Cerca de cinco mil pescadores y sus familias han sido afectados con la marea roja que mantiene al sur de la isla de Chiloé con prohibición de extracción de pescadores y mariscos. Cerca de allí, en Calbuco, doce buques pesqueros llevan días con más de cien toneladas de pescado en descomposición, lo que ha generado un serio problema sanitario.
Alberto Loncomilla, dirigente del sindicato Corcovado, aseguró que «estamos prácticamente en zona de catástrofe, por el hecho de que la marea roja es una microalga que nos está afectando a la mayoría en la comuna. Estamos totalmente inhabilitados».
«Afecta la parte económica de la familia. La misma gente que trabaja con uno, trabajan cinco o seis personas por lancha, son cinco o seis familias que se ven afectadas», añadió.
En la misma línea, el pescador Carlos San Martín señaló que «la situación es bastante complicada en este momento (…) estamos sin nada, la marea roja nos atacó fuerte. Subió muy rápida la cantidad de toxinas».
Esta mañana en conversación con radio Cooperativa, la seremi de Salud de la Región de Los Lagos, Eugenia Schnake precisó que «la provincia de Llanquihue, Osorno y dos tercios de la isla de Chiloé están libres de la marea roja».
Embarcaciones llevan días con pescado podrido a bordo en la región de Los Lagos
Un grave problema sanitario se registra en la Región de Los Lagos: alrededor de doce buques cargueros llevan abordo más de 100 toneladas de peces en descomposición.
Los tripulantes de estos buques, que se encuentran a la gira en el puerto San José de Calbuco y llevan varios días abordo, acusan que el estado de putrefacción se hace insostenible y que los gases que emanan de las embarcaciones producen problemas de salud.
«Hay que sacar a la gente de los barcos porque es insoportable. Hay gente que está con dolores de cabeza, que está vomitando, llevamos demasiados días con la mortalidad a bordo», señaló Ángelo García, dirigente de los tripulantes mercantes, que está embarcado en el buque Río Aysén.
«Yo me embarqué el 1 de marzo, nosotros el día 7 fuimos a cargar peces y desde ese día en la noche están los pescados a bordo», agregó García.
El dirigente de los tripulantes explicó que para hacerse cargo del problema y sacar a los peces, se debe hacer vía succión con un sistema conocido como «yoma» el cual no ha llegado, como tampoco han recibido ningún equipo de seguridad.
«Con un equipo de yoma extraen los pescados, pero acá tampoco nos han mandado ningún equipo de seguridad, equipo de respiración autónoma, mascarillas, guantes especiales tienen que mandar, no han mandado nada», manifestó García.
Hasta el momento, ninguna fuente oficial ha explicado lo que va a suceder con los buques. No les han informado a los tripulantes si van a seguir manteniendo esta pesca o si darán la autorización para ir mar adentro y deshacerse del pescado podrido.