Debieron pasar 22 días de paro para que el Gobierno y los empresarios portuarios reconocieran las justas demandas de los trabajadores. No sólo obtuvieron el pago retroactivo del bono por la media hora de colación desde el año 2005, sino que lograron la creación de una mesa de trabajo con el gobierno para avanzar en los temas de fondo, como el reglamento de las faenas portuarias y un bono de término de conflicto de $ 1.500. 000 por trabajador. Más allá de eso, el paro de los portuarios mostró la debilidad del modelo neoliberal ante el embate de la lucha de clases, y mostró el camino para avanzar en la equidad de la relación fundamental entre el capital y el trabajo.
Faltaba la firma de los empresarios para sellar el acuerdo y finalmente llegó, tras 22 días de movilización el paro portuario llegó a su fin.
El vocero de la Unión Portuaria de Chile, Sergio Vargas, dijo que «se destraba el conflicto, volvemos a trabajar al primer turno, a las 8 de la mañana» y señaló que «fue una larga lucha», en la que «reconquistamos algo que era nuestro».
«Esto viene a confirmar lo que decíamos, que la devolución de estos dineros eran nuestros y los patrones tenían que hacerlo», agregó Vargas.
Alberto Bórquez, gerente general de STI y vocero de los empresarios portuarios, indicó que «en primer término, acordamos privilegiar el restablecimiento inmediato de la totalidad de las faenas portuarias por medio del pago único de un bono por término de conflicto de 1.500.000 de pesos para cada trabajador que cumpla con los términos descritos en el acuerdo. Dicho monto será cancelado durante el mes de febrero del presente».
«En segundo lugar, acogemos la solicitud de reintegrar en las mismas condiciones previas al comienzo de la paralización, a los trabajadores movilizados que puedan haber sido desvinculados en este periodo», indicó Bórquez.
El ministro del Trabajo, Juan Carlos Jobet, indicó que el Estado hará esfuerzo «equivalente al que están haciendo las empresas, pero que tiene una forma distintas porque se va a hacer en un proyecto de ley en que cada trabajador va a recibir una compensación asociada a la media hora (de almuerzo)».
Jobet explicó que esta compensación «depende de la antigüedad de los trabajadores y que va a beneficiar a los que tengan tres años en el sistema o más, y que además depende del número de turnos que los trabajadores hayan hecho durante el período en cuestión».
El acuerdo contempla el pago retroactivo del bono por la media hora de colación desde el año 2005, además de la creación de una mesa de trabajo con el gobierno para avanzar en los temas de más largo plazo como la eventual creación de un reglamento portuario, según señaló a La Tercera, Eduardo Araya, vocero de los trabajadores de San Antonio Terminal Internacional (STI).
En este sentido Jobet precisó que «la demanda principal de los trabajadores, entre otras, era el pago retroactivo de la media hora (de colación). Este documento lo que hace es que aborda ese tema.Todos ponemos de nuestra parte para encontrarle una solución, los trabajadores, los empresarios y el gobierno. Esperamos que los empresarios aprueben esos términos que están definidos en este acuerdo».
Regreso a faenas
Por su parte, el vocero de la Unión Portuaria de Chile, Sergio Vargas, señaló que «hoy estamos saliendo de una de las problemáticas del sector, tenemos que seguir trabajando. Hoy el gobierno y los empresarios son los culpables de lo sucedió. Esto se podía haber evitado si nos hubiesen escuchado cuando expusimos esta problemática hace más de un año».
Así lo confirmó el vocero Sergio Vargas, ya que los empresarios dieron el visto bueno al acuerdo que los trabajadores alcanzaron con el gobierno.
En entrevista con CNNChile, Vargas señaló que había sido informado que los «empresarios ya firmaron» y que por lo mismo «volvemos a trabajar el domingo, al primer turno».
El líder de los trabajadores del puerto de San Antonio destacó el logro conseguido en la parte económica, pero cree que lo más importante «es la mesa a largo plazo que vamos a dejar instaurada para revisar de una vez por todas la problemáticas del sector, para poder terminar con los paros que tenemos que hacer cada cierto tiempo».
«Estamos muy contentos, fue una lucha grande de los trabajadores, es un gran triunfo para la unidad de los portuarios», agregó.
Detalló que en el acuerdo lograron «bonos de mitigación por el tema del retroactivo de las horas de colación. Tiene variables, pero se paga a los trabajadores. Se acercó a lo que nosotros pretendíamos».
«Una parte se paga en febrero y otra por un proyecto de ley que se va a demorar un par de meses», puntualizó.
Finalmente, hizo un análisis del conflicto y afirmó que «nunca debió haber pasado, por eso hay que reglamentar y dejar las cosas claras para que no vuelvan a suceder este tipo de situaciones».
Gobierno valora fin del paro
El gobierno valoró el fin del paro portuario, se mostró conforme con el acuerdo y pidió abordar los temas estructurales de la industria tras más de 20 días de movilizaciones.
El ministro del Trabajo, Juan Carlos Jobet, señaló que el acuerdo es bueno porque «reconoce y se hace cargo de las demandas de los trabajadores».
También indicó que «el gobierno se comprometió a hacer un proyecto de ley en el que podamos cerrar el tema de la 1/2 hora de colación y lo más importante, que vamos a trabajar para elaborar los lineamientos de un proyecto que aborde de una vez los temas estructurales de la industria portuaria».
«No puede ser que un país con una economía abierta al mundo, integrada, donde las exportaciones son tan importantes, estemos constantemente con paros portuarios. Eso puede tener un efecto que sea dañino para la ciudadanía, los exportadores y los agricultores, por lo tanto lo importante es abordar los temas a largo plazo y veamos cuáles son las modificaciones legales que hay que hacer para que no se repitan».
En tanto, Pedro Pablo Errázuriz, ministro de Transportes y Telecomunicaciones, calificó como «muy positivo» el resultado de las negociaciones luego de un trabajo «muy intenso entre tarbajadores y empresas».
Además, destacó la forma que tuvo el país de «reaccionar bien» ante el paro, lo que permitió «minimizar el impacto económico. Eso es una señal muy positiva, ya sea aumentado la capacidad de importación y exportación por otros puertos y también utilizando la capacidad de frigoríficos».
Por su parte, el ministro de Agricultura Luis Mayol afirmó estar «muy contento desde el punto de vista sectorial, ya que la agricultura, sobre todo de exportación, después de estos más de 20 días, estaba sufriendo un grave perjuicio, no solamente los productores, sino que los trabajadores, los transportitas y la imagen de nuestro país estaba sufriendo un grave daño afuera, ya que en un mismo año un segundo paro consecutivo es difícil de explicar».
Finalmente, agradeció «la disposición de los trabajadores que vinieron de todo Chile y la de los empresarios y los minitros, porque nos permitió entre todos llegar a una solución satisfactoria».
Fedefruta valoró fin del paro
El presidente de Fedefruta, Cristián Allendes, valoró el fin del paro portuario y pidió una ley especial para que, en caso de repetirse una movilización de este tipo, los alimentos perecibles no sean afectados.
«Tras la gestión y presión de la industria frutícola, a través de gremios como Fedefruta y Asoex, para dar a conocer los daños que el paro portuario ha provocado en la fruticultura de Chile, agradecemos este acuerdo que pone fin a la paralización que se extendió por más de tres semanas», afirmó Allendes por medio de un comunicado.
El dirigente manifestó que «nos preocupamos no solo de que este tema fuera de interés público, también sostuvimos conversaciones desde un comienzo con los Ministerios del Interior, Agricultura y Trabajo, los empresarios y los sindicatos portuarios para que fuese posible un diálogo que terminara con el conflicto».
subir «Esto no ha acabado»
Allendes dijo que «independiente de lo acordado en el documento, urge la discusión de una ley para que los perecibles no vuelvan a estar afecto a paro, ya que el transporte de estos productos debe ser considerado como una actividad prioritaria para la economía chilena».
«Para nosotros esto no ha acabado, pues ahora tendremos que dar explicaciones por las faltas de cumplimiento a causa de motivos que están fuera de nuestro alcance, y asumir los costos y pérdidas -monetarias y de empleo- tras la crisis», indicó.