El penal especial y de alta comodidad de Punta Peuco fue creado por el timorato presidente Frei ante la amenaza directa del general Pinochet. Se siguió el modelo colombiano que favoreció al traficante Pablo Escobar Gaviria.
En 1994 la Corte Suprema condenó a penas de presidio efectivas a los generales Contreras y Espinoza como autores del homicidio de Orlando Letelier ocurrido en Washington.
Ante la negativa de estos generales de ir a la cárcel, respaldada por el general Pinochet y su ejército, repleto de oficiales que en los años siguientes serían condenados por diversos crímenes, el pusilánime presidente Eduardo Frei aceptó la condición de crearles una cárcel especial de alta comodidad para ambos delincuentes.
Existen razones políticas, jurídicas y éticas que hacen impostergable el cierre de ese recinto y su destino a mejores fines, a saber:
1.-Jurídicas, el principio de la Igualdad ante la Ley está severa y manifiestamente violentado por la existencia de este penal con sus canchas de tenis, dormitorios con sus baños privados, televisores, refrigeradores y microondas por piezas, visitas sin imitaciones.
Si no fuera una estadía llena de privilegios los militares condenados no la defenderían con tanto ahínco.
2.- Morales, evidentemente resulta inmoral que quienes han cometido los más graves crímenes de la historia delictual chilena reciban un trato especialmente privilegiado de parte del Estado. Hay muchos otros chilenos privados de libertad por cosas menores que no reciben estos beneficios, comodidades y consideraciones.
La falta da la proporción del castigo aquí resulta al revés: a más gravedad del delito, mejor trato.
3.- Políticas, el ex presidente Piñera cerró el Penal Cordillera con esas cabañas individuales con piscina, canchas de tenis y quinchos de asado destinados a violadores de Derechos Humanos. La derecha es el sector político que instigó el golpe, se benefició política y económicamente de la dictadura. Era difícil esperar una medida así de un presidente de ese sector; pero lo hizo.
Habló menos de Derechos Humanos, pero en este punto actuó correctamente. Cuesta entender que el actual gobierno que reclama para sí una suerte de propiedad sobre el tema de Derechos Humanos no atine a tomar la misma medida respecto de Punta Peuco.
Mantener este centro de alta comodidad es no poner término a una herencia dictatoria;, mantener el miedo a un dictador que no tuvo donde caerse muerto.
Esta situación se hace intolerable para una democracia que se precie a sí misma y cuyo parlamento tiene una vocación permanente a dictar normas de conducta democrática a otros países.
Estamos estudiando seriamente reclamar la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos si esta situación se mantiene.
(*) Abogado