por Alejandro López de Miguel.
Pedro Sánchez es el nuevo presidente del Gobierno tras la aprobación en el Congreso de los Diputados de la moción de censura presentada por el PSOE contra Mariano Rajoy.
Cuando hace una semana el PSOE presentó la moción de censura a raíz de la durísima sentencia de Gürtel, casi nadie podía sospechar que Sánchez acabaría siendo presidente y que se consumaría así un giro de 180 grados en el mapa político del país.
La Cámara Baja dio el «sí» a Sánchez por 180 votos a favor —PSOE, Unidos Podemos, ERC, PNV, PDeCAT, Compromís, EH-Bildu y Nueva Canarias— 169 en contra —PP, Ciudadanos, UPN y Foro—, y la abstención de Coalición Canaria.
Esta es la primera moción de censura que sale adelante en democracia y Sánchez el primer presidente que llega a La Moncloa sin ganar unas elecciones.
Las tres mociones de censura anteriores fueron presentadas a lo largo de los últimos cuarenta años contra Adolfo Suárez, Felipe González y la primera que afrontó Mariano Rajoy el año pasado y que tuvo como candidato al líder de Podemos, Pablo Iglesias.
También es la primera vez que el presidente del Gobierno no es diputado, por lo que Sánchez no pudo votarse a sí mismo, ni podrá hacerlo en el resto de plenos de la Cámara en lo que resta de legislatura.
Ahora enfrenta un reto casi hercúleo: tendrá que lidiar con un Congreso muy fragmentado, con apoyos teóricamente limitados, un PP en crisis, y con partidos con intereses contrapuestos, en un escenario casi electoral.
Tras ser elegido, el nuevo presidente agradeció el apoyo de la Cámara a su investidura y afirmó que este viernes se ha escrito «una nueva página de la democracia en este país».
Sánchez también garantizó que el PSOE antepondrá los intereses de los españoles a los de su partido y se marcó su principal objetivo:
«Dignificar una democracia firme, fuerte y con instituciones ejemplares».
Entre sus objetivos están la regeneración democrática, la estabilidad presupuestaria, el compromiso de España con Europa y la «convivencia territorial».
Sabe, eso sí, la complejidad del Ejecutivo que va a liderar, pero recordó que esa es la tónica de las democracias europeas:
«Parlamentos fragmentados y democracias que trabajan por el consenso y el diálogo. Lo que no hay son gobiernos dirigidos por partidos sentenciados por la justicia».
Sánchez también tuvo palabras para el PP, desalojado de la Moncloa. Pidió a los conservadores que sean «tan leales» en la oposición como ha sido el PSOE con el Gobierno de Mariano Rajoy o, de lo contrario, «estará condenado a la irrelevancia».
También recomendó a los ‘populares’ que lo que tienen que hacer para seguir adelante es «renovar» su liderazgo, «regenerarse» y ser capaces de «representar a la España conservadora que quiere ver a presidentes limpios y ejemplares al frente del PP».
La última intervención de Rajoy: «Ha sido un honor»
Mariano Rajoy, en su última intervención en la tribuna como presidente, se despidió del cargo con elegancia, afirmando que fue un «honor» ser presidente del Gobierno y convencido de dejar una España «mejor» de la que se encontró.
«Suerte a todos ustedes por el bien de España», proclamó, poco antes de estrechar la mano de su sucesor, Pedro Sánchez.
Iglesias, por su parte, pidió a Sánchez un «gobierno integrador» en el que podría haber ministros de su partido porque, a su juicio, España necesita un gobierno estable y es muy difícil lograrlo solo con los 84 votos de los diputados socialistas. «Quiero pensar que Pedro Sánchez será responsable y organizará un gobierno estabilizador», ha señalado.
En el otro extremo, el PP, que una semana ha pasado del Gobierno a la oposición, no dudó en acusar al PSOE de poner «en jaque» la unidad de España al «mendigar» para su investidura el apoyo de los independentistas a los que, dijo, no se sabe qué ha prometido.
Rafael Hernando advirtió de que el PP no piensa permitir que los «delincuentes» tengan «ni impunidad, ni inmunidad ni indultos» y afeó a Sánchez que piense gobernar con el apoyo de aquellos hasta hace poco llamaba «golpistas» o con Bildu, «los amigos de ETA».
Tampoco confía demasiado en el futuro del Gobierno de Sánchez el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, que votó en contra de la moción de censura. Rivera pronosticó que el Gobierno de Sánchez será débil y estará «hipotecado» por los independentistas y los populistas, y se preguntó si será «leal» a la Constitución y a los españoles o cederá a sus presiones.
Al levantar la sesión, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, dio las gracias tanto a Rajoy como a Sánchez y dirigiéndose a los dos con un «muchas gracias, presidente».
Inmediatamente después y mientras la bancada del PSOE se deshacía en aplausos, Mariano Rajoy se acercó al escaño de Sánchez y le estrechó la mano para, a renglón seguido, abandonar el hemiciclo. Sánchez también recibió la felicitación de Ana Pastor, del líder de Podemos, Pablo Iglesias, el presidente de Cs, Albert Rivera, y del portavoz del PNV, Aitor Esteban, entre otros.
Mientras el nuevo presidente del Gobierno recibía felicitaciones y aplausos de los socialistas, los diputados de Podemos corearon la consigna de su partido, «sí se puede».
Pastor va a ver al rey
Ahora empiezan a correr los plazos. Una vez aprobada la moción, Ana Pastor, comunicará el resultado al rey, y el Gobierno de Mariano Rajoy presentará su dimisión al monarca, según establece el artículo 114.2 de la Constitución. La presidenta del Parlamento ya tiene cita a las tres de la tarde en el palacio de la Zarzuela.
La previsión es que el nombramiento sea publicado mañana en el Boletín Oficial del Estado y que la toma de posesión de Sánchez ante Felipe VI pueda celebrase incluso mañana sábado.
Fuente: Público
Pedro Sánchez y la Gürtel destierran a Rajoy de La Moncloa
Es el fin de la era de Mariano Rajoy. El líder del PSOE y candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, logró este jueves sellar el destierro del todavía jefe del Ejecutivo del Palacio de La Moncloa.
Rajoy se ha impuesto a Sánchez en las dos elecciones generales en las que se han batido hasta la fecha y hace apenas nueve días nadie habría podido anticipar este desenlace. Pero la sentencia condenatoria al PP por la trama Gürtel, sumada al hábil y arriesgado movimiento del líder del PSOE, le han permitido poner el primer pie en la sede de la Presidencia.
El tiempo del Gobierno ha terminado prematuramente. En pocos días, Sánchez deberá haber formado un gabinete que trabaje en su agenda reformista; teóricamente tendrá un marcado carácter social, aunque el candidato no ha entrado en detalle.
La segunda jornada de debate ha tenido tintes de trámite. Tras casi diez horas de pleno, el jueves, este viernes ha sido el turno de la portavoz del PSOE, Margarita Robles, y de su homólogo en el PP, Rafael Hernando -que, como era previsiblemente, ha cargado al máximo las tintas para esta ocasión-.
La incógnita del PNV
No se esperaban sobresaltos este viernes. La cuarta moción de censura en la historia de la democracia española ha sido aprobada tras las horas de tensión e incertidumbre generadas por la incógnita sobre el voto del Partido Nacionalista Vasco, clave para decantar la balanza.
Despejada esta bruma, quedan para el recuerdo la exhibición de parlamentarismo de Rajoy, sus ataques a Sánchez, su ‘amnesia’ sobre Gürtel y su repentino interés por los ERE de Andalucía, así como su total ausencia de autocrítica por la corrupción que carcome a su partido. Y su ausencia física, después de que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, decidiese retomar la sesión a las 15.00 horas, con el bolso de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, como único ocupante del escaño del presidente.
Con una convocatoria de elecciones en el horizonte, pero sin concretar, se abre una nueva etapa en la política española, con PSOE y Unidos Podemos retomando relaciones -con recelo-, y con PP y su socio de investidura -y de Presupuestos-, Ciudadanos, en guerra abierta.
https://youtu.be/8G2eQSrAvns
Pedro Sánchez, el cabezota que gana más batallas después de muerto que El Cid
por Arsenio Escolar
“¿Si tuvieras que definir a Pedro Sánchez con tres o cuatro adjetivos o con una frase, ¿cuáles dirías?”. El mensaje lo recibieron una treintena de dirigentes políticos, de todos los colores, en la tarde noche del jueves, cuando ya Rajoy había desaparecido del Congreso para enclaustrarse durante ocho horas en un restaurante y la moción de censura tenía asegurado el éxito.
El conjunto de respuestas de una docena de socialistas que lo tratan con mucha frecuencia y desde hace años trazan un retrato muy parecido: “Perseverante”. “Tenaz”. “Audaz”. “Coherente”. “Trabajador”. “Optimista”. “Leal a su palabra”. “Constancia”. “Concentración”. “Cabezota”. “Resiliencia”. “Pura determinación”. “Honesto”. Y con frases completas: “Muy reflexivo, le da mil vueltas a las cosas antes de tomar una decisión, pero cuando la toma la lleva hasta el final”. “De convicciones profundas y voluntad de hierro”. “Humildad, inteligencia y una voluntad a prueba de bomba. Se dobla, pero no se rompe nunca, nunca tira la toalla”. “¿Has visto Gatacca, la peli? Pedro es el protagonista, Vincent”.
Los consultados de los otros grandes partidos le hacen al nuevo presidente del Gobierno un retrato mucho menos favorable. “Fondista, surfista, anodino, alto, incluso puede llegar a hacerlo bien por casualidad”, apunta alguien desde la izquierda. “Contumaz, narcisista, inconsistente intelectualmente, no fiable”, determina otro de los consultados, un veterano de la derecha liberal. “Creo que siente vértigo al contemplar su propia decadencia sustancial, moral y ética”, concluye una voz muy conocida de la nueva derecha.
Pedro Sánchez-Castejón, madrileño que sólo cumple años cada cuatro, pues nació el 29 de febrero de 1972, se afilió al PSOE en 1993, se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales en 1995 y entró en política muy poco después. Primero, como asesor de la socialista Bárbara Dührkop en el Parlamento Europeo. Más tarde, como jefe de gabinete del Alto Representante de Naciones Unidas en Bosnia, Carlos Westendorp, durante la Guerra de Bosnia. Nadie en su entorno veía en él por aquel entonces a un futuro líder.
Tampoco unos años después, ya en Ferraz 68-70 –sede central del PSOE–, era Pedro Sánchez el Blanco Boy con mayor futuro político. Los Blanco Boys eran tres treintañeros de los que se había rodeado Pepe Blanco, el todopoderosos secretario de organización del partido tras la victoria del año 2000 de José Luis Rodríguez Zapatero sobre José Bono por la secretaria general. Los tres jóvenes treintañeros tienen despachos cercanos, andan gran parte del día juntos y son buenos amigos. Además de Blanco Boys, algunos en la casa se refieren a ellos como “el alto, el malo y el guapo”. El alto es Óscar López, 1,94 metros, licenciado en Ciencias Políticas, mano derecha de Blanco. El malo –el feo para otros– es Antonio Hernando, licenciado en Derecho: se ocupa primero de movilización electoral y después de formación interna. El guapo, y en la intención de los que le llamaban así éste era el mote más peyorativo de los tres, es Pedro Sánchez, asesor a secas, por entonces el menos relevante del trío.
Su carrera nunca le resultó fácil. Ha sido una constante montaña rusa de fracaso y de éxito, de no lograr lo que buscaba y de conseguirlo en la segunda oportunidad, en el rebote, por la ventana que se abre cuando nadie lo espera. Sea por tesón, perseverancia y audacia –como dicen ahora los que trabajan cerca de él– o por su gran capacidad de resistencia y de maniobra o quizás también por baraka, esa especie de suerte providencial que a algunos les conceden los dioses, lo cierto es que Sánchez ha salido indemne e incluso crecido y fortalecido de muchas situaciones adversas.
Su vida en la actividad pública es un continuo Guadiana, un hundirse y emerger, un morir y resucitar.
En 2003 iba en el puesto 23 de la lista del PSOE al Ayuntamiento de Madrid, y el PSOE consiguió 21 escaños. Sánchez se quedó fuera. Pero en 2004 dos concejales salieron y Sánchez no solo se convirtió en edil, sino en uno de los de mayor confianza de la entonces jefa municipal socialista, Trinidad Jiménez. Tanto, que fue la propia Jiménez quien en 2006 ofició la boda de Sánchez con Begoña Gómez, con la que tiene dos hijas.
En las elecciones generales de 2008, Sánchez ocupaba el puesto 21 de la lista socialista por Madrid al Congreso de los Diputados. El PSOE sacó 15 escaños, y Sánchez se fue a ganarse a vida de profesor asociado a la Universidad Camilo José Cela… hasta que en 2009 se había corrido tanto la lista socialista en el Congreso con nombramientos del Gobierno de Zapatero que Sánchez no solo entró en el hemiciclo, sino que incluso fue elegido por los periodistas como diputado revelación del año 2010.
En las elecciones generales de 2011, iba el undécimo en la lista socialista por Madrid al Congreso. El PSOE sacó 10 asientos, y Sánchez se volvió a la universidad y se dedicó a preparar su doctorado… hasta que en 2013 se corrió de nuevo la lista y volvió de diputado al Congreso y a tener un papel relevante en la conferencia política con la que ese otoño el PSOE intentó reinventarse con el empuje y el freno de Alfredo Pérez Rubalcaba.
En 2014, tras el fracaso socialista en las elecciones europeas y la caída de Rubalcaba del liderazgo del partido, Sánchez sorprendió a propios y extraños al anunciar que llevaba meses visitando las agrupaciones del partido por toda España y que se presentaba a la votación directa entre los militantes socialistas para elegir al nuevo secretario general. “Vuelve Pedro el Guapo, bonito continente y poco contenido”, decían en Ferraz algunos por aquellos días. Casi todos los presuntos expertos auguraron que sería aplastado por Eduardo Madina. Pero no, fue él quien arrasó en la votación y se hizo con el liderazgo socialista. Entre sus primeras decisiones, ungir a los otros dos Blanco Boys. A Antonio Hernando lo nombró portavoz del grupo socialista en el Congreso y a Óscar López portavoz en el Senado.
En la noche del 20 de diciembre de 2015, con los pobres resultados electorales del PSOE humeantes, Susana Díaz y algunos otros barones socialistas lo iban a matar. Pero no, sobrevivió. El Comité Federal socialista de enero de 2016 también parecía que iba a matarlo. Pero tampoco. En octubre de 2016, esos mismos barones levantiscos y ese mismo Comité Federal lo mataban por fin. O eso parecía, porque ocho meses después, plazo en los que le abandonaron buena parte de los suyos (incluidos Antonio Hernando y Óscar López), se presentaba a las primarias socialistas y le sacaba diez puntos porcentuales a Susana Díaz pese a que a ésta la apoyaba la inmensa mayoría de las viejas glorias socialistas.
En marzo de 2016, fracasaba en el Congreso en su primer intento de convertirse en presidente del Gobierno. Ahora, y de nuevo para sorpresa de muchos, se convierte en presidente tras aprovechar la ventana de oportunidad que se le abrió hace apenas una semana con la sentencia de Gürtel y su impacto demoledor en Mariano Rajoy y en el PP. “Pedro es pura determinación, pura épica. Ha ganado más batallas después de muerto que El Cid”, concluye alguien que ha vivido esas batallas desde cerca.
Ahora le llega la batalla más difícil de su vida. Y de la nuestra.
Fuente: El Diario
¿Qué es el caso Gürtel, que provocó la caída de Mariano Rajoy?
El Partido Socialista Obrero Español promovió la moción de censura hace una semana, tras conocerse la sentencia judicial del caso Gürtel y la implicación del Partido Popular de Mariano Rajoy
El caso Gürtel es una de las tramas de corrupción más relevantes de los últimos años en España y desencadenó un proceso de censura contra el ahora ex presidente, Mariano Rajoy.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) promovió la moción de censura hace una semana, tras conocerse la sentencia judicial del caso Gürtel. Estas son las claves para entender el caso:
— ¿En qué consiste el caso?
La investigación del caso Gürtel se centra en la red de contratos amañados entre empresarios y altos cargos del Partido Popular durante varios años. La trama de corrupción habría operado en varios municipios de Madrid, Valencia y localidades de la Costa del Sol.
Entre los principales delitos contra los implicados se destacan el blanqueo de capital, tráfico de influencias, cohecho y fraude fiscal.
El juicio, que empezó a finales de 2016 y duró trece meses, fue ampliamente seguido por los medios de comunicación y contó con la presencia como testigos de destacados políticos ya que se relaciona con el uso de fondos ilícitos por parte del Partido Popular para financiar campañas políticas entre la década de 1990 y 2005, período en el que el partido español estuvo presidido por José María Aznar y Mariano Rajoy, este último hasta la actualidad.
Según la sentencia, se produjo “un enriquecimiento ilícito en perjuicio de los intereses del Estado”, en tanto que los actos delictivos de la trama “produjeron beneficios económicos cuantificables al Partido Popular”.
— ¿Quiénes son los principales implicados?
En total, fueron 29 de los 37 acusados en el caso Gürtel, los que fueron declarados culpables de evasión impositiva, fraude, lavado de dinero, malversación de fondos públicos, abuso de poder y otros delitos y condenados a 351 años de prisión en total.
Estos son los principales implicados:
– Francisco Correa, el empresario considerado el cerebro de la trama de corrupción, condenado a 51 años de cárcel. Fue declarado culpable de controlar la red de asesores y empresas que organizaba viajes y eventos para el Partido Popular a cambio de contratos públicos.
El caso toma su nombre del empresario, “Gürtel” significa “correa” en alemán.
– Pablo Crespo, estrecho colaborador de Francisco Correa y ex secretario de organización del Partido Popular de Galicia, sentenciado a 37 años y medio de cárcel.
– Luis Bárcenas, ex gerente y tesorero nacional del Partido Popular, sentenciado a 33 años de prisión y al pago de una multa de 44 millones de euros. Renunció como tesorero del partido en 2009 pero conservó su banca en el Senado un año más y su oficina en la sede partidaria hasta 2013, reconoció durante el juicio que ocultó los fondos ilegales.
Asimismo, resaltó la existencia de una “caja B” en el Partido Popular y acusó a algunos de los principales rostros del partido de recibir pagos ilícitos, incluido Mariano Rajoy. El partido oficialista negó todas las acusaciones.
– El Partido Popular, condenado como partícipe a título lucrativo, está obligado a devolver 245.492,8 euros (287.981 dólares aproximadamente) por gastos electorales en Pozuelo y Majadahonda. Es la primera vez que aplica una sentencia de esta magnitud a un partido político español.
– Ana Mato, la ex ministra de Sanidad de España, sancionada económicamente con una multa de 27.857,53 euros (32.678 aproximadamente) por aceptar regalos, viajes y otros servicios por parte del grupo Correa para ella y su familia.
– Jesús Sepúlveda, el ex marido de Ana Mato y ex alcalde de la ciudad madrileña Pozuelo de Alarcón, condenado a 14 años y cuatro meses de cárcel.
– Rosalia Iglesias, la esposa de Luis Bárcenas, condenada a 15 años y un mes de cárcel.
– Carmen Rodríguez Quijano, la ex esposa de Francisco Correa, sentenciada a 14 años y 8 meses de prisión.
— ¿Qué rol tiene el presidente Mariano Rajoy en el caso Gürtel?
Mariano Rajoy se convirtió en el primer jefe de Gobierno en funciones de España en testificar en un juicio, al ser llamado a declarar como testigo del caso Gürtel en julio del año pasado, lo que generó pedidos para que renuncie.
El presidente de España negó haber cometido algún delito desde que llegó al poder en 2011 y dijo al tribunal que no estaba al tanto de las prácticas contables de su partido durante la época en la que estuvo en marcha el caso Gürtel.
Asimismo, Mariano Rajoy precisó que no conoció personalmente a Francisco Correa y que, como presidente del partido en 2004, ordenó anular los contratos con las empresas de Correa al enterarse de que empleaban en forma fraudulenta el nombre del Partido Conservador.
Fuente: El Comercio