Finalmente, por el peso de las leyes que gobiernan la política, sea de manera explícita o tácita, el Frente Amplio ha terminado convergiendo en el llamado a votar por Alejandro Guillier. Unos lo han hecho, como su candidata presidencial, Beatriz Sánchez, impulsados por lo que reopresenta Piñera, y otros, porque el Gobierno de Guillier les asegura un mejor escenario para su desarrollo político.
Curiosamente, el detonante para que Beatriz Sánchez saliera de su estado de «reflexión» y anunciara su voto por Guillier, fue la torpe e irresponsable acusación de Piñera, de fraude electoral en la primera vuelta, mediante «votos marcados».
En efecto, este lunes la ex candidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, criticó en duros términos la acusación de votos marcados que hizo Sebastián Piñera.
Las declaraciones del candidato de Chile Vamos son «inaceptables» indicó la periodista quién agregó que «esto es cruzar todo límite».
Por otro lado agregó que «no todo vale en una elección presidencial», a lo que complementó «Sebastián Piñera no sólo es un restroceso, sino un riesgo».
FInalmente la ex precandidata presidencial señaló que «mi voto es contra Sebastián Piñera, para eso voy a votar por Alejandro Guillier».
Sánchez recalcó que esta es una decisión personal y de paso indicó que al candidato de Fuerza de Mayoría aún le falta para poder conquistar el voto de los adherentes del Frente Amplio.
El encargado político de Izquierda Autónoma y vocero del Frente Amplio, Sebastián Aylwin, aclaró a CNN Chile que las declaraciones de Beatriz Sánchez fueron bajo la libertad de acción del conglomerado.
En cuanto al escenario político de la segunda vuelta, Aylwin indicó que «el mejor jefe de campaña de Alejandro Guillier ha sido Sebastián Piñera», afirmando además que su conglomerado tiene motivaciones políticas para que exista un Gobierno de Guillier.
Independiente de lo anterior aclaró que las propuestas del Frente Amplio «van en distinta dirección a la de la Nueva Mayoría».
Parte de sus declaraciones en el video adjunto.
Esa opinión es compartida por otros representantes del ala izquierda del Frente Amplio, quienes tienen un análisis detallado de por qué un escenario de oposición a Guillier es más positivo que uno donde gobierne Piñera: si bien con la derecha puede haber un aumento de las movilizaciones sociales, los colectivos del FA creen que con la NM en La Moneda podrían disputar el rol de la izquierda y sus reformas.
Rodrigo Echecopar, presidente RD, explica que la llegada de Chile Vamos al poder sería un retroceso, pero que además al FA “le conviene ser oposición a Guillier, porque nos permite ser más nítidos en nuestras propuestas y estar a la ofensiva sobre las transformaciones que queremos y no a la defensiva por el retroceso que quiere implementar Piñera”.
En esa línea, Francisco Figueroa, coordinador de Izquierda Autónoma, plantea que “el FA, para que se consolide como una nueva alternativa de izquierda, necesita marcar sus diferencias con el progresismo neoliberal de la NM, y eso es más posible siendo oposición de Guillier”.
Lo mismo cree Sebastián Aylwin, encargado político del grupo: “Un gobierno de Piñera le hará mal a Chile. Pero además, con la NM en el gobierno, el FA será mucho más claro en su rol de oposición al actual modelo y podrá transmitir su proyecto social y político. Lo peor que podría sucederle al FA es confundirse con la NM compartiendo el rol de oposición”.
Carla Amtmann, representante de Nueva Democracia, coincide con sus pares y dice que “nos conviene mucho más estar en un escenario de oposición frente a un gobierno que tenga una mediana disposición de abrirse a las transformaciones que hemos planteado”. Además, plantea que en la NM hay sectores que “rápidamente mostrarán más sintonía con nosotros y con nuestra bancada, y eso es más favorable para trabajar en lo que nos propusimos”.
Para la secretaria general de la Izquierda Libertaria, Gael Yeomans, ser oposición a Guillier “significa cambiar el clivaje, ya no más el ‘todos contra la derecha’ porque sí, que es un llamado vacío. En ese escenario, el debate sería sobre cómo empujar las reformas democráticas que Chile clama hace años, porque existen sectores que apoyan a Guillier pero que no quieren avanzar en reformas, y otros que quieren seguir en la senda de reformas dentro del modelo”.
Y Constanza Schönhaut, secretaria general del Movimiento Autonomista, plantea que, gane quien gane, de todas formas el bloque debe empujar “los ejes de nuestro proyecto político que Chile demanda de manera urgente, como el fin a las AFP, al negocio en la educación y salud, la condonación del CAE, la AC y una mirada feminista transversal a toda política”.
De otra parte, han continuado los intentos entre sectores del bloque y de la NM por presionar a Guillier a acoger demandas sociales.
Uno de ellos fue de Izquierda Autónoma y el PS, cuyos encargados en el área de salud presentaron un documento en que piden avanzar en un seguro social “que contemple como pilar básico la solidaridad entre cotizantes y que a su vez fortalezca la provisión de salud pública”.
Y las Juventudes Comunistas y la Izquierda Libertaria acudieron al Servel a pedir la rendición de las encuestas como gastos de campaña de Piñera, en una acción conjunta entre dos grupos de la NM y el FA.