martes, diciembre 24, 2024
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A 44 años del Golpe Militar en Chile: El Diálogo Mortal que Cerró las Alamedas al Hombre Libre…

Por Iván Oliver Rugeles

“El drama ocurrió en Chile, para mal de los chilenos, pero ha de pasar a la historia como algo que nos sucedió sin remedio a todos los hombres de este tiempo, que se quedó en nuestras vidas para siempre…”Gabriel García Márquez.


Los documentos que hacen la historia por más aterradores que pudieran ser, como este diálogo que mantuvieron por vía telefónica dos gorilas del ejército chileno durante  el desarrollo del plan golpista que le puso término a sangre y fuego al Gobierno de la Unidad Popular y a la vida del Presidente Constitucional, Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973 y que  a 44 años de ese fatídico hecho, hemos querido reproducirlo, una vez más, como sentido homenaje tanto al Presente Mártir, como a los miles de chilenos que fueron asesinados por la jauría de hienas que bajo el mando de Augusto Pinochet instalaron por 17 años en la Moneda, a una de las más sangrientas dictaduras que ha padecido en su historia toda la América Latina y Caribeña, con el más absoluto respaldo del gobierno estadounidense.

Efectivamente, la injerencia muy activa y decidida del imperio yanqui en el golpe militar contra el Gobierno de Allende quedó demostrada de forma inequívoca con los miles de documentos que el gobierno de ese país comenzó a desclasificar durante la administración de Bill Clinton, recogidos esa primera tanda de 20 mil en el libro del investigador Peter  Kornbluh, publicado en 2003, “Pinochet: Los Archivos Secretos”, hasta la última que le fue entregada a la presidenta Michelle Bachellet, ya al final de la presidencia de Barack Obama, en septiembre de 2016 y que se refieren al papel estelar que jugó el gobierno del norte en el asesinato del ex canciller de Allende, Orlando Letelier y de su secretaria, Ronnie Moffitt, en la ciudad de Washington, por efecto de una bomba que le fue colocada en su automóvil en 1976 (EEUU entrega a Bachelet la última tanda de documentos del …).

Veamos, sin más introitos, ese diálogo de la muerte*, aberrante y monstruoso entre dos sujetos al mando de la última etapa de una conspiración urdida y planificada por el imperialismo gringo desde el mismo instante en que Salvador Allende gana las elecciones el 4 de septiembre de 1970, cuando el presidente Richard Nixon le pide al secretario de Estado, Henry Kissinger: «hacer gritar a la economía» de Chile, para impedir que dicha victoria sea confirmada por el Congreso, quien tenía la facultad, según  la Constitución vigente para entonces, de que si ninguno de los candidatos obtenía la mayoría absoluta, tenía que escoger para Presidente a uno de los dos candidatos más votados, decisión esa que debía tomarla para el mes siguiente de octubre, el día 24, entre Alessandri y Allende, la que, finalmente, favoreció a Allende por 153 votos sobre 35 que obtuvo su contendor.

Es bien importante recordar, también, que dos días antes de esa elección y dentro del plan de evitar la elección de Allende, el 22 de octubre, es asesinado en las calles de Santiago el Comandante General del Ejército, el General René Schneider, hecho este que fue condenado por la mayoría de la sociedad chilena. Sus autores hacían parte de los comandos armados del grupo derechista Patria y Libertad…

Este es el diálogo:

Pinochet: “Yo tengo la impresión de que el señor civil (se refería a Allende) se arrancó en las tanquetas. Y Mendoza (otros de los gorilas golpistas), ¿no tiene contacto con él?”

Carvajal: “No, pero en las tanquetas no huyó. Las tanquetas se habían ido antes y yo posteriormente en persona hablé por teléfono con él… y lo he intimado a la rendición en nombre de los Comandantes en Jefe y (…) el huevón contestó con una serie de garabatos».

Pinochet: “Conforme, conforme. Entonces hay que impedir la salida; si sale, hay que tomarlo preso.”

Carvajal: “Y también hablé posteriormente con el edecán naval, quien me confirmó que Allende está en la Moneda.”

Pinochet: “Entonces hay que estar listos para actuar sobre él. ¡Más vale matar la perra y se acaba la leva!”

Se despiden y pocos minutos después retoman el diálogo:

Pinochet: “Patricio, aquí te habla Augusto. Dime, el señor Altamirano y el señor este otro, Enríquez (se refiere al dirigente del MIR, Miguel), el otro señor Palestrano (diputado aguerrido del partido socialista) y todos estos gallos, ¿dónde están metidos? ¿Los han encontrado o están fondeados?”

Carvajal: “No tengo informaciones de donde se encuentran.”

Pinochet: “Es conveniente darle la información al servicio de inteligencia de las tres instituciones para que los ubiquen y los tomen presos. Estos gallos deben estar fondeados, son verdaderas culebras.”

Carvajal: “Conforme, conforme. El comandante Badiola está en contacto con la Moneda… Le va a transmitir este último ofrecimiento de rendición. Me acaban de informar que habría intención de parlamentar.”

Pinochet: “Tiene que ir (Allende) al Ministerio con una pequeña cantidad de gente. ¡A las once en punto se bombardea!».

Carvajal: “Ellos está ofreciendo parlamentar.”

Pinochet: “¡Rendición incondicional! ¡Nada de parlamentar, rendición incondicional!

Carvajal: “Muy bien, conforme. Rendición incondicional en que lo toman preso, ofreciéndole nada más que respetar la vida, digamos…”

Pinochet: “La vida y su integridad física y enseguida se lo va a despachar para otra parte.”

Carvajal: “Conforme. O sea que se mantiene el ofrecimiento de sacarlo del país.”

Pinochet: “Se mantiene el ofrecimiento de sacarlo del país… Y el avión se cae, viejo, cuando vaya volando.”

Suspenden la conversación y la retoman luego de breves minutos:

Pinochet: “Patricio, muy conforme con toque de queda, muy conforme con Estado de Sitio, pero hay que agregar algo. Se va a aplicar Ley Marcial a toda persona que sea sorprendida con armas o explosivos. Van a ser fusilados de inmediato, sin esperar juicios.”

Carvajal: “Conforme. Ley Marcial. Estado de Sitio. Toque de queda. Y a todo el que se le sorprenda con armas o explosivos serán ejecutados de inmediato.”

Pinochet: “¡Están ganando tiempo! ¡No acepten ningún parlamento! ¡Parlamento es diálogo! ¡No podemos aparecer con debilidad de carácter aceptando un plazo de parlamento a esta gente, porque no podemos nosotros aceptar plazos ni parlamentos que signifiquen diálogo, significan debilidad! ¡Todo ese montón de jetones que hay ahí, al señor Tohá, al otro señor Almeyda (ambos ministros de Allende), a todos esos mugrientos que estaban por arruinar al país deben pescarlos presos y al avión que tienes dispuesto tú! ¡Y sin ropa, con lo que tienen, para afuera!”

Carvajal: “Me han dicho que espere un momento para convencer al Presidente.”

Pinochet: “¡Negativo!”

Se interrumpe la conversación y luego de transcurridos algunas muy pocas horas, se reanuda:

Carvajal: “Gustavo (Mendoza) y Augusto…Hay una información del personal de la Escuela de Infantería que está dentro de la Moneda. Por la posibilidad de interferencias, la voy a transmitir en inglés: They say that Allende committed suicide… is dead now. ¿Dígame si entienden?”

Pinochet: “Entendido.”

Carvajal: “Augusto, respecto del avión para la familia, no tendría urgencia entonces esa medida.”

Pinochet: “¡Que lo metan en un cajón y lo embarquen en un avión, viejo, junto con la familia! ¡Que el entierro lo hagan en otra parte, en Cuba? ¡Si no, va a haber más pelota pa’l entierro! ¡Si éste hasta para morir tuvo problemas!”

Así actúa el fascismo y los venezolanos alcanzamos a sentirlo aquellos días de abril del 2002 cuando la derecha tomó el poder en nuestro país, tanto por la matanza planificada el día de la marcha (11/07) y la persecución que se desató una vez fue detenido y raptado el Presidente Chávez (día 12 en la madrugada), por parte de los Alcaldes de Primero Justicia y la Policía Metropolitana al mando de Peña, Vivas y Forero, como porque hasta “periodistas” de los grandes medios radioeléctricos y televisivos hacían llamados a la población para que denunciaran el lugar donde se escondían los funcionarios, líderes y simpatizantes del gobierno derrocado.

Y hoy, igualmente y desde hace meses, la derecha criolla, con la mayor violencia que nunca antes históricamente había conocido el país, ha venido intentando el derrocamiento de nuestro gobierno legítimo y ha contado para ello con el apoyo abierto y descarado de ese mismo imperio yanqui que colocó en Chile a esos criminales, por lo que traer a la memoria este diálogo, es sumamente importante para que no se nos olvide de lo que ese imperio es y ha sido capaz de hacer en busca del control del mundo, pero al margen esa realidad, en Venezuela tenemos voceros muy dinámicos y muy activos integrantes de la oposición, como Rafael Poleo, Napoleón Bravo, entre otros, quienes viven en Miami, que han llegado a los extremos de reivindicar no solamente a Pinochet, sino a los dictadores de Argentina, Rafael Videla y de Uruguay, Juan María Bordaberry, quienes sumieron a su países en el mayor terror y barbarie, dejando una estela de muertos que se calculan que deben haber superado los 50 mil, tras poner en ejecución, con la asistencia logística de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana, al Plan Cóndor.

Fuente: Barómetro Latinoamericano

 

 

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