Un trabajador subcontratado es parte del proceso económico destinado a círculos de especialización productiva. Es decir, una empresa que se dedica a cierto rubro contrata una compañía externa que brinde servicios de especialización.
Este sistema se ha expandido a cualquier función productiva que la norma no contempla, provocando que el número de trabajadores de planta sea inferior y que, ante cualquier crisis económica, una empresa pueda despedir arbitrariamente a quienes trabajen bajo esta figura.
Al respecto, el investigador, experto en acción sindical y asesor de la Unión Portuaria de Chile, Lucas Cifuentes, indicó que existen diversas irregularidades en la relación laboral y comercial entre las empresas y las partes que terminan afectado principalmente a los trabajadores.
“El trabajador recibe las órdenes de la empresa, pero le paga el contratista, una mala práctica. Pagan al subcontratado y la empresa se protege del mercado, y no está obligada al pago de previsiones y seguros. Con ello, las condiciones de trabajo son distintas y peores, los subcontratados quedan marginados del Código Laboral”.
Según el investigador, este tipo de acuerdos ha provocado varias consecuencias: ausencia de estabilidad laboral, de protección social y remuneraciones bajas con notorias diferencias en el trato, protegiendo así los intereses de los conglomerados.
En esta misma línea, Miguel Urrutia, integrante del departamento de Sociología de la Universidad de Chile e investigador de Fondecyt, afirmó que el Estado ha sido negligente al no atender a este problema, promoviendo incluso este tipo de relaciones entre empleadores.
“El Estado defiende a los habitantes, pero en las últimas décadas se sostiene la idea de que los trabajadores no tengan una voz articulada para articular en el desarrollo nacional”, indicó.
Asimismo, declaró que, pese a los avances, el tipo de negociación colectiva no ha sido consolidada en un documento jurídico, dejando los acuerdos con un carácter eventual, en el que no se garantiza que se apliquen a futuro. La situación se da, señala el académico, producto de las fallas del Código Laboral, el cual no permite el derecho a huelga y negociación, lo que se le ha hecho ver en reiteradas instancias a las autoridades, pero las cosas siguen igual.
Asimismo, el sociólogo señaló que “la ley ha permitido a los empleadores mantener una forma de relación laxa, en donde las mayores responsabilidades son asumidas por éstos, sin permitirles formar un movimiento sindical fuerte”.
Ante esto, Cristian Cuevas, integrante de la directiva de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), enfatizó que la subcontratación ha sido el pilar del modelo económico, que pasa a llevar los derechos laborales y que no les permite manifestarse.
El dirigente señaló que “la subcontratación es la columna vertebral del abuso laboral. Los trabajadores hemos luchado para erradicar los abusos, pero cada día debemos batallar por nuevas ofensivas que hace la industria, permitidas por quienes administran el gobierno”.
Según los expertos, tanto los trabajadores forestales, portuarios como del sector cuprífero muestran condiciones laborales ínfimas y con una total desprotección de derechos. Por ejemplo, en el sector forestal, les pagan sueldos mínimos, sin resguardo ante accidentes; en el sector portuario el tipo de contrato es “eventual”, contratando y despidiendo a obreros por el día, mientras que el sector cuprífero sigue en la misma línea. Todos estos conflictos están sujetos a volver a explotar en cualquier momento si no se realizan cambios de fondo.
Fuente: Radio Universidad de Chile