Luego de que el ahora ex Presidente y “exitoso” empresario fue declarado reo por el ministro Luis Correa Bulo, por fraude, puso pies en polvorosa y estuvo prófugo 24, hasta fque un «supremazo» lo liberó de polvo y de paja.
Acá refrescamos la memoria sobre este episodio ocurrido en pleno auge de las llamadas “empresas de papel” que pueden ser consideradas “ideológicamente falsas”.
En los ’80 la debacle bancaria nacional obligó a intervenir varias entidades financieras, entre ellos el Banco de Talca que se encontraba en “cesación de pagos” y que afectaban al Banco Central.
A octubre de 1981, la deuda superaba los US$38 millones de la época.
Entre marzo de 1979 y septiembre de 1980 Sebastián Piñera fue el gerente general del Banco de Talca.
En esos años quedaron al descubierto las “empresas de papel” que calzan con la actual denominación de “ideológicamente falsas”.
Un modelo de negocios que pareciera seguir tan vigente y adecuado a los tiempos, y al que Piñera ha recurrido una y otra vez.
Este caso judicial se originó a partir de una querella presentada por el liquidador del banco, Eugenio Silva Risopatrón, quien actuó en representación de la SBIF, en contra de los socios controladores y quienes resultaran responsables.
Piñera, había partido en la vida de los negocios y no lo hacía de la mejor manera, porque optaba por el lado de la “maña”.
Así lo dejaba al descubierto el ministro Luis Correa Bulo, que el 28 de agosto de 1982 lo declaró reo y ordenó su arresto por fraude en contra del Banco de Talca e infracciones a la Ley General de Bancos.
El magistrado formuló cargos similares contra los controladores del Banco de Talca, los socios de Piñera, Miguel Calaf y Alberto Danioni. Calaf y Danioni estaban recluidos desde hace un mes en la hoy desaparecida “Capuchinos”, donde iban a parar todos los “delincuentes de cuello y corbata”.
Piñera simplemente se fugó y se “ocultó” durante dos semanas. Una estrategia judicial que él mismo elaboró para que sus abogados pudieran interponer un recurso de amparo en el que se garantizara su libertad.
Una vez consumado ese artilugio legal, Piñera se presentó ante los tribunales.
Su esposa, fue quien confirmó la fuga la policía y así lo consigna la foja 533 del proceso.
La Policía de Investigaciones informó al Segundo Juzgado del Crimen:
“Se entrevistó a doña María Cecilia Morel Montes, chilena nacida el 14.01.54, quien manifestó: ‘Efectivamente el 28 de agosto mi esposo tomó conocimiento de su orden de detención por lo que abandonó este domicilio sin rumbo conocido, ya que incluso de ello me enteré por otras personas, pues ni siquiera se despidió de mí, ni tampoco me dio explicaciones de su determinación. No sé en qué lugar se encuentra, pero sí sé que con sus abogados tratan de dar solución a su situación. El 29 de agosto me enteré por la prensa sobre la causa que estila mi marido”.
Infinco una empresa Piñera
En la investigación del Caso “Banco de Talca” la Justicia pudo establecer que el Banco –en esa época- tenía prestado más de US$200 millones a empresas relacionadas. Había quintuplicado su capital y reservas cuando la ley tenía como límite máximo el 25% del capital de la entidad bancaria.
A todas luces algo raro había.
El banco tenía una serie de sociedades relacionadas y –según la información judicial- no necesariamente tenían existencia legal y los controladores y ejecutivos del banco le otorgaron créditos a estas sociedades inexistentes sin ningún tipo de garantía. En el proceso se logró establecer que los involucrados, desde su posición privilegiada en el banco otorgaban créditos a estas empresas que tenía como fin comprar acciones del propio banco.
Este novedoso “modelo de negocio de capitalización” que usaba la triangulación de fondos había sido ideado por la empresa Infinco de propiedad de Sebastián Piñera y otros “expertos” que tomaron la asesoría del Banco de Talca en 1978, sostiene varias crónicas de la época.
Piñera recurre de amparo
El día 3 de septiembre de 1982 los abogados de Piñera presentaron el recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones de Santiago, eso mientras la policía buscaba al prófugo.
El 8 de septiembre, la Séptima Sala de la Corte de Apelaciones rechazó el recurso, y Piñera continuaba escondido. El 20 de septiembre de 1982, y tras algunas intervenciones “celestiales” (La prensa de la época habla sobre el rol de monseñor Bernardino Piñera que habría intercedido a favor del empresario), la Corte Suprema acogió el recurso alejando los barrotes de Sebastián Piñera.
No corrieron la misma suerte los socios de Piñera (Calaf y Danioni) que fueron condenados a tres años de cárcel, sentencia ratificada que fue ratificada por el máximo tribunal de la República.
Este era el primer gran triunfo de Piñera sobre la Justicia. En tanto el Banco de Talca fue liquidado el 10 de abril de 1982 y comprado por el Banco Central de España y se transformó -tras varios nombres- en lo que hoy conocemos como Banco Santander.
Piñera y sus descargos
“Fui víctima de una acto injusto, ilegal y arbitrario, por parte de un juez que tiene el triste récord de ser el único ministro de la Corte Suprema destituido por corrupción por sus propios pares”, dijo Piñera a la prensa en 2009.
“Hoy, casi 30 años después, y con muy mala leche, algunos tratan de revivir esta injusticia”, indicó Piñera, afirmando que “frente a ese abuso, lejos de intentar eludir la acción de la justicia -como con mala intención sostienen algunos- hice justamente lo contrario, recurrí a los máximos tribunales de justicia, en búsqueda, precisamente de justicia y de amparo”, explicó Piñera en esa conferencia de prensa.
La memoria reciente parece ser demasiado frágil y en momentos en que se debate sobre la transparencia, la probidad, la honorabilidad de quienes han optado por el “servicio público” es importante no olvidar casos como este.
Fuente: Infogate