Los partidos oficialistas -incluidos el MAS y la IC- cerraron la puerta a la posibilidad de pactar en algunas comunas con el partido de Enríquez-Ominami para las próximas elecciones municipales.
«Hasta antes de esto, primaba una diferencia política con Marco Enríquez-Ominami. Pero ahora hay una desconfianza política». Las declaraciones del senador y líder del MAS, Alejandro Navarro, retratan el distanciamiento que durante los últimos días ha experimentado la Nueva Mayoría con la posición del ex candidato presidencial y líder del Partido Progresista.
Navarro era de los dirigentes del bloque que aún defendían públicamente la opción de que el PRO se sumara al conglomerado. De hecho, catalogaba como un «error» no hacerlo, ya que, a su juicio, sumaba votos. Sin embargo, la situación cambió luego de las últimas informaciones que involucran a ME-O con empresarios brasileños de OAS, quienes viajaron en un jet privado junto al ex abanderado en medio de su campaña presidencial.
La firma OAS está siendo investigada por delitos de corrupción que afectan al ex Presidente Lula da Silva.
«Toda posibilidad de incorporación del PRO en una alianza electoral ha terminado por diluirse. Es irreversible», manifestó Navarro, quien además expresó que el supuesto «aislamiento» del PRO «da cuenta de una concepción política que francamente no alcanza para aspirar a gobernar».
Al senador del MAS se sumó el presidente de la IC, Sergio Aguiló, quien aseguró que ampliarse a fuerzas como el PRO fue desechada por su partido, ya que, dijo, deben «privilegiar» su posición dentro de la Nueva Mayoría. El diputado, al igual que Navarro, era uno de los que impulsaban la idea de sumar al conglomerado a la colectividad de Enríquez-Ominami.
De hecho, en enero de 2015, Aguiló fue uno de los ocho diputados que participaron de un almuerzo en honor al ex abanderado presidencial. También lo hizo el diputado PPD Cristián Campos, quien ayer también le cerró la puerta a una alianza. «No queda espacio, hay muy poco ánimo de pactar con él», dijo.
El Partido Progresista ha intentado llegar a un acuerdo con el oficialismo respecto a las municipales. Según conocedores de la negociación, el PRO solicitó que el bloque no compita en las siete alcaldías que actualmente están en manos de la colectividad de Enríquez-Ominami, y apoye a los actuales ediles.
Asimismo, habían pedido que no se presenten competidores en la comuna de San Bernardo, donde la carta progresista es Marisela Santibáñez.
Sin embargo, esto fue desechado.
«La Nueva Mayoría no ha hablado de ninguna alianza con el PRO. Incluso, en el caso de que vayan tres listas municipales, solo será conformada por partidos de la Nueva Mayoría», señaló el presidente del PPD, Jaime Quintana. Más radical fue el líder de la DC, Jorge Pizarro, quien expresó que «nunca ha habido ninguna opción de llegar a acuerdo con un proyecto que ha sido oposición al gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet».
Misma postura tiene el secretario general de la DC, Gonzalo Duarte. «No vamos a abrir conversaciones fuera de la nueva mayoría de ninguna naturaleza», dijo.
Con ello, las opciones de que el oficialismo haga pactos por «omisión» con el PRO se ven más lejanas que nunca. En ese caso, dicen en el PRO, podrían llevar candidatos en varias de las comunas, lo que podría terminar de fracturar la relación entre el oficialismo y ME-O.
Fuente: El Mercurio