La crueldad y el salvajismo del extremismo fundamentalista del denominado Estado Islámico parecen no conocer límites. Hoy se informó que quemaron vivas a 45 personas en la ciudad iraquí de Al Bagdadi, segun se cree, miembros de las fuerzas de seguridad iraquí, capturados previamente. Las imagenes corresponden al asesinato, por el mismo procedimiento, del piloto jordano Maaz al Kasasbe, el mes pasado.
Un alto funcionario de la Policía de Irak afirmó que la organización terrorista del Estado Islámico quemó vivas a 45 personas en la localidad de Al-Baghdadi, localizada en la zona oeste del país, un crimen que no ha sido confirmado por la comunidad internacional pero que encaja al modus operandi del grupo yihadista.
De acuerdo al testimonio del jefe de la Policía de Irak, las víctimas que fueron quemadas vivas por elementos del Estado Islámico pudieron haber pertenecido a las fuerzas de seguridad de la nación, además de indicar que no sería la primera vez que los yihadistas asesinan a miembros de las corporaciones policíacas.
Cabe recordar que contingentes del Estado Islámico de Irak lograron tomar la semana anterior buena parte de la ciudad de Al-Baghdadi, sin embargo, elementos de seguridad de la nación lograron repeler el ataque en algunas regiones.
Desde entonces, la localidad se encuentra bajo asedio y es escenario de múltiples confrontaciones.
El jefe de la Policía que narró el episodio violento protagonizado por el Estado Islámico de Irak, se encuentra refugiado en una conjunto de viviendas con familiares de personal de seguridad y funcionarios locales, sin embargo, advirtió que no resistirán mucho tiempo sin la ayudar del Gobierno local y la Coalición Internacional contra los yihadistas.
El coronel de Policía Qasim al Obeidi indicó a la prensa que los extremistas tomaron el control de gran parte de la ciudad, cerca de la cual se sitúa la base aérea iraquí Ain al Asad. Según sus datos, las instalaciones del personal militar y sus familias están siendo atacados por el Estado Islámico en estos momentos.
El cargo policial, citado por la cadena BBC, pidió ayuda al Gobierno y a la comunidad internacional.
La ciudad de Al Bagdadi cayó en manos de la organización terrorista tras varios meses de asedio. Al igual que la mencionada base, la localidad se ubica en la gobernación occidental iraquí de Al Anbar, que está poblada mayoritariamente por musulmanes sunitas y ocupada casi íntegramente por el Estado Islámico.