¿Qué fue lo que realmente mató al genio polaco Frederic Chopin? ¿La temida tuberculosis del siglo XIX? ¿ O una fibrosis quística, que en esos años era desconocida para la medicina?.Más de un siglo y medio después los científicos aún tienen dudas sobre la enfermedad que tan tempranamente terminó con la vida del virtuoso polaco, apenas de 39 años. Su menuda contextura física,delgado, pequeño y muy pálido,correspondía absolutamente al estereotipo del típico romántico.Tanto que su amante, la novelista George Sand señalaba»Chopin tose con una gracia infinita»..
En un afán de despejar dudas en abril de 2014, se realizó una ceremonia secreta en una iglesia de la capital polaca, Varsovia. Genetistas y forenses examinaron el frasco que contenía un corazón preservado en alcohol -muy probablemente coñac- durante más de 160 años. Se supone que latía en el pecho del hijo más famoso de Polonia, el gran compositor y pianista Frederic Chopin.
Los científicos querían chequear que estuviera en buena condición y responder a la pregunta: ¿qué mató al creador de una obra considerada por los polacos como la encarnación musical de su país?
Chopin murió en un apartamento en la mítica Plaza Vendome de París el 17 de octubre de 1849, a los 39 años de edad. La más grande autoridad francesa en tuberculosis (TB) le había diagnosticado la enfermedad meses antes, y anotó debidamente eso en el certificado de defunción como la causa.
Su doctor, Jean Cruveilhier sacó el corazón del cuerpo de Chopin e hizo una autopsia. Lo que registró precisamente se perdió, pero hay reportes que indican que se refirió a algo que no era TB sino «una enfermedad no encontrada previamente».
Otras Teorías
Eso dio oportunidad al surgimiento de nuevas teorías. Un estudio médico aseguró que la fibrosis quística -que no había sido descubierta en 1849- fue lo que lo mató. Otro, que Chopin había heredado un tipo de enfisema, llamada deficiencia de alfa-1 antitripsina.
De acuerdo al informe de los científicos,el corazón de Chopin estaba bien preservado y contenía «nódulos de TB», reportaron. Estaba también «muy dilatado, lo que sugería problemas respiratorios, vinculados a una enfermedad pulmonar».
Los científicos que llevaron a cabo el examen querían abrir el frasco, pero enfrentaron una implacable oposición de «todo el mundo, empezando por la tataranieta de una de las hermanas de Chopin
Otros oponentes, agregó, incluían el antiguo director del Instituto Chopin de Polonia y el arzobispo de Varsovia, el cardenal Kazimierz Nycz.
Chopin para su país natal. llegó a simbolizar el nacionalismo polaco, pese a que se fue de Varsovia cuando tenía 20 años y nunca regresó. A lo largo de su vida, Polonia no existió: fue tragada por Rusia, Prusia y Austria en 1795, y sólo se volvió a materializar como país independiente 123 años más tarde.
El patriotismo de Chopin encontró su expresión en su música, y para los polacos llegó a simbolizar el nacionalismo polaco. Su último deseo fue que su corazón fuera removido antes de que lo enterraran en el cementerio de París Pere Lachaise, y que su hermana lo entrara clandestinamente a través de la frontera custodiada por guardas rusos a Polonia.
Inmiscuirse con el corazón de un hombre tan ligado a las batallas de Polonia sería, para muchos polacos, un sacrilegio.
«La sensación sería de profanación», explica Rose Cholmondeley, presidente de la Sociedad Chopin con sede en Londres. «Es como una reliquia religiosa, y un análisis de ADN deja un sabor de mal gusto».
Sin embargo, como dice Cholmondeley, es difícil saber cuánto de eso es verdad, y existe la posibilidad de que el corazón que se puso en el pilar de la iglesia en octubre de 1945, en medio de la celebración patriótica en las ruinas de la devastada ciudad, no es el de Chopin.
Muchos otros músicos alabaron su música l , entre ellos los siguientes :”Cada nota de Chopin es un diamante que cayó del cielo», compositor húngaro Franz Liszt ;su música es como «cañones ocultos bajo las flores», Robert Schumann.
Así, la Iglesia de la Santa Cruz en Varsovia continuará siendo un lugar de peregrinaje para los devotos de Chopin, que acuden convencidos de que ahí descansa el más grande de todos los patriotas polacos.