El vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, denunció al gobierno de Chile por pretender bloquear su eventual candidatura a la presidencia pro-témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC.
García comentó que si Bolivia lograra asumir la presidencia de la Celac en los próximos años «la voz de América Latina tendría mucho más peso» y utilizaría toda su «influencia en el continente para hacer conocer el derecho de Bolivia a una salida soberana al océano Pacífico», citado por la Agencia ABI.
La negativa de Santiago ante la posibilidad de que Bolivia obtenga la presidencia del bloque era previsible para García Linera, quien consideró que «Chile se presenta como un país aislado del continente, de espaldas al continente, a la justicia y a la integración continental».
El Vicepresidente boliviano alertó que «Chile ahora va a intentar bloquear la presencia del Bolivia en un organismo internacional tan importante». «Este tipo de actitudes no le favorecen a Chile, sino la mantiene como aislada, prepotente y agresiva en el ámbito internacional», reiteró.
Ambos países tienen una coyuntura territorial, ya que Bolivia nació como República en 1825 con costas al Pacífico, pero una invasión chilena, en febrero de 1879, le arrebató 400 kilómetros de litoral y 120.000 kilómetros cuadrados de territorios ricos en minerales.
Desde entonces, La Paz reivindicó su causa en diferentes foros sociales como la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) y la Organización de Estados Americanos (OEA), hasta llegar a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en 2013.
En mayo pasado, Bolivia y Chile presentaron al tribunal de la CIJ sus alegatos orales y escritos y desde ese momento el organismo jurídico internacional analizó los fundamentos de ambas partes y se declaró competente, el 24 de septiembre pasado, para atender la demanda presentada por el país andino.
En sus declaraciones, García comentó: «es un orgullo para cualquier país del continente dirigir semejante institucionalidad soberana (la Celac) que habla de que América Latina es otro continente sin padrinos, ni tutores y manipulaciones externas», pues es un mecanismo cuya misión principal es impulsar la integración regional y la promoción del desarrollo sostenible.