Este domingo vence la acreditación de la Universidad Andrés Bello. El 2008 la Comisión Nacional de Acreditación le otorgó cinco años, una de las más extensas del sistema educativo -el máximo es siete-, y aunque hoy la CNA deberá analizar un nuevo periodo, la pista se avisora complicada para el plantel, debido a la investigación que lleva adelante la justicia por lucro y acreditaciones fraudulentas. De hecho, ha traspasado de 30 millones de dólares al grupo multinacional Laureate, actual controlador.
Sumado a eso, hace unas semanas la Universidad de Las Américas no fue re acreditada. La UDLA es el otro plantel grande del grupo Laureate, la multinacional de la educación que controla buena parte del mercado educativo en Chile. Aunque en el extranjero Laureate, a través del fondo KKR -su controlador-, no tiene problemas en reconocer que su fin es el lucro, en nuestro país lucrar con la educación está prohibido, lo que ha generado una serie de contradicciones para los dueños del grupo que tiene entre sus asesores al ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.
La investigación por lucro que comanda el fiscal Carlos Gajardo ya tiene en su poder un informe de la Brigada Investigadora de Delitos Económicos de la PDI, que da cuenta del traspaso de cerca de 18 millones de dólares por parte de la UDLA a Laureate, a través de la compra de diversos servicios, lo que podría constituir un nuevo mecanismo para evadir la ley.
Lo que no detalló es la situación de la Andrés Bello, plantel que -según aparece en la auditoría que el 2012 realizó Price WaterHouse Coopers- ha traspasado, bajo las mismas figuras de la UDLA, más de 30 millones de dólares al grupo multinacional.
Dinero en sacos
Según la auditoría de PWC, entre el 2011 y 2012 la UNAB traspasó, al menos, $17.332.288 miles de millones de pesos a Laureate. Más de 32 millones de dólares, casi el doble que la UDLA. Lo hizo a través de varias sociedades relacionadas: Laureate Chile II SpA, Laureate T BV y Laureate Education Inc.
A Laureate Chile II SpA le depositó $1.028.298 el 2011, y $816.038 el 2012 bajo el concepto de “servicios administrativos”. A Laureate T BV, $14.954.978.000 en total bajo los items “transferencia técnica e intelectual” y “servicios académicos”. Y a Laureate Education Inc $532.974 por “servicios administrativos”.
El informe de la auditora consigna que “las transacciones entre entidades relacionadas se realizan a valores de mercado, los que son evaluados permanentemente por tasadores independientes”. El documento con la auditoría completa puedes revisarlo aquí.
Consultado al respecto, el rector de la UNAB, Pedro Uribe Jackson descartó que el traspaso de dinero constituya una práctica que signifique lucro, aunque reconoció que los antecedentes están en manos de la Justicia: “El Fiscal no ha hecho una denuncia, lo que está diciendo es que hay algunos insumos que uno obtiene de Laureate, y que son insumos educacionales como bibliotecas en red, cursos de inglés e intercambio de estudiantes. Nosotros miramos y nos interesamos. Fue el caso de los cursos de inglés con licencia Cambridge, por ejemplo, que compramos a Laureate e implementamos”.
Según Uribe Jackson, los contratos con Laureate se realizaron debido a su conveniencia: “Indudablemente, si nosotros compráramos ese curso directamente en Cambridge, nos saldría más caro. No se están retirando excedentes por ninguna vía, lo que nos dan la posibilidad a nosotros es de comprar algunos servicios a precios más convenientes”.
El traspaso de dinero de la UNAB a Laureate se realiza bajo la misma modalidad que en el caso de la UDLA, la que también paga por “servicios administrativos” y “transferencia técnica e intelectual”.
La auditoría de PWC da cuenta, además, del traspaso de recursos a una serie de sociedades, pertenecientes al grupo, y provenientes de todo el mundo. La diferencia es que en estos casos se trata de préstamos que van y vienen, por tanto, no son traspasos definitivos de dinero. Los nombres más destacados que aparecen son: Universidad de Las Américas Ecuador, Universidad del Valle de México SL, Universidad Privada del Norte SAC, UNITEC Honduras, Laureate Internacional Costa Rica SRL, Walden University LLC, Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, SAC y Universidad Europea de Madrid SL, entre otras.
Los nombres del negocio
Actualmente la Junta Directiva de la Universidad Andrés Bello es presidida por Juan Antonio Guzmán Molinari, ministro de Educación durante la dictadura, y quien actualmente preside también los directorios de Alsacia, Clínica Indisa y Extend -comunicación estratégica-, y es director en SQM, Sonda, Scotiabank, consejero de la SOFOFA, y cuñado del sub secretario de Hacienda, Julio Dittborn.
El vice presidente del directorio es Jorge Selume, quien fue director de Presupuesto en la dictadura. Cercano colaborador de Álvaro Saieh, participó en el negocio de la venta del Banco Osorno y luego en la propiedad de CorpBanca, también formó parte del directorio de COPESA. El 2007 aparece como accionista de Blanco y Negro. La investigación por acreditaciones fraudulentas que la Justicia desarrolla en paralelo a la de lucro, lo apunta como el responsable de haber logrado un acuerdo con Luis Eugenio Díaz, el cuestionado ex presidente de la CNA, que lo tuvo contratado por más de dos años en la UNAB como “asesor” por un sueldo de $3.800.000 mensuales, según constata el libro “Con Fines de Lucro”, de María Olivia Monckeberg.
Otro de los directores es Ricardo Berckemeyer, CEO en Latinoamérica de Laureate. Otro hombre de la multinacional presente en el directorio es Manuel Krauskopf, vice presidente académico y de investigación de Laureate en la región Andina. Pedro Covarrubias también aparece como director. Covarrubias fue Fiscal en Chile de la oficina regional de Laureate y secretario general de la Universidad de Las Américas.
Luis Felipe Nuñez Errázuriz es Cheif Financial Officer de la región Andina del grupo, y fue vicerector de finanzas en la UDLA. Bernardita Méndez, científica, es la esposa de Pablo Valenzuela, Premio Nacional de Ciencias Aplicadas 2002, quien el 2009 ingresó a la propiedad de la Universidad San Sebastián. La historiadora de derecha, Patricia Arancibia Clavel, es otro de los nombres que aparece en el poderoso directorio.
La periodista María Olivia Monckeberg detalla en su libro “Con Fines de Lucro” las redes de poder que operan tras la UNAB. En el texto cuenta que en 1996, el grupo liderado por Álvaro Saieh, Jorge Selume y Miguel Ángel Poduje vendió el Banco Osorno en cerca de 500 millones de dólares y tomó el control del plantel, en alianza con el actual presidente Juan Antonio Guzmán Molinari y el empresario Andrés Navarro, amigo de Sebastián Piñera y ex presidente de Sonda.
El 2003 el plantel fue comprado por la internacional Laureate, pero varias de las inmobiliarias quedaron a nombre de los socios originales, lo que explica que el día de hoy ellos sigan ligados al plantel, y que en el directorio de la UNAB se mezclen los propietarios originales con representantes de la multinacional.
En la declaración que Jorge Selume realizó ante los fiscales del caso acreditaciones fraudulentas, Carlos Gajardo y Pablo Norambuena, entregó detalles sobre el proceso de venta a Laureate. El testimonio, reproducido en el libro de Monckeberg, señala: “El año 2003 entró el grupo Laureate al proyecto y salimos los ocho que estábamos. A esa altura teníamos aproximadamente doce mil alumnos. Se transfirieron institutos profesionales, marcas, algunas propiedades y también el Instituto Profesional AIEP. (…) El grupo Laureate adquirió estos bienes en alrededor de ochenta millones de dólares y, por lo tanto, ello significó diez millones de dólares para cada uno de los controladores. En todo caso, esta adquisición no incluyó la mayor parte de las inmobiliarias, que siguieron en manos de algunos de los sostenedores”.
En otra parte de su declaración, Selume da cuenta de la relevancia que el grupo Laureate tiene dentro del sistema educativo chileno: “La Universidad Andrés Bello tiene alrededor de cuarenta mil alumnos. El grupo AIEP, alrededor de cincuenta mil (que se adquirió el año 2000 y tenía alrededor de dos mil alumnos en ese momento), y la UDLA (Universidad de Las Américas) y la UVM (Universidad de Viña del Mar), alrededor de treinta mil alumnos más”. En total, más de 120 mil estudiantes hoy están matriculados en alguna institución de propiedad Laureate.
La principal preocupación de las autoridades universitarias en caso de perder la acreditación, es quedarse sin el ingreso que les otorga el Crédito con Aval del Estado, ya que la UNAB es una de las instituciones que ha concentrado los dineros CAE en los últimos años, siendo superada solo por el DUOC. El 2012, según datos de Ingresa, la universidad recibió $8.965.571.398 por este concepto. Durante la tarde de este miércoles, la CNA debiera tener lista su decisión de re acreditar, o no, a la Andrés Bello.
Académicos nerviosos
Con el proceso de re acreditación a la vuelta de la esquina, un académico de la UNAB relató a El Dínamo el ambiente que se vive al interior del plantel: “La versión oficial que nos han dado a los profesores es que están haciendo una regularización, porque hay problemas con la planta docente, porque en la UNAB los profes son contratados para docencia por lo que las medias jornadas deben dedicarse a eso y no a tiempo libre para investigación”.
El académico relata que han existido reuniones donde les han comunicado que “se están optimizando los recursos por motivos de la acreditación”, y que “van a llegar cartas de termino de contrato”. Sin embargo, no tienen certezas, y la no acreditación de la UDLA lo único que hizo fue “aumentar el nerviosismo de los académicos”.
Fuente: El Dínamo