El desorden de la oposición -esta vez el Partido Humanista-, la oportunista posición de la derecha y la recurrente trampa de los quorum calificados, impidieron que la Cámara de Diputados reestableciera el voto obligatorio, a pesar de que la iniciativa ganó por 89 votos a favor y 44 en contra, es decir, más que dobló al rechazo.
Esta es otra muestra de la calidad de la «democracia» en Chile, y un nuevo ejemplo de la increíble torpeza de entregarle la llave del quorum de dos tercios a la derecha, en el «proceso» constituyente; salvo, claro, que no se haya tratado de cálculo, para dejar las cosas donde mismo.
El proyecto contó, al ser votado, con 89 votos a favor, una sólida mayoría, contra 44 votos en contra, una clara minoría, y 15 abstenciones.
Pero como se necesitaba, 93 votos, es decir, 3/5, otra vez «ganó» la minoría. Se volvió a imponer un quórum establecido por la actual Constitución, vía en uso por la derecha para , siendo minoría, rechazar avances importantes para corregir el sistema democrático.
Se vota en la Cámara voto obligatorio:
✅89 a favor.
❌44 en contra.
Resultado: Se rechazaSe vota la paridad en el Senado:
✅24 a favor.
❌12 en contra.
Resultado: se rechaza.Cuesta entender la legitimidad de estos quórums. Derechamente no se respeta la opinión de la mayoría.
— Carlos Gajardo Pinto (@cgajardop) January 22, 2020
La iniciativa también era rechazada por el gobierno de Sebastián Piñera.
Este es otro ejemplo de la necesidad de cambiar una constitución que, como en este caso, permite que “manden las minorías” y proyectos clave como restablecer el voto obligatorio no prosperen por responsabilidad de una minoría; y cabría agregar, la irresponsabilidad de la mayoría.
En efecto, esta vez fue el Partido Humanista el que se alineó con la derecha en el voto en contra.
Así lo hicieron los diputados/as Raúl Florcita Alarcón, Pamela Jiles y Félix González, este último del Comité Mixto Humanista, Ecologista Verde e Independientes.
No fue el caso del tercer diputado de la bancada, Tomás Hirsh, que votó a favor.
Las razones de esa absurdsa postura las entregó la diputada Jiles en su cuenta de twitter:
OBLIGAR=imponer a las personas x fuerza o autoridad, a hacer lo q NO quieren. Voto debe ser libre. VotoObligatorio es violento, antidemócratico y represivo. Dado q la calle exige #QueSeVayanTodos los políticos desprestigiados se unen pa’ obligarnos a votar x ellos y atornillarse. pic.twitter.com/wHYrnq4sz4
— #PamelaJilesDiputada (@PamJiles) January 22, 2020
Un típico caso de inmadurez política, donde el principismo prevalece sobre la necesidad de articular un frente común contra la derecha y el sistema que prohijó. de democracia de baja intensidad en lo político, y neoliberal en lo económico; pues está demostrado que el voto voluntario es claramente funcional a ese modelo.
No en vano, entre los autores de la iniciativa del voto voluntario, en su oportunidad, estuvo Sebastián Piñera.
La propuesta planteaba en su artículo único que, “en las votaciones populares, el sufragio será personal, igualitario, secreto y obligatorio”.
Junto con lo anterior, se establecía que la obligatoriedad recién indicada no sería aplicable para las personas mayores de 75 años de edad y que el Estado arbitrará las acciones necesarias para informar, facilitar e incentivar el ejercicio del derecho a sufragio.
La autora de la iniciativa, diputada Joanna Pérez (DC), apuntó al Gobierno y a la presión que ejerció para cambiar votos de ChileVamos en Sala:
“Es necesario desnudar al gobierno del Presidente Piñera y a los partidos de su gobierno. El comité político manifestó que tenía toda la voluntad para avanzar, pero claramente eso no se dio así. El comité político ha influenciado y ha utilizado todos los medios que tiene para poder revertir voluntades políticas que buscaban avanzar hacia una buena política”.
Agregó:
“Tenemos que avanzar en no marginar a nadie. En poder tener legitimidad en los futuros procesos electorales; pero, el gobierno prefiere trabajar con unos pocos. Prefiere mantener el clientelismo. Prefiere seguir echando a perder la política”.
Sobre lo mismo, abundó:
“Esta era una oportunidad que tenía la clase política para poder legitimar procesos, para dar espacios a comunas que con alta vulnerabilidad donde participa un 20%. El gobierno, desde un principio, no quiso, y se puso al frente de restablecer el voto obligatorio. El senador Coloma, fue quien en su minuto impulsó volver al voto obligatorio. Hay un proyecto que lo firmó Chahuán. Entonces, con esto lo que se logra es desenmascarar a la derecha; una derecha que no quiere avanzar, legitimando proceso y fortaleciendo la democracia”.
Otra triste jornada para la democracia chilena.