En el contexto de una derecha vociferante, soliviantada en todos los planos, Sebastián Sichel no fue la excepción. No se puede decir que se sacó la careta, porque nunca fue un secreto que es el palo blanco de la derecha empresarial, pero al menos, el bozal.
«No por la excusa de respetar los derechos humanos vas a renunciar a una de las obligaciones principales del Estado, que es mantener el orden y controlar la violencia», dijo en entrevista con El Mercurio, el viernes pasado.
Exactamente lo mismo que ha repetido invariablemente Piñera desde el estallido, pero dicho de manera más torpe, lo cual no es poco decir. De inmediato salió su vocera, Katherine Martorell, a enarbolar el viejo tópico de la sacada de contexto:
«Creo que lo que ha existido es una descontextualización. La coalición del Partido Comunista cree que los derechos humanos se contraponen al derecho de vivir en paz y el programa de Sebastián Sichel tiene incorporado los derechos humanos en cada una de sus temáticas».
Claro, igual que el programa de Piñera.
El hecho de que representantes de la derecha chilena, entre las más violentas y sanguinarias de Latinoamérica -si bien siempre por mano mora- subordinen los derechos humanos a la mantención del orden público y el control de la violencia, lo que equivale a justificar a priori sus violaciones, significa que no han aprendido nada y que no han cambiado un ápice.
Por tanto, habría que estar dementes para entregarles el voto.
La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, consideró la afirmación de Sichel, de extrema gravedad:
“Las palabras de Sichel son inaceptables; en cualquier otro país estarían catalogadas en un rango de tal peligrosidad que sería inhabilitado como candidato presidencial. Relativizar el respeto de los derechos humanos de quien pretende gobernar un país es gravísimo y por lo tanto debiese dar un paso al lado e irse a reflexionar sobre la visión que tiene respecto a cómo va a gobernar, desde la mano con garrote reprimiendo como lo hemos visto hasta ahora, o sea continuar el actuar de Sebastián Piñera la verdad es que resulta de una violencia, de una irresponsabilidad inaceptable”.
Agregó:
“La derecha siempre trata de vestirse como demócrata, se autodenomina defensora de los derechos de las personas, de los derechos humanos, pero no es más que una imagen que trae consigo ese ropaje autoritario y represivo que usando palabras que le acomodan, lo que está haciendo es relativizar los derechos humanos”.
En opinión de la diputada Carmen Hertz, «para la derecha el respeto a DDHH son una ‘excusa»; en su infinita ignorancia y ánimo represor y genocida, si les es necesario, desconocen la construcción mundial de protección a la condición humana».
Para la derecha el respeto a DDHH son una “excusa”, en su infinita ignorancia y ánimo represor y genocida, si les es necesario, desconocen la construcción mundial de protección a la condición humana https://t.co/Tf6hPhn23G
— Carmen Hertz Diputada (@carmen_hertz) August 28, 2021
A su turno, Gabriel Boric, candidato presidencial de Apruebo Dignidad, señaló:
“Las declaraciones de Sebastián Sichel son especialmente graves viniendo de un ministro de un gobierno que no fue capaz de mantener el orden, de proteger a las personas ni respetar los DD.HH. Es lamentable ver que para Sichel, igual que para Piñera, los DD.HH son solo una excusa”
Agregó:
“Lo mínimo que merece Chile tras una frase así, es que el exministro se disculpe con las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos. Las de ayer y las de hoy, las de la dictadura y las del gobierno del que fue ministro”.
«Me parece que tratar a los derechos humanos como excusa es una cuestión que es tremendamente preocupante. La defensa a los derechos humanos no es excusa de nada, es un fin en sí mismo. Hablar de verdad, justicia y reparación no es un tema del pasado», concluyó.
