Si se sintetizara de alguna manera lo que significa la creación del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, propuesta por el gobierno de la Nueva Mayoría y aprobada por el Poder Legislativo, se podría señalar, entre otras cosas, que estará a cargo de proponer políticas, normas, planes y programas orientados a la equidad de género, a la igualdad de derechos y a procurar eliminar toda forma de discriminación contra las mujeres, coordinarlos y velar por su implementación, a fin de garantizar el cumplimiento de sus objetivos y evaluar su aplicación transversal en la actuación del Estado.
La entidad será vital en promover, defender y desarrollar derechos y demandas de todas las chilenas y contará con más presupuesto, mejor dotación de profesionales y trabajadoras y trabajadores, más atribuciones y rango ministerial, lo que implica una nueva institucionalidad para las mujeres del país.
Un rol nada menor, es que el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, encabezará los trabajos de formulación, coordinación y evaluación de un Plan Nacional de Igualdad que instaló la Presidenta Michelle Bachelet.
El Ministerio deberá proponer iniciativas legales, reglamentarias y administrativas en las materias de su competencia y evaluar su aplicación.
Uno de los apéndices del texto del nuevo organismo estatal, indica el reconocimiento de “la diversidad de las mujeres y sus diferentes opciones de vida” por lo que “promoverá la protección de aquellas que desarrollen su proyecto de maternidad”, lo que junto con garantizar un derecho, desmiente la postura de sectores de la derecha política que señalaron que sobre esta realidad, el proyecto no tenía preocupación.
Además, la entidad ministerial deberá desarrollar políticas, planes y programas destinados a atender, prevenir, erradicar y sancionar la violencia contra las mujeres, generando los espacios de coordinación entre los organismos de la Administración del Estado a nivel nacional, regional y local.
El proyecto de creación de este Ministerio estuvo desarrollado y defendido por el gobierno y específicamente por el Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM), a cargo actualmente de las políticas gubernamentales del sector y que encabeza la Ministra Claudia Pascual (Partido Comunista). Hubo un arduo trabajo en varias comisiones del Senado y de la Cámara de Diputados, de muchas parlamentarias sobre todo de la Nueva Mayoría, y de organizaciones de mujeres. También hubo consultas a instituciones internacionales.
El Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género promoverá la igualdad de derechos y obligaciones entre los hombres y las mujeres en las relaciones familiares, así como el reconocimiento de la responsabilidad común en cuanto a la educación, el cuidado y el desarrollo de los hijos e hijas.
Deberá velar por el cumplimiento de los tratados internacionales sobre derechos humanos de las mujeres y la equidad de género, ratificados por Chile y que se encuentren vigentes, especialmente aquellos que guarden relación con la eliminación de todas las formas de discriminación y de violencia contra las mujeres.
En el marco de esta aprobación se creó el Comité Interministerial para la Igualdad de Derechos y la Equidad de Género, integrado por los ministros de la Mujer y Equidad de Género -que lo presidirá-, del Interior y Seguridad Pública, de Defensa Nacional, de Hacienda, Secretario General de la Presidencia, de Economía, de Desarrollo Social, de Educación, de Justicia, del Trabajo, de Salud, de Agricultura, de Vivienda y del Consejo de la Cultura.
El Ministerio tendrá un Consejo Asesor integrado por 10 especialistas “de reconocida experiencia”.
La Ministra Claudia Pascual Grau manifestó que “por fin las mujeres en Chile cuentan con una institución al más alto nivel del Estado. El Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género hace realidad un sueño de miles de mujeres y de sus organizaciones que han luchado por sus derechos”.
Enfatizó que “en este día histórico, muchas mujeres están presentes, mujeres de distintos pensamientos, edades e historias, todas comprometidas con un deseo: que las mujeres en nuestro país tengan más derechos, más autonomía y puedan vivir en libertad en un país que respeta sus derechos”.
Claudia Pascual explicó que “como Servicio (SERNAM) nuestras posibilidades estaban limitadas porque dependemos del Ministerio de Desarrollo Social y eso implica un presupuesto más acotado y funciones administrativas también limitadas. En cambio, con el ministerio dispondremos de más recursos y de un presupuesto propio, que nos permitirá implementar nuevos programas y estar más cerca de las mujeres”.
Fuente: ICAL