Las primeras medidas adoptadas por el gobierno de Mauricio Macri, quien asumió la presidencia de la República Argentina el jueves 10 de diciembre, no dejan lugar a la menor duda: se trata de un violento giro a la derecha, de una restauración neoliberal de pura cepa.
Quien dio la tónica fue el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay (que no en balde integró los cuadros funcionales del banco estadounidense J.P. Morgan) al anunciar el 16 de diciembre la completa liberalización de los mercados de cambios y divisas, la liberación de todas las restricciones a las importaciones y exportaciones y la entrada del capital especulativo, además de acabar con los subsidios a las tarifas de la electricidad y el gas.
Utilizó el término “unificación de los mercados de cambio” para describir lo que se caracterizó de hecho como una mega devaluación cercana al 50%; de inmediato el peso se desplomó de $9.80 por dólar a casi $15 por dólar. Los efectos se hicieron sentir de inmediato en forma intensa, incluso en nuestro país.
Pero no se trata solamente de la devaluación. En sus primeras 72 horas de gestión el gobierno de Macri firmó nada menos que 27 Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Por decreto volvió en materia educativa a las leyes de la época del gobierno de Menem, bajó a la mitad el presupuesto educativo (del 6% al 3% del PBI), y de una manera ilegal impuso dos jueces de la Suprema Corte de Justicia (Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz) sin la imprescindible venia del Senado.
Al levantar las restricciones cambiarias, liberar el dólar y provocar la devaluación, el ministro de Hacienda y Finan zas, Alfonso Prat-Gay, declaró: “Vengo a anunciar el fin del cepo” (así es como se difundió esta medida internacionalmente). “El que quiera comprar dólares podrá hacerlo sin restricciones”.
Bajo este lema comenzó a aplicarse a partir del jueves 17 de diciembre el paquete de medidas, que incluía además la eliminación de las retenciones a la industria, la reducción de las retenciones al agro, la eliminación de los controles de precios. El ministro anunció también el retiro a los subsidios al gas y a la electricidad, e ipso facto el ministro del ramo anunció que se estudia una pronta suba de las tarifas respectivas, que ya es un hecho.
Todavía más. El nuevo gobierno descartó paralelamente los aumentos de salarios, anunció contactos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y con los “fondos buitres” para negociar en materia de préstamos y pagos. Los precios se dispararon, la inflación también, y todo ello, unido a la devaluación, provocó una transferencia de recursos, en elevadas proporciones, de los trabajadores y sectores marginados hacia los empresarios y el gran capital. Neoliberalismo puro y duro, como se ha dicho. Una verdadera restauración neoliberal.
Entre los 29 Decretos de Seguridad y Urgencia, además de los ya señalado, hay varios referidos a la creación de nuevos ministerios, transferencia de competencias de unos a otros, y nombramiento de 27 nuevos funcionarios que ya se juramentaron. Como se ve, van por todo.
Una personalidad muy destacada en el ámbito de la justicia y con amplios antecedentes en materia de defensa de los Derechos Humanos, el Dr. Eugenio Zaffaroni, a la vez ex ministro del máximo tribunal de justicia, declaró que el nombramiento de dos jueces de la Suprema Corte sin la venia del Senado equivalía a “clausurar el Congreso”. Ni más ni menos. En las protestas que generaron las medidas adoptadas contra el sistema educativo, se hizo notar que ellas incluían también la eliminación de las paritarias y de las escuelas técnicas.
Todo hace prever que en Argentina se viene un período de aguda confrontación y de auge de las luchas de los sectores populares y de trabajadores para evitar la aplicación de estos planes del gobierno macrista. En esa tesitura se ubica la ahora oposición kirchnerista. El diputado Edgardo Depetri, del Frente para la Victoria, declaró al respecto: “No se trata del fin del cepo sino de una brutal devaluación que va a triplicar las ganancias de los exportadores mientras se licuan los salarios de los trabajadores”.
Estos sectores se han mostrado estos días muy activos, realizando actos y manifestaciones en todo el país contra los planes del gobierno.
Datos para varias biografías
Muchos de los elementos que anteceden se podían pronosticar desde que se conocieron los currículums de los principales actores políticos elegidos por Macri para integrar su gabinete ministerial. Los datos que siguen son ilustrativos.
Ya hicimos referencia al Ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, representante del Banco J.P. Morgan en Argentina, además consultor permanente del FMI y del Banco Mundial, y estrechamente vinculado a la embajada de EEUU en Argentina. Realizó su formación y estudios de postgrado en los Estados Unidos.
El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, que maneja las áreas petrolera y gasífera, ocupaba desde el año 2003 el cargo de presidente de la empresa petrolera Shell Argentina y es además vicepresidente de Suministros para América Latina de dicha trasnacional. Ocupó la presidencia de la Cámara de la Industria del Petróleo, que concentra a las trasnacionales petroleras de origen estadounidense y europeo.
El ministro de la Producción, Francisco Cabrera, desarrolló la mayor parte de su carrera en el holding financiero Grupo Roberts, y luego en el grupo HSBC, donde fue miembro del directorio de La Buenos Aires Seguros, de Docthos y dirigió el sector minorista del Banco. Fue fundador y máximo dirigente de la compañía de Fondos de Pensiones Máxima AFJP (jubilaciones privadas).
La ministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, fue gerente general de Telecom Argentina, directiva de IBM y consultora del FMI y el Banco Mundial. Desde marzo de 2012 fue jefa de gabinete de la Secretaría General de la ONU, nombrada por Ban Ki-moon. Es considerada una operadora clave de las relaciones empresariales multinacionales a nivel global.
El presidente del Banco Central es Federico Sturzenegger, con formación y postgrado en Estados Unidos, logrando su doctorado en 1991 en el Massachusetts Institute of Thecnology. En el año 2005 resultó electo Joven Líder Global en el Foro Económico Mundial de Davos. Fue secretario de Política Económica durante el gobierno de Carlos Saúl Menem y manejó el mayor proceso de endeudamiento de la Argentina con los grupos financieros usurarios (Megacanje). Durante su gestión en la presidencia de Menem propuso la rebaja general de salarios y jubilaciones. Hoy maneja la megadevaluación del peso con el dólar.
El presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, se desempeñó como consultor privado del FMI, del Banco Mundial y de los mayores bancos multinacionales que operan en la Argentina. Cuando era jefe del Departamento de Deuda Externa del Banco Central cumplió un papel clave en el proceso de endeudamiento de Argentina con los fondos buitres y la banca transnacional. En la estatización de la deuda privada favoreció a conglomerados como el Grupo Clarín, IBM, Esso, Renault y otras de origen nacional como Pérez Compang, Bridas, y Cideco Americana S.A., perteneciente a la familia Macri.
Un estudio especializado señala que Melconian es uno de los más desembozados operadores del lobby empresarial multinacional que funciona con el auspicio de la embajada norteamericana en la Argentina.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, es representante argentino ante el Banco Centroamericano de Integración Económica, ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. También es consultor de las cámaras empresariales y de la banca transnacional.
Para completar el cuadro, el presidente Macri acaba de ofrecerle la presidencia de Aerolíneas Argentinas (la aerolínea de bandera) a Isella Costantini, actual presidenta de General Motors en Argentina y titular de la Cámara que agrupa a las terminales automotrices multinacionales.
El estudio del que tomamos los datos precedentes concluye con la siguiente afirmación: “Esta síntesis de sus funcionarios claves muestra claramente a quien representa el gobierno de Macri. Es el gobierno de las multinacionales y de la embajada norteamericana en la Argentina”.
El texto está firmado por Manuel Freytas y se titula: “El gobierno de las multinacionales. Con Macri la embajada norteamericana gobierna en la Argentina”. En su fragmento final, el autor señala que “ya comenzó la devaluación y el ajuste” y que en contrapartida “ya asoma la resistencia social de la otra mitad de la Argentina que votó contra Macri”.
Publicado en LA ONDA digital, Nº 759, 21 de diciembre 2015
¡Quién fuera argentino!
El diario El Mercurio, de Chile, destaca las grandes medidas que está tomando el nuevo gobierno en Argentina. El jueves 17 de diciembre, anuncia en su portada que Macri pone fin al «cepo del dólar» y «cumple una de sus principales promesas de campaña».
En su página 4, precisa que se trata de una medida «largamente esperada» (¿»esperada por quiénes»? no lo dice). Y agrega que ahora, en el mercado libre, el dólar se cotizará en torno a los 14 pesos argentinos, y que cualquier persona «podrá comprar dólares en el banco, pero con un límite de dos millones de dólares al mes».
¡Felicitaciones! O sea que mis compadres porteños, jubilados después de haber dedicado una vida a la docencia, ahora podrán comprar entre los dos, para sus ahorros, la hermosa suma de cuatro millones de dólares al mes!!! ¿Vos viste lo que eso significa?
Claro, mis amigos son simples profesores y con suerte pueden ahorrar unos dos mil o tres mil pesos argentinos al mes. Pero eso no importa. Ahora tienen la libertad de comprar cuatro millones de dólares por mes en el mercado libre.
¡Quién fuera argentino!