Tras 56 años de bloqueo imperialista, un pueblo sigue resistiendo. Miles de señoritos en el mundo acusan de que allí hay una dictadura, de no tener democracia, pero esos señoritos no viven lo que viven aquellos que están cesantes, los sin casa, los que sobreviven con sueldo mínimo; no conocen las miserias de quien vive de una pensión AFP; no han tenido a un familiar un par de semanas en una clínica y ahora se enfrentan a una deuda a pagar.
Como escribe Silvio Rodriguez: “Pero a sangre y sudor se hizo cosecha / Más lo que se pudo que lo que se quería“. El Gabo, en una entrevista, hace muchos años, respondió a una pregunta sobre la democracia en Cuba diciendo que -cito de memoria, no textual- “esta tiene tanta posibilidad de movimiento, como un pie dentro de un zapato”. Quien no haya hecho todo lo que puede por ayudar a derribar el inmenso muro que es el bloqueo que trata de ahogarla, que mejor se calle la boca.
¿El Socialismo es la Esperanza?
“Yo no sé lo que es el socialismo, pero si Fidel dice que es bueno, entonces; ¡Es bueno!” (entrevista en 1961 a una mujer cubana, luego que se declarara el carácter socialista de la revolución) La Habana, Cuba.
Siete de la mañana,
Plaza de la Revolución,
Irrumpe una columna de hombres y mujeres,
Un lienzo de 40 metros dice:
“El socialismo es la esperanza”.
Ha amanecido hace algún rato,
Pasan trabajadores con un lienzo que dice:
“Salud Pública presente”.
Y llegan al magno acto de masas,
Los luchadores contra el ébola,
Provenientes de Liberia.
Y llegan al evento,
Los luchadores contra el cólera,
Provenientes de Haití.
Y a lo menos llega un delegado,
De las misiones de salud cubanas,
En 57 países del mundo
(Ya son 158 países en el mundo que han vivido
La solidaridad cubana).
Y entremedio una anciana
Con un cartel que dice:
“La mujer cubana presente”,
Otros pequeños carteles dicen:
“Viva la Revolución”,
“Revolución es Fidel”.
Son gente de edad
Que han hecho sus carteles
De cartón corrugado.
Y entre gritos y consignas,
Se escucha,
Se siente
¡La dicha, la algarabía!
Recuerdo que alguien me dijo:
“A los trabajadores cubanos los obligan a ir al acto”
Y yo me pregunto:
¿Y si fuera así?
¿Cómo los pueden obligar a estar contentos?
¡Y más encima, su alegría es contagiosa!
Pasa la Escuela Latinoamericana de Medicina,
El Ejército de delantales blancos,
Como les llamara Fidel,
Ejército contra huracanes y terremotos,
Ejército contra epidemias y pandemias,
Ejército contra condiciones insalubres,
¡Ejército de la vida!
Y al término del bloque
De trabajadores y estudiantes de la salud
Un sencillo cartel dice:
“Salud para el comandante”
Y luego un mar de banderas cubanas,
Y en un lugar destacado
Banderas palestinas y saharauis
Nos recuerdan los pueblos en lucha
¡Los pueblos en Resistencia!
Y aparecen las diversas banderas de América Latina:
¡La Patria Grande!
Otro gran lienzo:
“A preservar y perfeccionar el socialismo”
Flanqueado por letreros
“Viva el 1º de mayo”
Pasa otro bloque,
Y se escucha:
“Pa´ lo que sea, comandante”
Obreros de los centrales azucareros,
Portan un gran lienzo,
“1º de Mayo:
Unidad, productividad, eficiencia”
Rodeado de letreros que dicen:
“No al bloqueo”.
Y pasan luego
Los trabajadores del Polo Científico:
¡Delantales impolutos!
Precursores de vacunas
Y medicamentos,
De los múltiples productos de zeolita
Y de muchos aportes para la vida de los cubanos.
No era muy grande el bloque,
¡Pero de alto peso específico!
Y viene un momento de gran emoción:
El bloque de veteranos de guerra de Angola,
Los hombres y mujeres que fueron a saldar su deuda con África,
¡Y vaya que si lo hicieron!
Algunos de ellos lisiados,
Pero con un brillo inconfundible en la mirada
¿Será eso el orgullo revolucionario?
Los luchadores que derrotaron el Apherteid
Y que modificaron el mapa de África
¡Desfilan recios, y con la frente en alto!
Las banderas cubanas
Se entremezclan
Con imágenes de Fidel,
Y las alegres mujeres corean:
“Pa´ lo que sea, Comandante”
Y mirando a la tribuna,
Con su ritmo contagioso
Y con los ojos brillosos,
¡Con miradas pícaras!
“Pa´ lo que sea, Comandante”,
Comienza un movimiento ondulante,
Emergen redondeces
(De esas con sabor a palmeras)
Y continúan:
“Y aquí,
Y aquí,
Aquí no se rinde nadie”,
Nuevos movimientos de caderas,
“Y aquí,
Y aquí,
Aquí no se rinde nadie”,
Y con esa masa ondulante,
Con esa bellezas café con leche,
Empiezan a pasar,
Los últimos lienzos:
“Viva el socialismo”
“Trabajadores: orgullosos de nuestra obra”,
Y obnubilado por el ritmo,
Los gritos y las consignas,
La alegría y la sensualidad,
Me digo a mí mismo:
¡El socialismo es mucho más que la esperanza!
Poema presentado en Valparaíso, Chile; en un homenaje a la revolución cubana
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Buena Fe
Silvio Rodríguez
Grande la tormenta, que no se anima a escampar
En el suelo están los troncos más severos
Anegada la sabana, se hizo río el manantial.
Tanta lluvia que ha borrado los senderos.
Viejo mapa que no nos dirá cómo llegar
Adelante solo reina un gran fanguero
Se adelanta un caminante y algunos salen detrás.
Tras los pasos del añoso del sombrero.
¿Acaso tú sabes la ruta?
¿Acaso ya pasaste antes?
¿Sabes de atajos y grutas?
Cuéntanos todo lo importante.
Cuéntanos todo lo importante.
Cuéntanos todo lo que sabes.
Cuéntanos todo lo que sabes.
Vengo de un tiempo de plagas y sequías.
Pero a sangre y sudor se hizo cosecha.
Más lo que se pudo que lo que se quería.
Y heme aquí, latiendo aún esta fecha.
No me sé el camino, solo tiran de mí
los anhelos, de posibles maravillas.
Salgo a caminar pues no aprendí a dormir
mientras en el zurrón,
mientras en el zurrón,
mientras en el zurrón queden semillas.
Dime tú,
Cuéntame… Cuéntame…
Dime del sueño que acuñas.
Con cuál fe llenarás tu templo
del dulzor que tendrán tus uvas.
Cuenta tú que tendrás más tiempo.
Cuéntame, que tienes más tiempo.
El naufragio se parece al capitán.
Y el poeta se parece a su cantar.
Y la rueda a los caminos.
La vela a la oscuridad.
Haz que se parezca a ti la tempestad.
Haz que se parezca a ti la tempestad.
Fuente: Piensa Chile