especial de parte del pueblo boliviano a Venezuela, su gobierno, sus comandantes de las fuerzas armadas, los movimientos sociales, que dan una dura batalla en la defensa de nuestra dignidad, en la defensa de nuestra soberanía, en la defensa de nuestros recursos naturales.

Hermanos presidentes del ALBA-TCP, esta decisión tomada por el gobierno de Estados Unidos no es solo una amenaza a Venezuela, sino a toda América Latina y el Caribe. Es una amenaza más bien a las democracias, una amenaza a la paz social, así lo entendemos desde Bolivia.

Nuestra vivencia en Bolivia, cuando había gobiernos procapitalistas, proimperialistas, para ellos nunca había golpes de Estado; había gobiernos y partidos que gobernaron con 20% o 30% de los votos. Cuando surge nuestro movimiento, la primera elección la ganamos con más del 50%, con el 54%, ahí sí para ese gobierno antimperialista hay revocatorio, hay golpe de Estado, felizmente nos hemos defendido. Habrá entonces amenazas, y cuando ya no pueden derrotarnos política ni económicamente, cuando ya no puedan derrotarnos militarmente con un golpe de Estado, ¿qué hacen?

 Intentan dividirnos. ¿Y dividirnos para qué? Dividirnos para dominarnos políticamente y, dominándonos políticamente, robarnos económicamente. Esa es nuestra historia en Bolivia.

Quiero decirles, hermanos presidentes, que en corto tiempo, primero, garantizamos la estabilidad política, gracias a la estabilidad social, y esta estabilidad social y política garantiza el crecimiento económico.

Además de eso, después de liberarnos políticamente, nos hemos liberado económicamente, Bolivia ya no es un Estado mendigo como antes, todo con la lucha de los movimientos sociales.
Cuando ahora ya no pueden derrotarnos ni los organismos internos, es decir, movimientos políticos proimperialistas en Bolivia, ni con apoyo externo, ¿qué hacen en Bolivia? Lo que nos acusan es de narcoestado, otro pretexto para querer justificar seguramente alguna intervención, alguna amenaza o debilitamiento; sin embargo, seguramente ustedes conocen los informes de las Naciones Unidas, de la Unión Europea: nuestro modelo de lucha contra el narcotráfico es reconocido por la comunidad internacional, menos por el Departamento de Estado de Estados Unidos.

Cuando ya no les sirven los términos de rojos, de comunistas, o de terrorismo, o de narcotráfico, usan otros elementos para querer amedrentar o querer intervenir. Por eso, al margen de la solidaridad como siempre entre nosotros, vemos que es una amenaza naciente de Estados Unidos hacia América Latina y el Caribe.

¿Qué debemos hacer? Unidad, más unidad; reflexión, más reflexión; repasar el pasado de esas grandes batallas de otros pueblos; pero también están estas formas de querer intervenir.
El gobierno de Estados Unidos debe estar convencido que ya no estamos en tiempos de reparto imperial, ni el modelo neoliberal sirve para los pueblos de América Latina y el Caribe.
Esa es nuestra vivencia, esa es nuestra experiencia, puedo compartir esta vivencia de Bolivia; sin embargo habrá esta clase de amenazas a Venezuela, a América Latina y al mundo.

Estoy convencido de que si hay amenaza, el gobierno de Estados Unidos amenaza no solamente a América Latina y el Caribe, sino a todos los pueblos del mundo, y las intervenciones militares o asentar las bases militares en algunos países no es ninguna solución en estos tiempos. No estamos en tiempos de imperios, son tiempos de pueblos; los pueblos no deben ser gobernados ni por oligarquías, ni por jerarquías, ni por banqueros, ni por empresarios, no lo comparto, sino que debe ser por gobiernos electos por el pueblo, con el pueblo y para el pueblo.

Evidentemente, no se pueden atender todas las demandas en Bolivia, son demandas de 500 años, en algunos sectores sociales son demandas de 200 años.

Entonces, hermanos presidentes, estas amenazas que vienen de Estados Unidos dejan mucho que desear.

Quiero decirle, hermano Presidente, al pueblo venezolano: Bolivia es la hija predilecta de Simón Bolívar y expreso toda la solidaridad, y la juventud está dispuesta a venir a combatir frente a cualquier intervención o invasión de parte de Estados Unidos.

No vamos a permitirlo, somos una familia grande, somos la Patria Grande (Aplausos).

Siento que estas amenazas son una aventura del Presidente de Estados Unidos. Estaba repasando por ahí a ver en qué país, y que yo sepa en América Latina y el Caribe no hay, por ejemplo, pena de muerte; pero sí hay pena de muerte en Estados Unidos, la mejor forma de violar los derechos humanos. ¿De qué derechos humanos puede hablar Estados Unidos?
Entonces, hermanas y hermanos presidentes, delegaciones: es el mejor momento de unirnos aún más, preparar nuestras bases frente a cualquier amenaza como esta; pero también frente a la Cumbre de las Américas.

Yo sigo pensando que si realmente quiere hacer buena historia el presidente Obama, debería de llegar a la Cumbre de las Américas ya con el bloqueo económico a Cuba acabado.

Si Estados Unidos, mediante su Presidente, quiere hacer una buena historia y buena letra ante América Latina y el Caribe, pues debería de acabar con estos decretos donde declaran a Venezuela como una amenaza contra Estados Unidos. ¿Cómo Venezuela puede ser una amenaza para Estados Unidos? ¿Quién podría creer eso? Y se declara el Estado de Emergencia.

Como hace un momento decía, la historia de las distintas épocas, el imperio siempre ha buscado cómo y con cualquier pretexto dominarnos, someternos y robarnos económicamente. Está en la mira el petróleo venezolano, nadie duda de eso.

Imagínense Libia: intervinieron, destrozaron el Estado. Tengo información de que allí hay un conflicto serio socialmente, ¡feliz Estados Unidos!; pero el petróleo libio ya es de los norteamericanos y de algunos países europeos, ya no es de los libios. Eso es lo que querían.
Para eso van a inventar cualquier pretexto para poder dividirnos, después para robarnos económicamente o robarnos nuestros recursos naturales.

Compañeros del ALBA-TCP, quiero decirles que esta unidad debe fortalecerse.

Creo, de verdad, que Estados Unidos se siente amenazado porque hay procesos de liberación en América Latina y el Caribe, liberación democrática, una liberación pacífica, una liberación participativa además de eso, una liberación no solamente de carácter político, de carácter social ni cultural, sino también una liberación económica. Eso no les gusta, ¿cómo pueden liberarse?

Además de eso, siento que no quieren que los pueblos puedan desarrollarse. ¿Para qué? ¿Por qué no quieren que nos desarrollemos? Para dominarnos y ellos sigan imperando acá en Latinoamérica.

Quisiéramos una América fuerte, pero no para invadir continentes; quisiéramos una América con Estados Unidos, donde seamos grandes defensores de la paz en el mundo, donde seamos defensores de la dignidad y soberanía de los países y no dominar militarmente, ni intervenir militarmente. Esas son nuestras profundas diferencias.

Queridos hermanos presidentes, tengo mucha confianza en CELAC. CELAC siento que es una gran esperanza para nuestros pueblos, para nuestros movimientos sociales.

Tenemos una dura batalla todavía, pero tengo todavía esperanzas que estas manifestaciones de los distintos movimientos sociales, de presidentes o de gobiernos como UNASUR, que mejor CELAC, el ALBA, eso puede hacer cambiar la mentalidad del presidente Obama, quien está equivocado, tiene que saber que está equivocado. Acá no van a poder dominarnos, acá no van a poder someternos como antes, aquellos tiempos están terminados y estamos en otros tiempos.

Por eso, más unidad, más solidaridad entre nosotros para defender nuestra democracia, nuestra soberanía, nuestra dignidad.

Por más que seamos pequeños países, por encima de la situación económica y social, acá tenemos dignidad y soberanía, y esa es nuestra lucha.

Por eso, compañero Maduro, compañeros del pueblo venezolano, no se sientan solos, entendemos perfectamente y especialmente los movimientos sociales.

Un saludo de los compañeros de la Central Obrera Boliviana, todos los movimientos sociales pendientes también con una vigilia permanente para juntos asumir la defensa de nuestra soberanía, de nuestra democracia y la paz social en especial.

Muchas gracias (Aplausos).

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