Intensas jornadas de movilización hubo en Chiloé en rechazo al funcionamiento del vertedero industrial de Dicham, comuna de Chonchi, que se encontraba operando por encima de los márgenes autorizados por la institucionalidad ambiental.
Las protestas se extendieron desde la mañana del día de miércoles 10 de abril, hasta la tarde del día siguiente, a través del corte de la ruta 5 sur, a la altura de la rotonda que conecta las ciudades de Chonchi, Castro y Quellón.
La movilización fue encabezada por vecinos/as agrupadas en la Unión Comunal de Junta de Vecinos de Chonchi, junto a distintas organizaciones sociales y comunidades huilliche que conformaron la Mesa por la Defensa de Dicham, organizada para denunciar las irregularidades en el funcionamiento del recinto, por lo cual exigieron su cierre definitivo, así como la inmediata destitución del Jefe Provincial de la Autoridad Sanitaria Chiloé, Cristian Araneda, quien autorizó el depósito de basura dentro de un terreno de Bienes Nacionales.
La situación es aún más grave, si se considera que la municipalidad de Ancud estaba vertiendo sus residuos en Dicham, luego del cierre del vertedero municipal de Huicha, decretado en octubre de 2018.,
“La culpa de que la gente este hoy día protestando, es de la autoridad sanitaria, porque no se han hecho presentes para infraccionar la cantidad y el tipo de basura que ingresa a este vertedero”, advirtió Marcos Márquez, vocero del movimiento por la defensa de Dicham y Presidente de la Junta de Vecinos del mismo sector.
Durante la tarde del miércoles 10 de abril, las comunidades rompieron el dialogo con el gobierno, luego de que la Seremi de Salud de la región de Los Lagos, Scarlett Molt , señalara con la típica e insoportable suficiencia gerencial:
“Lo más importante para el Gobierno es el aspecto económico y la productividad».
El vocero, Jonathan Farah, dijo que las palabras de la representante del gobierno eliminaban de una plumada el derecho humano de vivir en un ambiente libre de contaminación.
Se Agudiza Crisis Ambiental en Ancud
El foco de la crisis ambiental de Chiloé es Ancud, donde desde hace cuatro días, no se recoge la basura.
El ambiente sanitario y ambiental se torna cada día más crítico, en la medida en que se acumula la basura y no se avizora un vertedero para su disposición.
El panorama varió de castaño a oscuro cuando las autoridades regionales decretaron la clausura del vertedero industrial de Dicham, en Chonchi, hasta donde eran enviados los residuos desde el pasado 3 de abril.
El cierre del depósito cercó a Ancud en su propia basura.
Déficit de conducción
El tema es que nadie, y menos el alcalde, puede alegar ignorancia acerca de la inminencia de la clausura del vertedero municipal de Huicha, lo cual fue decretado en octubre de 2018, y cumplido a principios de abril, por ninguna otra razón que por haber agotado su capacidad.
El vertedero de Huicha debió dejar de funcionar en 2012, pero al no haber otro lugar disponible, el municipio continuó utilizándolo hasta los primeros días de abril. .
Es decir, un problema claramente predecible.
Las razones por las cuales se llegó a esta extrema situación no están claras.
La conducción del alcalde, Carlos Gómez, ha sido comunicacionalmente ampulosa, pero carente de resultados.
En efecto, el 12 de octubre de 2018, Gomez montó una visita al alcalde de Puerto Varas, Ramón Bahamonde, con el objeto de simular una negociación para un posible convenio para depositar la basura de Ancud en el relleno sanitario La Laja.
Como habrá sido la desprolijidad de la maniobra comunicacional, que el comunicado de la municipalidad de Ancud https://www.muniancud.cl/inicio/alcalde-gomez-gestiona-solucion-ante-inminente-cierre-del-vertedero-de-ancud/, ni siquiera nombra una vez la identidad del alcalde de Puerto Varas.
La vaga referencia de Gómez al acuerdo, demuestra que le tenía menos fe que a San Guango:
“La disposición es buena pero también ellos entienden que esta es una situación que debiera resolverse en Chiloé, con el apoyo del Gobierno Regional; esto se ha venido trabajando por muchos años y no se ha podido resolver en la isla”.
O sea, hay pero no queda.
La segunda medida, tan improductiva como la anterior, se estrelló contra la acerada resistencia de la comunidad de Chonchi, que logró el cierre del vertedero de Dicham.
El drama para el alcalde de Ancud, en un año de elecciones municipales, consiste en que no se avisora una salida alternativa, ni siquiera en el corto plazo. Por tanto, no le quedó otra opción que recurrir al tata Estado, y pedir al Ministerio de Salud que se decretara Emergencia Sanitaria para la comuna.
Alerta Sanitaria en Chiloé
Como hablar es gratis, la seremi de Salud, Scarlett Molt, ingresó en la Contraloría General de la República, un decreto que establece la Alerta Sanitaria para Chiloé,
Como la Contraloría no tiene potestades punitivas, igual se traducirá en nada, pero las instituciones habrán aparentado funcionar. Y la seremi habrá dispuesto de sus cinco minutos de fama.
De hecho, la Seremi, típico cuadro tecnócrata, que cree que todo se reduce a marketing, explicó a la prensa que esta alerta, en caso de ser visida por la Contraloría, le dará facultades extraordinarias para decretar las medidas sanitarias necesarias para resguardar la salud pública y prevenir proliferación de vectores que puedan significar riesgos ambientales y de salud para los habitantes de Chiloé.
«Son medidas extraordinarias para disponer los residuos en lugares donde no ocasione daños a la salud de la población», informó una declaración de esa secretaría regional ministerial.
Sin mucho conocimiento del aparato, la Seremi ordena:
«Los servicios públicos, organismos de la administración del Estado y otras entidades públicas o privadas deberán colaborar con la Seremi de Salud de la Región de Los Lagos para el cumplimiento de estas medidas».
Como no tenía nada concreto que ofrecer, terminó en el recurso a la retórica:
«Existe toda la voluntad de avanzar y apoyar a los municipios en la búsqueda de soluciones a la problemática de residuos en la provincia, con la única finalidad de proteger la salud de la comunidad de Chiloé».
Era que no.