Erasmo de Rotterdam, naciò el 28 de octubre de 1466, en la ciudad que lleva grabada en su nombre de pila. Hijo bastardo de un sacerdote y su sirvienta, Erasmo fue un apasionado de la escritura y la filosofia, estudio en la universidad de Paris, donde posiblemente empezo a incubar todas sus ideas acerca del humanismo y de su pensamiento libre e independiente.
A lo largo de su vida escribio multiples textos de indudable calidad, pero en el que quiero detenerme hoy es en el que veo reflejado a Marcelo Bielsa, y que detalla palmo a palmo ( y sin quererlo) la personalidad del rosarino y quizas de muchos otros que nos sentimos atraidos hacia su manera de ser : «El elogio de la locura».
«La locura, no sólo es importante debido a que su reconocimiento conduce a la verdadera razón. También lo es por la relación que establece entre el saber y la experiencia. De modo que no se da valor a las conversaciones banales ni a las falsas creencias.
Es por esto que la locura no puede vivir sin la razón, ya que sólo si ésta última es capaz de reconocer a la primera, y determina la verdadera importancia de las cosas.
A través de la locura, el hombre es capaz de reconocer la miseria que le rodea, porque conociéndola identifica sus flaquezas, sus errores y su verdadera incapacidad de razonar correctamente.»
¿Quién es mas cuerdo que Marcelo Bielsa?
Su locura es la postura que adopta frente a una sociedad que valora éxitos por sobre valores, que prefiere triunfos antes que a buenas personas y grandes enseñanzas.
Gracias a esta locura que lo mantiene alejado de la codicia que rodea al mundo del futbol, Marcelo Bielsa construyó esa coraza de seriedad y soledad, que lo protege, y que a la vez permite a sus convicciones mantenerse en su estado mas puro.
Nadie mejor que el para aprender de sus errores y a través de ellos reconstruirse, de manera que cada vez exista una mejor versión de uno mismo en el futuro. Así es la locura del loco, bien cuerda.
«La locura es la alegría indispensable para la felicidad. Quién sólo tiene razón sin pasión, es una imagen de piedra, burda, carente de sentimientos humanos, un monstruo, un espectro del que todos huyen, insensible ante toda emoción natural, no suceptible de amor ni de compasión.»
Si hay algo que Bielsa ha demostrado a través de los años en los que se desempeña en la tarea de entrenador, es su pasión por ese trabajo. Su pasión exacerbada, según muchos, pero necesaria según quién escribe, ya que es el motor que nos mantiene de pie ante los desafíos que nos pone delante la vida. El famoso «amor a la tarea» no es sólo una frase hecha, en la vida de Marcelo todo se realiza con una dosis enorme de amor, hacia lo que uno hace, y es la pasión lo que permite exteriorizarla y poder transmitirla a los demás.
¿Quien hay que sea capaz de soportar las injurias de la vida, todo el sufrimiento e injusticias que en ella se producen? Todos lo hacen, claro, pero no solos, si no que la locura nos ayuda en gran parte a superar esto, tanto que no nos damos cuenta de todo el daño que nos producen y que nosotros mismos producimos a nuestros semejantes.
¿Quien tan cuerdo y a la vez estulto como masoquista, estaría dispuesto a sufrir el calvario de la vida?, ¿sin ni siquiera una pequeña gota de locura?. Los que lo intentan pronto se rinden y muchos terminan en el suicidio, siendo ésta su única salvación, (si es que sus almas no estaban muertas desde un principio).
El mundo estaría lleno de almas perdidas, errando por los parajes de la eternidad, el mundo estaría así y mucho peor; si no fuera por la ayuda de la locura. La locura que aporta felicidad y alegría al corazón, despreocupación y hermosura al alma, que oculta e ignora los problemas, penas y todo sufrimiento, que el alma no seria capaz de soportar sin ella.
Gracias la locura que endulza la existencia, es que el mundo no esta totalmente acabado.
Luego del Mundial 2002, El Loco vivió su propia guerra civil. Fue victima de las peores calumnias, de los peores agravios, que incluso trascendían su ocasional tarea de entrenador de la seleccion Argentina de futbol, y traspasaban esa frontera tratando de involucrarse en la vida personal.
Ha sufrido los peores atropellos, y siempre su manera de sobrellevarlos ha sido la misma: el aislamiento, la reclusión en los confines mas alejados de su propia locura, ese terreno en donde las injusticias deportivas y de la vida real no existen, o quizás duelen un poco menos.
Que sería de Bielsa si no fuera por esa locura que lo mantiene firme, aunque muchos crean que está corriendo contra la corriente?. Seguramente sería uno más de los que viven derribando obstaculos en la mediocre lucha del exito » a como de lugar», simplemente no sería Marcelo Bielsa.
«La locura es el elemento esencial que necesitamos para vivir felizmente. La locura es verdad absoluta, es la realidad tal y como es. La locura es el motor que pone al mundo en movimiento, es vitalidad, valor, energía de la cual nadie puede prescindir. La locura conduce a la más elevada sabiduría, es la madre de todas las pasiones humanas, es la originadora del amor y de la amistad; los sentimientos más hermosos que hay.»
Que mejor que hacer lo que uno ama, con toda la energía que se tenga a disposición, e invirtiendo la mayor cantidad de tiempo que uno tenga disponible. Para el loco no existen las medias tintas, o se entrega todo, o directamente ni se empieza a hablar.
Es esa locura lo que le permitió convencer a los demás de que sus ideas podían ser puestas en práctica, que la búsqueda de la perfección no es algo utópico, ya que aunque no exista, si existe la motivación de estar mas cerca de lograrla. Marcelo nos convenció de todo eso y mas, nos convenció de que estar un poco loco, a veces no viene mal.