La ex ministra de Salud Helia Molina (PPD) reafirmó sus acusaciones sobre la realización de abortos por parte de «familias conservadoras» en «clínicas cuicas» de Chile, que desataron una polémica que motivó ayer martes su renuncia al cargo. «No voy a negar lo que digo, lo dije porque lo pienso. Ése es un pensamiento genérico, no estoy acusando a ninguna clínica en particular, trabajé atendiendo recién nacidos, conozco el mundo de la salud al revés y al derecho. Por lo tanto, al que le venga el sayo, que se lo ponga», dijo Molina al dialogar esta mañana con periodistas en el frontis de su domicilio.
«No pretendo insultar ni ofender a nadie y decir que las leyes se requieren para la gente que no tiene recursos», enfatizó la ex autoridad, que especuló con las intenciones del diario La Segunda ante la publicación.
«La entrevista no era sobre aborto, era sobre inversión. Por lo tanto, me llama la atención que ayer, cuando habíamos defendido la preocupación, cuando habían buenas noticias de la reforma laboral, hayan sacado esta cosa», dijo, señalando que la entrevista fue realizada hacer varios días.
«No estoy contenta por dejar de ser ministra, pero sí súper satisfecha y súper tranquila, porque mi renuncia significa que se va a apagar un ruido innecesario en un Gobierno que tiene una épica transformadora, una línea segura, un hilo conductor hacia la equidad de Chile, de reducir las brechas en salud», indicó, admitiendo haber cometido un error con sus declaraciones.
«Uno como ministra no puede dar opiniones personales y la di. Asumo mi responsabilidad (…) Soy una ministra sin filtro, buena para hablar (…) Digo lo que pienso y a veces eso no necesariamente le hace bien a mi Gobierno, y por eso mismo decidí dar un paso al costado», sentenció.
«Hay que entender que esto no es algo personal. Yo no soy una rockstar ni me interesa la farándula ni tengo agenda política ni soy candidata de nada. A mí lo único que me interesa es que al Gobierno de la Presidenta Bachelet le vaya bien, y si eso pasa por que yo dé un paso al costado lo doy, y lo doy feliz y no tengo ningún arrepentimiento. Lo hecho, hecho está», sentenció.
Por otra parte, sobre la publicación del diario La Segunda de la polémica declaración, expresó que “la entrevista no era sobre aborto, era sobre inversión. Por lo tanto, me llama la atención que justamente ayer, cuando habíamos defendido la desocupación, cuando habían tan buenas noticias desde el ministerio del Trabajo y de la reforma laboral, hayan sacado esta cosa que si bien era inadecuada, no tiene gran trascendencia”.
Gremios de la salud respaldaron dichos de Helia Molina sobre el aborto
La renuncia de la ahora ex ministra de Salud, Helia Molina, por asegurar en una entrevista que «en todas las clínicas cuicas muchas familias conservadoras han hecho abortar a sus hijas» sigue generando reacciones.
Tras la salida de su cargo de la secretaria de Estado, dirigentes de los gremios de la salud refrendaron sus polémicas acusaciones.
El presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats), Óscar Riveros, aseguró que las palabras de Molina no están alejadas de la realidad, por lo que consideró «injusta» su caída.
«Como muchas de estas prácticas, muchas veces no hay cómo comprobarlo. Yo comprendo eso, pero lo que está diciendo ella (yo) lo refrendo, en el sentido que es una realidad que se vive en una situación de pobres y ricos», dijo Riveros.
«La capacidad económica es la que rinde frutos para la gente que tiene plata, y la que no tiene se jode no más», consideró el dirigente.
El presidente de la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam), Esteban Maturana, consideró que la renuncia de Helia Molina era la «crónica de una muerte anunciada», aunque aseguró que sus palabras no son falsas.
«El sector salud es uno de los que ha tenido demasiadas críticas, mucho conflicto, problemas tan críticos como el cierre de unidades en el Hospital Padre Hurtado y todos estos elementos han ido generando un clima, una tensión… Incluso al interior del Ministerio había mucha incertidumbre», dijo Maturana.
En dicho sentido, «las declaraciones (sobre el aborto) vinieron a transformarse en un elemento que favoreció el escenario propicio para una renuncia», recalcó.
La Federación Nacional de Profesionales Universitarios de los Servicios de Salud (Fenpruss) lamentó mediante un comunicado «que el Gobierno de la Nueva Mayoría haya aceptado la renuncia de la Ministra de Salud, Dra. Helia Molina, prestando oídos al sector conservador de nuestro país, un sector que es minoría pero que a través de su poder mediático logra sobrepasar lo que la ciudadanía espera de este Gobierno».
«Rechazamos tajantemente esta medida, a todas luces equivocada (…) Se ha optado por hacer un guiño a las familias conservadoras y a las clínicas, negando un secreto a voces que ha sido dicho en forma clara y directa por la Dra. Molina. Esta verdad que tanto le dolió a un pequeño sector de la sociedad, finalmente no hace más que reafirmar el doble estándar en que estamos inmersos, y que con esta actitud, el Gobierno apoya», dijo la Fenpruss.
El gremio destacó «el coraje y transparencia» de Molina, agregando que «el próximo ministro o ministra del ramo tiene el deber moral de continuar las tareas pendientes» de su antecesora, consciente de que «los sectores conservadores que han operado intentarán ‘instalar’ a una persona que sea más funcional a sus intereses, por lo que llamamos a la Presidenta Bachelet a no ceder ante esas presiones».
En tanto, organizaciones pro vida esperan que el próximo ministro de Salud escuche a los sectores que están en contra del aborto, como lo sostuvo la directora del proyecto Esperanza, Elizabeth Bunster.
«Esperaríamos de un futuro ministro de Salud que también escuche y pueda incorporar -no desde la perspectiva ideológica- (…) a todas aquellas mujeres que han sido dañadas por un aborto provocado, donde la mujer es una segunda víctima», dijo Bunster.