El avance de la ciencia y la tecnología no da respiro. Científicos crearon la primera memoria cuántica, aproximadamente mil veces más pequeña que dispositivos similares, idónea para su instalación en un chip, según informa la revista Science, lo cual supone la tercera, o tal vez la cuarta, revolución digital.
Según el equipo internacional de investigadores que creó el dispositivo, este no sólo es lo suficientemente diminuto para encajar en un circuito integrado o chip, sino que también tiene la capacidad de recuperar datos bajo demanda.
El aparato, creado por científicos italianos y estadounidenses, tiene una forma rara, parecido a una barra de chocolate Toblerone.
El chip está elaborado con cristal de ortovanadato de itrio con pequeñas cantidades de neodimio, que forman una cavidad.
Al decir de Tian Zhong, ingeniero molecular de la Universidad de Chicago, las ranuras hacia los extremos del dispositivo se comportan colectivamente como dos espejos, uno a cada lado.
Según los expertos, hasta ahora las memorias cuánticas construidas han sido demasiado grandes para ponerse en un chip, un requisito necesario para las aplicaciones prácticas.
Por qué es importante la computación cuántica
El futuro está cada vez más cerca. La memoria cuántica, una nueva forma de funcionamiento que multiplica la velocidad de los ordenadores exponencialmente, está un poco más a nuestro alcance.
Un equipo de la Universidad de China de Ciencia y Tecnología, dirigido por el profesor Pan Jianwei,ha logrado que una memoria cuántica funcione, enviando y transmitiendo datos durante 100 milisegundos, el récord hasta el momento.
Gracias a estos ordenadores daremos un gran salto adelante en la informática, dado que permiten conexiones muchísimo más rápidas y más seguras que las que conocemos actualmente.
¿Y cómo es esto posible?
La memoria cuántica difiere de la tradicional en un aspecto fundamental: en vez de almacenar bits de información, que solo les permite ser 1 o 0, almacenan qubits.
Y un qubit es un bit colocado en lo que se llama superposición cuántica. Detrás de semejante nombre lo que se esconde es que el qubit posee a la vez ambas informaciones.
Gracias a estas nuevas memorias la velocidad de los cálculos de un ordenador crecerá enormemente, permitiéndonos usarlos a mucha más velocidad.
Sin embargo, el mayor problema al que se enfrentan es a la inestabilidad.
Actualmente el máximo tiempo que una memoria cuántica se ha mantenido incólume, simplemente reteniendo datos a temperatura ambiente, ha sido 39 minutos. Por eso el hecho de que aunque haya sido solo por 0’1s supone tanto para esta nueva tecnología.
La NASA posee desde diciembre de 2015 un ordenador cuántico, desarrollado por la compañía canadiense D-Wave. Sin embargo aún están lejos de poder usarse en casa: este superordenador mide nada menos que 10 metros cuadrados.
Por lo tanto, pese a que ya hemos dado este pequeño paso, la realidad es que faltan décadas (IBM estima que al menos una) hasta que estas máquinas lleguen a nuestros hogares.
De ahí que la memoria cuántica creada por el equipo de la Universiodad de Chicago, representa un gran adelanto en esa dirección.