Sin prisa ni pausa, el Comando Ancud Aprueba de Salida, despliega su programa de actividades. Es el caso de un banderazo y volanteo, en el centro de la ciudad, la tarde del miércoles 27 de julio.
Ya se sabe; un grano no hace el granero…pero cientos de actos como este, simultáneamente, en todo el país, atestiguan el despliegue del activo del apruebo, movilizado en calles y plazas, en notoria ausencia de las minorías del rechazo, que en cambio predominan sin contrapeso en los medios de comunicación, el discurso dominante y las campañas de mentiras en las redes sociales.
Cada uno lucha con lo que puede.
El encuentro con la gente, en diálogo directo, sea en mitines improvisados, o visitas puerta a puerta, o en distribución de propaganda, es la herramienta secular del movimiento popular chileno, vigente desde el movimiento obrero, en el primer tercio del siglo pasado.
La tecnología de la propaganda negra y la desinformación, con sus exponentes característicos, la campaña del terror y la mentira sistemática, registra origen en la campaña de Frei Montalva, en la elección presidencial de 1964, luego de que el Departamento de Estado tomara debida nota del peligro representado por Salvador Allende, a 15 mil votos de la presidencia en 1958.
Se trata de técnicas suministradas por la CIA, en el contexto de la guerra fría, utilizadas profusamente desde entonces, con distinta eficacia y nivel de éxito, primero, para intentar impedir su elección en 1970; luego, en la conspiración para derrocarlo; después, en el sostén de la dictadura; enseguida, en el soporte del pacto binominal que dio origen al partido del orden y la república neoliberal, y ahora, tanto en el rechazo en el plebiscito de salida, como en el sistemático desprestigio de la convención.
En todas esas ocasiones, varían los actores, pero salvo liberal-socialistas; social cristianos de derecha y oportunistas de medio lado, son las mismas fuerzas políticas oligárquicas conservadoras devenidas en neoliberales, gremios empresariales y formaciones sociales subalternas, incluyendo capas medias individualistas, mercantilizadas y temerosas, sectores populares aspiracionales, distantes de la política, y periferias abiertamente fascistas.
En el contexto actual, la campaña del terror contra una Nueva Constitución, representa la reagrupación del bloque hegemónico, frente al formidable desafío planteado por la rebelión plebeya de octubre de 2019, refrendado por dos contundentes victorias electorales, el plebiscito del 15 de marzo de 2020, y la elección de convencionales, el 15 y 16 de mayo de 2021.
Contra esa odiosa campaña, el Comando Ancud Aprueba de Salida, al igual que centenares y miles de organizaciones como esta, responden con la verdad, y de Cara a la Gente.