El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, anunció cerca del mediodía de este lunes, que la Presidenta Michelle Bachelet le solicitó realizar un ajuste fiscal, el que llegará a 380.000 millones de pesos, los que se descontarán del Presupuesto aprobado para el año 2016.
Valdés detalló que dicho ajuste se explica por el menor precio del cobre. En este sentido recordó que el Ministerio de Hacienda dio a conocer este lunes el resultado de la consulta de carácter extraordinaria que realizó en enero pasado al Comité Consultivo del Precio de Referencia del Cobre con el objeto de recalibrar la estimación del Balance Cíclicamente Ajustado del Sector Público.
De este modo el comité redujo la estimación de precio del cobre de largo plazo a US$2,57 la libra, versus el US$2,98 por libra que había estimado en julio pasado para la elaboración del Presupuesto 2016.
Sin embargo, el ministro destacó que la recaudación tributaria en 2015 fue mucho mayor a la esperada, lo que permitió que el ajuste fiscal sea «moderado».
Valdés dijo que las áreas que tendrán recortes ya fueron definidas pero aclaró que hay espacio para que los ministerios puedan proponer acomodos.
El ministro precisó que el ajuste abarca a todos los Ministerios a excepción de Salud y preserva el gasto social. En este sentido, indicó que el ajuste se concentrará en un 71% en gastos corrientes, los cuales tendrán un recorte de $270.850 millones y en segundo lugar en los gastos de capital, que se reducirán en $109.150 millones. Los gastos corrientes son los relacionados con desembolsos en horas extras, honorarios, viáticos, materiales de oficina y telefonía, compras de vehículos y contrataciones de estudios, entre otros.
Asimismo Valdés enfatizó que el gobierno mantiene el objetivo de volver a recuperar el equilibrio en materia de balance estructural.
«Desde que nosotros preparamos el Presupuesto que llevamos al Congreso, y que después el Congreso aprobó, hemos tenido dos elementos nuevos que no eran previsibles en ese momento y que hacen necesario afinar o recalibrar el gasto de este año, ajustando a la baja en algo su techo de expansión», explicó Valdés.
El jefe de las finanzas públicas también afirmó que «sigue siendo una realidad que el balance efectivo y su déficit aumenta de 2,2 a 2,9 (por ciento), pero estructuralmente vemos una senda de consolidación que es muy importante mantener».
«Los gastos permanentes requieren de ingresos permanentes para ser financiados. Cuando hay noticias que cambian los ingresos permanentes es necesario recalibrar los gastos permanentes y eso es lo que estamos haciendo con este ajuste», detalló el ministro.
El jefe de la «billetera fiscal» explicó que «esto no es muy distinto a cuando un productor de un bien, ve que cae de precio en algo el productor de ese bien y, por lo tanto, sus utilidades son un poco más bajas»
«Nosotros tenemos una tradición como país de ser responsables fiscalmente y esto requiere de cierta acción», sostuvo Valdés.
Recorte no toca al Ministerio de Salud
El secretario de Estado argumentó que «esto no es muy distinto a cuando un productor de un bien ve que cae de precio en algo su producto y, por lo tanto, sus utilidades son un poco más bajas. Nosotros tenemos una tradición como país de ser responsables fiscalmente y esto requiere cierta acción».
El ministro Valdés también explicó que el ajuste abarca a todos los ministerios, con excepción de Salud, que preserva el gasto social comprometido para este año y que es menor al que se ha anunciado en otros países, principalmente debido a la reforma tributaria.
Esta medida implica una reducción del uno por ciento del gasto público respecto de lo ya aprobado y las reducciones de gasto tienen que ver con horas extra, honorarios, compras de vehículos y contrataciones de estudios, entre otros aspectos.
