Con solo 21 años, Nadia Murad ya conoce el infierno. También aprendió cómo escapar de él y con su voz y su ejemplo contar la dificil experiencia que tuvo que vivir en las garras de Estado Islamico, organización cuya locura homicida parece no tener límite. En la ciudad de Mosul, decapitó a un adolescente por el pecado de escuchar música pop.
Nadia es una mujer yazidí iraquí, una minoría que se ha enfrentado al Estado Islámico, y pasó varios meses como esclava sexual del grupo terrorista, sufriendo violaciones y malos tratos en una espiral de dolor que probablemente no olvide nunca en su vida.
Aunque hoy es capaz de levantarse y gritar al mundo su historia, mostrando que no tiene miedo y que pese a lo que ha sufrido sigue teniendo fuerza para luchar por ser feliz. Su relato es estremecedor.
Junto a 5.000 mujeres más, Nadia fue tomada como prisionera cuando el Estado Islámico inició su avance en el norte de Irak, lugar en el que fundamentalmente estaban asentados los yazidíes. Mataron a más de 300 hombres y se llevaron a las mujeres más jóvenes. El día a día no fue nada sencillo.
“Nos forzaban a rezar y luego nos violaban. Valíamos menos que los animales. Abusaban de las niñas en grupo. Hicieron lo que una mente no puede imaginar”, ha contado delante de un grupo de estudiantes, en una conferencia en una universidad de El Cairo, Egipto.
Tras secuestrarla de su pueblo, a Nadia la mandaron primero a Mosul, una de las ciudades más importantes de Irak, para después ser “distribuida”, tal y como ella misma dice, entre los combatientes. A ella le tocó quedarse como esclava con un hombre que estaba casado y tenía una hija, aunque la joven yazidí nunca llegó a ver a las dos mujeres.
Su primer intento de fuga falló, pero tuvo que pagar duramente las consecuencias. Fue violada por seis militantes como forma de castigo.
“Cometieron crímenes sobre mi cuerpo hasta que perdí el conocimiento”, confiesa.
Pero suicidarse nunca fue una opción pese a que otras mujeres, incapaces de lidiar con el sufrimiento que estaban padeciendo, optaron por quitarse la vida. Murad finalmente logró escapar en noviembre de 2014, tras tres meses de tortura y llegó a un campo de refugiados, antes de terminar solicitando asilo en Stuttgart, Alemania.
Daesh decapita a un menor por escuchar música Pop en Mosul
El grupo takfirí EI (Daesh, en árabe) ha decapitado a un menor iraquí de 15 años por escuchar canciones de música Pop en la ciudad de Mosul, en el norte de Irak.
El joven llamado Ayham fue detenido en la tienda de su padre en el mercado Nabi Yunis, en Mosul y fue condenado a muerte por tener imágenes y canciones en su móvil, han informado este jueves fuentes iraquíes.
“Miembros de Daesh llevaron el cadáver del joven a su familia con la cabeza separada del cuerpo”, han explicado las fuentes.