Por estos días, una ardiente polémica cruza la bucólica paz de la sociedad talquina. El alcalde Juan Castro, en rigor, un patrón de fundo devenido a político, acaba de nombrar Director del Tránsito a Alex Valdevenito. Sólo que para que asuma, median dos ligeros problemas, representados de voz en cuello por el concejal Marcelo Rojas, en la última sesión del Concejo: primero, Valdevenito fue sorprendido manejando en estado de ebriedad, en enero de 2011. Pero, segundo, se da la casualidad que además es hijo de su Jefe de Gabinete. En resumen, está la zorra.
Después de 13 años de servicio, Jaime Gelmi dejó su cargo como director de Tránsito de Talca. En su reemplazo el alcalde Juan Castro nombró a Alex Valdebenito quien en enero del 2011 fue sorprendido conduciendo bajo los efectos del alcohol, mientras era director de Tránsito de la comuna de San Rafael.
Además, Alex Valdebenito Márquez es hijo del actual jefe de gabinete del municipio de Talca, Juan Valdebenito, y asumirá el cargo sin concurso previo y por la exclusiva confianza del alcalde Castro, lo cual fue cuestionado por el concejal Marcelo Rojas en la pasada sesión del Concejo Municipal:
“Es una falta de respeto para la ciudad tener un director de Tránsito el cual está cuestionado por su conducta indebida, por haber estado ebrio, imputado por la fiscalía y es más grave todavía porque es hijo del jefe de gabinete, es una falta de respeto que se estén privilegiando los hijos de los directivos de la Municipalidad, es un nepotismo total”.
Castro, como buen patrón de fundo, no dio su brazo a torcer:
“Asumirá Alex Valdebenito la dirección de Tránsito. El alcalde es dueño de contratar a quien le parece bien para que ayude en la administración comunal y no tengo por qué estar preguntándole a los concejales. Tiene una experiencia de cinco años trabajando de director de Tránsito en la comuna de San Rafael, entonces es una persona que tiene mucha capacidad, competencia, conocimiento y los atributos necesarios para asumir como encargado de tránsito de Talca”.
Lo de su competencia no es tan claro. De hecho, en la municipalidad de San Rafael, Valdebenito está contratado desde el año 2009 en calidad de profesional investigador criminalista. Además, pese a las facultades que se arroga el alcalde, Alex Valdevenito, por ser hijo del jefe de gabinete, Valdebenito no podría no asumir, de acuerdo a lo que señala la ley 19.653, sobre probidad administrativa.
En su artículo 56 señala que no podrán ingresar a cargos en la administración del Estado “las personas que tengan la calidad de cónyuge, hijos, adoptados o parientes hasta el tercer grado de consanguinidad y segundo de afinidad, inclusive respecto de las autoridades y de los funcionarios directivos del organismo de la administración civil del Estado al que postulan, hasta el nivel de jefe de departamento o su equivalente”.
En tanto, la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades (18.695), en su artículo 41, indica que “el ingreso en calidad de titular se hará por concurso público y la selección de los postulantes se efectuará mediante procedimientos técnicos, imparciales e idóneos que aseguren una apreciación objetiva de sus aptitudes y méritos”.
El mejor alcalde de Talca, París y Londres
El alcalde Castro es otro que bien baila. El año pasado, la página web de la municipalidad de Talca exhibía un video según el cual Castro -independiente por Alianza- aparecía recibiendo un galardón que lo certificaba como el “mejor alcalde de Iberoamérica”, noticia que, naturalmente, saturó la primera plana de los medios regionales.
Según consignaba la publicación institucional, el reconocimiento fue entregado “bajo rigurosos parámetros de selección” por el Instituto Mexicano de Evaluación (IMDE) en una ceremonia que se realizó en Ciudad de México, hasta donde Castro viajó con su asesor, Dante Torres.
Tal fue la publicidad que Castro le dio a su galardón en cuanta ceremonia municipal hubo, que el concejal PC, Sixto González, comenzó a sospechar y descubrió -tras indagar sobre el escaso prestigio internacional del supuesto premio a la excelencia- que el departamento de finanzas debió pagar $1.677.000 por concepto de inscripción y además $2.314.452 por pasajes aéreos, para que Castro recibiera el dichoso premio, que dicho sea de paso, también fue comprado por el ex alcalde de Providencia, Cristián Labbé
Los fondos fueron cargados al erario municipal.
Además de las dudas sobre cómo se escoge a los seleccionados -no hay una postulación con recepción de antecedentes, sino que la entidad recopila información online de acuerdo a lo que han publicado los medios-, la entidad ha sido cuestionada en México y España porque para acceder a un premio los seleccionados deben entregar a la organización un monto de dinero que, en el caso de España, asciende a mil euros, unos $750.000. A eso se suman los gastos que deben asumir los municipios por los pasajes aéreos, alojamiento y viáticos de quienes asisten al evento anual que el año pasado se realizó en el Distrito Federal en el Hotel Camino Real Polanco.
Anualmente se premia a 96 alcaldes en la región además de diputados y senadores. Además hay una categoría distinta para los políticos españoles, aunque en la península ibérica la credibilidad del IMDE es muy baja.
En abril de 2013, el diario El Mundo de España publicó que uno de los créditos del premio, Jorge Santiago Barnés, otrora director del Máster en Asesoramiento de Imagen y Consultoría Política (MAICOP), de la Universidad Pontificia de Salamanca fue cesado de su cargo por haber “utilizado el nombre de la Pontificia para crear una estructura paralela en beneficio propio, firmando acuerdos con otras universidades y empresas sin permiso de la Pontificia y designando cargos vinculados al Máster sin autorización” en referencia a que el IMDE informó en su minuto a los seleccionados en España que contaban con el respaldo de la casa de estudios.