El nuevo subsecretario de Estado para asuntos interamericanos, Michael Kozak, es un diplomático de carrera, de línea dura, que en 1991 recomendó infiltrar en Chile un comando operativo para secuestrar al ex-general Manuel Contreras, y llevarlo a un tribunal en Washington, para juzgarlo por el asesinato de Orlando Letelier.
Kozak es un diplomático de trayectoria, de amplio conocimiento sobre Latinoamérica. Tuvo un papel protagónico en la crisis con Manuel Noriega en Panamá: se encargó de negociar la salida del dictador y fue quien dio el ultimátum antes de que EEUU decidiera intervenir militarmente.
La designación de Kozak busca envalentonar a partidarios agresivos, que quieren ver a Estados Unidos intervenir militarmente para derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro.
En 1991 sugirió entrar a Chile, país que ya estaba en democracia, para detener al general Manuel Contreras, el jefe de espionaje de la dictadura de Augusto Pinochet que ordenó asesinar a Orlando Letelier, ex embajador chileno en Estados Unidos que murió en un atentado con coche bomba en 1976 en Washington.
Kozak escribió un cable en 1991 al entonces subsecretario de Estado para asuntos interamericanos, Bernie Aronson, con seis opciones diferentes para llevar ante la justicia al general Manuel Contreras, jefe de la policía secreta de la DINA. durante la dictadura de 1973-1990 del general Augusto Pinochet en Chile.
Contreras fue responsable de ordenar el atentado con coche bomba de 1976 en Washington que mató al ex embajador izquierdista Orlando Letelier y a una ayudante estadounidense, uno de los ataques más impresionantes realizados por un gobierno extranjero en suelo estadounidense.
La más radical de las seis opciones fue ir secretamente a Chile y arrebatarle a Contreras sin el consentimiento del entonces democrático gobierno chileno.
Kozak advirtió que la opción era «extremadamente peligrosa», y admitió que «corre el riesgo de un conflicto físico con sus fuerzas del orden público, matando a personas inocentes». etc.»
Se trata de un cable diplomático relacionado con la dictadura de Pinochet que el gobierno de los Estados Unidos desclasificó en 2016.
Kozak planteó las siguientes seis opciones:
1) Que Estados Unidos presione por un juicio en Chile, aún cuando existen dudas de que tenga resultados importantes.
2) Que Estados Unidos pida la extradición de Contreras y Espinoza. Sin embargo, se advierte que ellos podrían argumentar que la Corte Suprema ya descartó su extradición y que Chile no está obligado a extraditar a sus ciudadanos.
3) Pedirle a Chile que expulse a Contreras y Espinoza a Estados Unidos o un tercer país. En este escenario advierte que Chile y EE.UU. pueden ser acusados de evadir el proceso de extradición.
4) Atraer a Contreras y Espinoza fuera de Chile y extraditarlos desde un tercer país. Señala que ello no implicaría al gobierno chileno y que, de funcionar, evitaría presiones políticas y decisiones complicadas.
5) Capturar a Contreras en Chile con el consentimiento de Chile. Para ello, pone el ejemplo del narcotraficante hondureño Ramón Matta Ballesteros que en 1988 fue capturado en su casa de Tegucigalpa por uniformados de EE.UU. y enviado a ese país para ser juzgado.
El funcionario señala que esto puede desacreditar al gobierno chileno pero que si Washington propone esta posibilidad, ello podría provocar acciones por parte de Chile para avanzar en el caso.
6) Capturar a Contreras unilateralmente. Kozak señala que ello viola la ley y la soberanía de Chile y que es muy peligroso porque podría provocar la muerte de personas, entre otras cosas.
Kozak señala a Aronson que, de estas opciones, sólo la 1, 2 y 4 parecen viables y que las familias de las víctimas continúan presionando con la posibilidad de un juicio. Finalmente, en 1993 la justicia chilena condenó a Manuel Contreras y Pedro Espinoza por el crimen de Orlando Letelier, lo cual fue ratificado por la Corte Suprema dos años después.
Descargue el cable de Kozak al subsecretario de Estado para asuntos interamericanos, Bernie Aronson.
Agresión a Venezuela
Michael Kozak asumirá la responsabilidad del departamento del Hemisferio Occidental un mes después de ñla renuncia de Kimberly Breier
El nombramiento sugiere que Estados Unidos continuará incrementando la línea dura contra la Venezuela socialista, después de que el presidente Donald Trump despidió al asesino de seguridad nacional John Bolton, diciendo que hubo fuertes desacuerdos sobre Irán, Afganistán y una cascada de otros desafíos globales.
Kozak ha trabajado con Elliott Abrams, el enviado especial de Estados Unidos en Venezuela, que jugó un papel importante en la configuración de la política estadounidense en Venezuela este año.
El jueves, Trump tuiteó: “Mis puntos de vista sobre Venezuela, y especialmente sobre Cuba, fueron mucho más fuertes que los de John Bolton. ¡Me estaba reteniendo!
El comentario de Trump se produjo un día después de que los ministros de Asuntos Exteriores de los 19 países del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca fueron convocados para reunirse a finales de este mes para evaluar las opciones para responder a la crisis de Venezuela.
El tratado enumera la acción militar como una de las opciones disponibles si se amenaza la paz del hemisferio, pero Estados Unidos ha dicho que el objetivo de la reunión será abordar la crisis desde un nuevo marco y no una intervención militar.
Entre 1996 y 1999, Kozak fue jefe de Misión en La Habana, Cuba, y entre 2000 y 2003 fue embajador de EEUU en Minsk, Bielorrusia.
La noticia generó revuelo en redes sociales entre los opositores a Maduro.
Joshua Goodman, periodista y director de la sección Andes (Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú) de la agencia de noticias Associated Press, publicó el siguiente tuit:
«Nota para Nicolás Maduro: Kozak es de esos raros diplomáticos sin miedo a usar la fuerza para lo que EEUU considera un objetivo noble».
«Es un tipo decidido», advirtió el periodista venezolano Leocenis García.
«Muy malas noticias para Maduro», señaló el reportero Orlando Avendaño, editor en jefe del medio internacional PanAm Post.
Morgan Ortagus, vocera del Departamento de Estado de EEUU, señaló:
«El Embajador Kozak es un experimentado defensor de los valores estadounidenses y de los derechos humanos, con un profundo conocimiento de la región».
Afirmó que su gestión «continuará promoviendo la restauración de la democracia para el pueblo de Venezuela».