Según una investigación realizada en la Carnegie Mellon University, los abrazos son una de las mejores medidas preventivas con que contamos los seres humanos para evitar males como el resfrío común y, a la vez, fortalecer el sistema inmune y la respuesta del cuerpo ante las enfermedades.
El estudio sugiere además que mientras más nos abracemos, más protegidos estaremos contra infecciones.
Los científicos llegaron a esas conclusiones luego de un procedimiento aplicado en 404 adultos sanos, quienes respondieron un cuestionario diseñado para determinar el apoyo social que percibían.
Durante 14 noches, los participantes mantuvieron entrevistas telefónicas con los investigadores, con objeto de discutir sus conflictos y los abrazos que habían recibido.
En la siguiente fase, los sujetos fueron expuestos deliberadamente a un virus del resfriado común y puestos en cuarentena mientras se evaluaban los signos de infección y la enfermedad.
Sheldon Cohen, líder de la investigación , señaló que el resultado fue asombroso: los participantes que afirmaron tener un mayor apoyo social en sus conflictos eran menos propensos a ser infectados por el virus de la gripe; además, los abrazos eran responsables de casi un tercio de este efecto protector.
Los que informaron de una mayor cantidad de abrazos y un mayor apoyo social por parte de familia o amigos mostraban síntomas mucho menos severos que los demás.
El experimento arrojó datos claros: los abrazos no son sólo apoyo moral o “buenas vibras”, sino tremendos agentes para luchar contra enfermedades. Las interacciones sociales positivas (incluidos los abrazos) dieron un levantón al sistema inmune de los participantes y redujeron los efectos negativos del estrés relacionado con la enfermedad.
De acuerdo con el estudio, los abrazos contaron como 1/3 del efecto protector del apoyo social.
Los doctores también encontraron que los abrazos compensan la susceptibilidad aumentada hacia la enfermedad que viene con conflictos interpersonales; demostraron que el poder de un abrazo incluso aligera la tensión social.
Así, los abrazos, por su poder antiestrés, son una buena manera de fortalecer el sistema inmune en estos tiempos, o de hacer más llevadero el periodo de resfriado y ayudarnos a salir de él más rápido. “Aquellos que reciben más abrazos están de alguna manera más protegidos contra infecciones”, concluyó uno de los doctores.
«Hemos probado que la percepción del apoyo social es igualmente eficaz para la protección de las infecciones debido a que nos protege de la susceptibilidad a la infección inducida por el estrés. Recibir abrazos podría en parte explicar esos sentimientos de apoyo y proteger a una persona contra la infección», agregó Sheldon Cohen.