viernes, noviembre 22, 2024
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Guillier Llama al Frente Amplio a No Cometer un Error Histórico

En la siguiente entrevista, el candidato de la Fuerza de la Mayoría, Alejandro Guillier, adelanta definiciones programáticas, en vísperas de las decisiones del Frente Amplio, respecto a la segunda vuelta. En ella, el actual senador por Antofagasta llama al Frente Amplio aque «no desperdicie ni desoiga la historia».

Alejandro Guillier al Frente Amplio: «No Desperdicien ni Desoigan la Historia»

por Gladys Piérola

El candidato presidencial, Alejandro Guillier, relanzará en el Teatro Coliseo su campaña y presentará sus “énfasis programáticos” con el fin de conquistar a los votantes del progresismo. En conversación con PULSO, adelanta sus definiciones con miras a la segunda vuelta y asegura que no hay espacio para “populismo”, sino para propuestas concretas, de ahí que su sello serían los cambios con “gradualidad”. Descarta una condonación inmediata de la deuda del CAE o el fin de las AFP. Señala que no hará un guiño en especial al Frente Amplio, sino a todos los sectores, pero sí los llama a no cometer un error y a no “despreciar a su país y al esfuerzo de sus padres”.

¿Cuánto finalmente va a sumar de las propuestas de Carolina Goic y Beatriz Sánchez a su programa?

-En el caso de pensiones, por ejemplo, Carolina Goic insistió mucho en la libreta con un millón de pesos inicial para los recién nacidos, pero eso lo tenemos en un proyecto de ley también, o sea es absolutamente coincidencia. La necesidad de reformar el sistema de pensiones, estamos de acuerdo, y tiene que haber un sistema tripartito y con una administración que garantice mayor rentabilidad de los fondos. Pero no hay por qué pensar que los privados no pueden hacer un aporte, hay que fijarles las reglas. No tengo problema entre el sistema público y el privado en salud, pero las isapres tienen que terminar con la integración vertical, con prácticas que son ilegales en todas partes del mundo. No es ser antiprivado, es que tienen que respetar las reglas del juego. Estamos en una economía de mercado, la gente tiene derecho a elegir. En el sistema de salud al menos puedo elegir entre el público y el privado, pero en el sistema previsional no tengo posibilidad de elegir. Eso es atentatorio contra la economía de mercado.

Se ha hablado de los guiños o puentes programáticos con el Frente Amplio con propuestas como la condonación del CAE, la asamblea constituyente (AC) o No +AFP, ¿Cuánto puede ceder usted para captar el electorado que votó por Beatriz Sánchez?

-No se trata de ceder, esto es como el matrimonio. Cuando se conocen dos personas ninguna está renunciando a nada ni cediendo nada, están buscando un bien superior para ambos. El mundo te cambia de perspectiva, por lo tanto no es renuncia. Nosotros tenemos un muy buen programa que está súper bien pensado y es absolutamente compatible. Hay materias complejas como el CAE. La primera diferencia es que no hay US$8 mil millones de la caja fiscal para el CAE y decir ‘se paga toda la deuda’. US$8 mil millones es lo que se gasta en varios años en total gratuidad, por lo tanto, no es que uno quiera o no quiera, nosotros propusimos una solución gradual en 10 años y no en un año, porque aunque yo quisiera, no hay plata.

¿Y en materia constitucional?

-En la nueva Constitución hay que hacer una reforma constitucional para establecer el mecanismo del plebiscito para poder determinar un camino. La otra solución, por si te bloquean, porque no tienes la mayoría en el Congreso para aprobar el mecanismo plebiscitario que te permitiría diseñar una forma participativa, es con los instrumentos que tienes. Ha habido una reacción ciudadana, ahora no es un Congreso binominal y por tanto, se puede avanzar por ahí. Lo importante es que tengamos una Constitución que represente al alma de Chile y eso tiene que expresarse a través de los ciudadanos, y no por mediación de terceros.

Una eventual asamblea constituyente, pasa primero por aprobar el cambio constitucional, para después poder convocar a una situación y empieza a correr el tiempo. Tienes cuatro años y también necesitas manejar los tiempos para que todo salga en mi gobierno y no quede pendiente para el otro, porque sino se va alargando el tema. Una solución es buscar los mecanismos participativos ciudadanos lo más directos posibles y constituirse en una sociedad que se autoconvoca a un ejercicio constituyente, porque una AC viene de la Revolución Francesa, pero parte de un ejercicio intelectual.

¿Entonces qué opción sería?

-Hemos estudiado esto de 20 mil maneras, pero no hay que encerrarse en que sea un mecanismo específico, sí en un mecanismo de participación real. Eso es lo que podemos decir hoy. Lo otro depende también de los apoyos ciudadanos, de los alineamientos de los partidos, de conversar, pero a nadie le sería concebible una Constitución sin participación de la ciudadanía.

¿Ve complejo que la AC tenga un apoyo para ser real?

-Hay que verlo. La política está abierta y Chile dio señales de que quiere cambios genuinos y con participación ciudadana.

Dice que lo del CAE sería gradual, que el tema constitucional sería gradual, pero ¿cree que el votante que necesita conquistar para ganar el 17 de diciembre entiende esta gradualidad?

-Hay que explicarla y convencer, porque tampoco puedes proponer, por ganar votos, cosas que después no puedes cumplir, porque entonces van a decir que engañaste a la gente. Y una cosa que no voy a hacer es prometer cosas que no tengo toda la intención de cumplir. Puede que en el camino no tenga los votos, pero no me quiero abrir a generar expectativas de cosas que yo sé a conciencia que no se van a cumplir. Por eso, que es complejo la manera en que se ha planteado el debate constitucional, porque no hay plebiscito en Chile. Todos los procesos constituyentes tienen una parte de doctrina y una parte de realidad, porque si no, por caer en la pureza doctrinaria después no avanzas nada.

Y en el caso de las pensiones, usted señaló que “a largo plazo” debieran terminar las AFP, ¿va a acabar con ellas como lo pide el Frente Amplio?

-No, como lo piden ellos no estoy seguro, pero necesitamos un nuevo sistema previsional y hay muchas formas. Partamos estudiando todas las experiencias de países democráticos de Europa y otros países donde han resuelto eso. Entonces, tenemos dos tipos de problemas, uno es la acumulación de fondos que en Chile son muy bajos, porque efectivamente tienes bajos sueldos y mucha inestabilidad laboral. Eso significa mejorar la calidad del empleo, más estabilidad laboral y hay que negociar un montón de otras reformas que te van dando eso. Pero necesitamos mejorar la capacidad de acumular el fondo con el aporte individual, el aporte del empleador y el aporte del Estado.

Nosotros agregamos siempre el pilar solidario, que en la medida que el país crece, lo amarras a un porcentaje destinado a ese fin, de manera que también podamos apuntalar a la clase media, porque también gana ingresos muy bajos. Lo otro, es la administración de los fondos. Las AFP tienen que ver con eso y hay maneras de administrar esos fondos, porque tienes que proteger la rentabilidad del trabajador y en segundo lugar, necesitas mantener seguro y estable el mercado de capitales para que se mueva la economía y se pueda invertir. Por lo tanto, tiene que ser una gestión muy eficiente y en eso no veo incompatibilidad en que lo administren privados, pero haciéndoles más exigencias de lo que tenemos hoy.

Se ha hablado en su equipo de adoptar la propuesta B de la Comisión Bravo, una iniciativa que si bien causó polémica, adhirieron personas como Claudia Sanhueza, que fue la encargada programática de Beatriz Sánchez, ¿ése es el camino intermedio entre lo que hay, pero también haciéndole un guiño al FA?

-Lo que pasa es que tengo una concepción un poco distinta a lo que dice la pregunta. Yo no tengo que hacer guiños al Frente Amplio, tengo que proponer un muy buen programa para Chile. Esto no se trata de empezar a concesionar el programa de gobierno, porque sería una señal de falta de gobernabilidad. Es a todos los chilenos. Tengo que hablarle a la derecha también, no digo que voten por mí, pero tengo que ser claro con mis propuestas a todos los sectores del país.

Esta semana partidos del FA van a decidir su postura para el balotaje, aunque se ha conocido la dureza de varios de sus dirigentes, que lo han emplazado a tener posturas más concretas. Por ejemplo, el diputado Gabriel Boric dijo que “no está claro” que usted signifique un avance…

-Correr un riesgo en eso, es una deuda histórica que podrían cargar y que yo no les recomiendo. Hay diferencias dramáticas de lo que está proponiendo uno y otro candidato. No reconocerlo sería un error de apreciación del que después les va a costar reponerse. En Chile son tres bloques hoy, pero ninguno gobierna por sí solo. Si de verdad quieren pasar de lo testimonial a ofrecer una gobernabilidad a Chile, tienen que madurar mucho ese compromiso y sus propuestas. Uno no siempre hace lo que quiere, uno hace lo que puede y los avances que Chile ha tenido son notables. No desperdicien ni desoigan la historia. Ha costado mucho llegar a donde estamos. Ha sido mucho esfuerzo lo que estamos logrando y sólo recuperar la gratuidad en la educación va a cambiar Chile, sólo eso. Pero todo lo otro que está pasando, ellos son resultados de eso también, son uno de los mejores productos. No desprecien a su país ni el esfuerzo de sus padres.

¿Y eso pasa por llamar a votar por usted o también sirve que den libertad de acción?

– Pasa en tener una actitud, pensar muy bien lo que van hacer, que tenga sentido, que tenga trascendencia y una mirada de largo plazo.

¿Cómo va a manejar su liderazgo en el bloque? Ingresó la DC a su campaña y tuvo los primeros roces con el PC por los nombramientos de su nuevo comando.

-Pero los roces que se ven son más de celos, de que quién está en el cargo y no está en el cargo, de que si éste entró o no entró, pero son “chimuchina” chica que no afecta la conducción de un gobierno. Una vez que estás en el gobierno, vas tomando decisiones y todos van a tener que definirse en función de los contenidos de la calidad de las políticas públicas y de los proyectos presentados al Congreso y por lo tanto ahí, le podremos poner racionalidad.

Pero el PC se enojó por las formas …

-Pero si estaban de un comienzo, fue una confusión. Yo dije a los que están, súmenles, y en la segunda vuelta necesitamos una cierta renovación de lenguajes, de estilos de franja, de todo, porque hay que mostrar algo distinto. Como el remezón fue más fuerte de lo que todos esperaron, te obliga a releer bien qué es lo que los chilenos están diciendo. Pero tú tienes que dirigir tu discurso a los chilenos, no a la clase política. La clase política te ayuda a gobernar y en la medida que tienes sintonía con la ciudadanía, la clase política va a estar cómoda.

¿Cómo va a administrar las dos almas de la NM?

-Igual que lo administra cualquiera que sea Presidente de Chile, porque después vas a mandar un proyecto al Congreso y si necesitas quórum calificado tienes que conversarlo hasta con la derecha. Eso le va a pasar a cualquiera que gobierne, si gana Sebastián Piñera también va a tener que consultarnos a nosotros y al FA, porque ninguno tiene mayoría para gobernar el país, ningún bloque. Obviamente tienes que ver cuáles son las prioridades, el discurso que más entró y eso permite jerarquizar, pero sería absurdo que el candidato que gana y que pasa a la segunda vuelta, empiece a cambiar el proyecto y a tomar el proyecto de otros que no ganaron, o que salieron en tercer o cuarto lugar. Con esa lógica no se gobierna. No hay tiempo para hacer ni demagogia ni populismo.

Se estima un crecimiento cercano al 3%, si esa proyección se mantiene, ¿va a ser suficiente para costear su programa final?

-No. O sea, está calculado sobre 3%, pero el país tiene un potencial más grande que ese. Lo que pasa es que el cobre cuando cae arrastra muchos otros sectores. El impacto de la minería en Chile es brutal y eso es una debilidad nuestra. Estamos entrando en un ciclo de alza, a Dios gracias, buenas noticias para mí y el país. Pero me pudo haber tocado en baja y sería pasar cuatro años sufriendo. Pero si nosotros somos más proactivos, nos abrimos. Hay inversionistas chilenos, pero también inversionistas internacionales, sobre todo en telecomunicaciones que están dispuestos a apostar. O sea, gente interesada en invertir está lleno.

En el caso de Piñera, José Antonio Kast y Manuel José Ossandón se pusieron a trabajar por su campaña, ¿usted esperaría lo mismo de sus antiguos contrincantes como ME- O y Goic en esta fase?

-Cada uno lo hará a su manera, en su intensidad y con su compromiso. Espero que el mundo progresista entienda lo que está en juego y que no es más de lo mismo, ni es lo mismo y aquellos que se hagan esas imágenes están cometiendo un error de apreciación y la historia les va a cobrar la cuenta si se equivocan.

Y en el caso de Beatriz Sánchez que es cercana a usted…

-Ella ha sido muy cariñosa en las declaraciones que ha hecho, pero es parte de un movimiento político que está tomando sus decisiones y hay que ser respetuoso. Yo respeté el camino de la DC cuando dijo no a las primarias. Dije que era un error y fue un error. Las consecuencias se ven, pero tomaron esa decisión y se respeta. Y en la campaña hice todos los esfuerzos, con algunos leves desmadres, de hacer una campaña muy propositiva y de mucha amistad cívica.

Ella ha hecho algunos guiños, pero no un llamado a votar por usted, ¿queda conforme?

-Yo soy buen pobre.

Pero hace días dijo que podría llamarla como futura ministra…

-Por eso digo, soy buen pobre. Lo que pasa es que en un programa de televisión te preguntan, no es que la vas a llamar…¿la pondría? es un condicional, sí, por cierto. Una vez me preguntaron ¿usted votaría por Piñera? claro, pero que presente un proyecto progresista. ¿Kast? sí, es un ser humano, pero ¿presentaría un proyecto progresista? Es una manera de contestar también.

Parte de sus banderas diferenciadoras, como educación gratuita o cambios a Ley de Pesca, fueron sumados por Piñera, luego de la incorporación de Ossandón…

– Ossandón sabe igual que yo que le están diciendo que sí, pero no. Porque a continuación le agregan “en la medida que la economía crece”. Hace una semana esa misma persona decía “no creo en la gratuidad”. Él no cree lo que está diciendo, lo hace para efectos mediáticos, jugando a la ambigüedad que lo ha caracterizado y que no le da credibilidad. Yo no voy a hacer concesiones por conseguir votos.

Fuente: Pulso

SourcePulso
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