Justicia que tarda, ya es injusta. Casi nueve meses después de los sucesos que terminaron con la ceguera total de Fabiola Campillai, Carabineros dio de baja a los dos oficiales que comandaban el operativo.
Pero no por el delito en sí, sino por responsabilidades laterales, como «no haber realizado indagaciones para verificar el estado de salud y prestar auxilio a una víctima, y omitir el procedimiento legal correspondiente».
Mediante un comunicado, Carabineros informó la expulsión de dos funcionarios como resultado de la investigación administrativa por el procedimiento donde Fabiola Campillai fue impactada en el rostro con una bomba lacrimógena que la dejó sin visión, el 26 de noviembre en la comuna de San Bernardo.
La mezquina y evasiva misiva omite la identidad de los expulsados, pero se sabe que los dos oficiales a cargo del operativo eran los capitanes Patricio Maturana Ojeda y Jaime Andrés Fernández Sepúlveda, ambos de la Primera Comisaría de San Bernardo, el primero de los cuales disparó el proyectil.
Sin embargo, según el jefe de Zona Metropolitana Oeste de Carabineros, general Enrique Monrás, a uno de ellos se les atribuye no haber realizado indagaciones para verificar el estado de salud y prestar auxilio a una víctima, y omitir el procedimiento legal correspondiente.
Al segundo oficial involucrado, en tanto, se le acreditó que pese de que tomó conocimiento de que existía una lesionada, no desplegó iniciativa alguna, además de declarar hechos contradictorios sobre lo ocurrido.
“El auxilio oportuno a una víctima, sea cual sea la circunstancia en que resulte herida, es una obligación para todo carabinero cuando las condiciones lo permiten. El incumplimeinto de este principio resulta inaceptable y es causal de expulsión de la institución”, explicó el jefe de Zona Metropolitana Oeste de Carabineros, general Enrique Monrás.
De igual forma, aclaró que la decisión administrativa es sin perjuicio de la investigación penal iniciada por el Ministerio Público.