Era una operación rutinaria que terminó incluso con tintes conspirativos. La institución envió a Suiza partes mecánicas para su reparación. Al lugar llegó con un cargamento de coca. En resumen, se inició una investigación, sumario interno e incluso se acusa a Perú de espionaje.
Un nuevo hecho de extrema gravedad atañe al Ejército chileno. Esto luego que se encontrara un cargamento de cocaína al interior de un contenedor con motores de transporte militar enviados a Suiza para su reparación por la Fábricas y Maestranzas del Ejército, Famae.
Según informó The Clinic, el conteiner, que iba camino a Suiza, salió de Valparaíso el 27 de julio e hizo escala en el puerto de Callao, desde donde zarpó hacia Europa. Una segunda escala fue Rotterdam, Holanda.
Hay dos escenarios factibles sobre el caso y su gravedad es equiparable. Una opción es que la droga haya sido «agregada» al envío en Chile. La segunda es que la droga fuera «cargada» en el puerto peruano.
La última parece ser la que toma mayor fuerza, luego que el ministro de Defensa, José Antonio Gómez, revelara que el cargamento -que se puso en manos de una empresa privada- «estuvo en Perú un par de días y posteriormente se fue a Holanda y lo qué se encontró en esa instancia fueron los sellos adulterados».
Respecto que el hecho sea un eventual espionaje peruano, Gómez señaló «no tenemos ningún antecedente para decir eso. La preocupación es que se produzcan estos hechos y por eso hemos actuado rápidamente», según consignó La Segunda.
Daño deliberado a la imagen de Chile
Si bien el conteiner estaba sellado, la droga fue encontrada en su interior, por lo pudo dar espacio al espionaje del país vecino y que revisara estos motores, para quedarse con esta información de defensa nacional.
Por donde se le mire la situación es grave. Algunos expertos, que prefieren no ver su nombre publicado en esta nota, consideran que incluso, podría ser parte de una estrategia peruana para perjudicar la imagen chilena en el extranjero.
Comentarios que llegaron a oídos del diputado Jorge Tarud (PPD), quien dijo a nuestro medio que lo principal es que se inicie la investigación dentro del país, debido a su gravedad y que posteriormente ésta puede continuar en Perú.
«Si esto pasó por Callao, en consecuencia debiera continuar allá. Evidentemente un hecho así atenta en contra no solo del Ejército de Chile, sino que del país en su conjunto. En consecuencia es un hecho que se tiene que investigar a fondo», dijo el diputado.
Hasta ahora no se han entregado detalles sobre el episodio. Solo el ministro de Defensa confirmó la existencia de la droga en el cargamento.
Además, el legislador consideró que si la alteración es real, que amerita culpar a alguien, «significa que esto fue hecho por terceras personas y que quizás con el propósito de involucrar al Ejército de Chile, lo que sería gravísimo evidentemente».
El diputado aseguró que presentara ante la comisión de Defensa iniciar una investigación «porque creo que nosotros tenemos que avocarnos a este tema de forma serie y muy responsable, porque aquí está en juego el prestigio del país».
Famae niega responsabilidad
Durante el transcurso de la jornada Famae se desligó de responsabilidades y se comprometió a cooperar con la investigación que hoy lleva la Fiscalía Oriente.
Por medio de un comunicado, la empresa insistió que la carga se entregó a un ente privado contratada para el embalaje, transporte y sello desde Talagante hasta Valapraíso.
La institución agregó que, «sin perjuicio de lo anterior y tras tomar conocimiento de lo ocurrido, FAMAE presentó una querella criminal ante el Ministerio Público por infracción a la Ley 20.000 (de Drogas), con la finalidad de aclarar los hechos y determinar los responsables. Además se enviaron todos los antecedentes al Consejo de Defensa del Estado para que resuelva si se hace parte del proceso».
«FAMAE rechaza enérgicamente este acto delictivo al que es vinculado, razón por la cual reitera su compromiso a cooperar activamente con la investigación que lleva adelante el Ministerio Público, con el fin de determinar cuanto antes las responsabilidades que caben en estos hechos», finaliza la nota, difundida por su Departamento de Asuntos Corporativos.
Violación en escala
Finalmente, desde la perspectiva del diputado y secretario general de Amplitud, Pedro Browne, el incidente reviste «la máxima gravedad» y acusa que claramente los protocolos de seguridad son insuficientes.
El legislador alegó que el hecho deja en evidencia que «hay una fragilidad para enviar equipos a reparar que es bastante brutal. Argumentar que esto puede ocurrir en Perú, es que esto es destemplado. Pudo haber pasado en cualquier punto del trayecto, que no hay control».
«Lo que llama la atención es que un material tan importante, los conteiners puedan ser violados y nadie lo note hasta que llegue a destino, porque la pregunta debería ser cuándo se violaron, en Valparaíso, en Callao, dónde. Lo que queda claro es que esos sellos no dan ninguna seguridad a material que obviamente no se quiere que sea manipulado por terceros», concluyó.
Fuente: Cambio 21