A 50 Años de la Nacionalización del Cobre: Es Hora que Chile Recupere su Soberanía Económica

A 50 años de la nacionalización del cobre, tiempo que Chile recupere la soberanía sobre sus recursos naturales.

Este 11 de julio se cumplen 50 años del día en que el Gobierno Popular, presidido por Salvador Allende, nacionalizó las empresas de la gran minería del cobre. Ese paso, llevado a cabo en esa breve primavera que vivió nuestro pueblo, fue la culminación de muchas grandes y pequeñas acciones en que socialistas, comunistas y otros revolucionarios jugaron un rol relevante.

Recabarren y la primera huelga en Chuqui

Luis Emilio Recabarren, fundador del Partido Comunista, padre del Movimiento Obrero chileno, fue el que organizó la primera huelga en un mineral de cobre explotado por empresarios extranjeros. Ésta se llevó a cabo en el mineral de Chuquicamata el 28 de agosto de 1914.

En carta escrita con fecha 29 de agosto de 1914, Recabarren escribió a Carlos Alberto Martínez: “Nuestro movimiento de ayer fue el solemne exponente de nuestra insuperable cultura y de nuestra poderosa unidad. Ha quedado la burguesía sorprendida. El mineral de Chuquicamata, que ha sido el terrible feudo de los yanquis democráticos, no pudo ayer trabajar, pues el paro fue total”.

Luis Emilio Recabarren fue el primero en plantear la necesidad de nacionalizar el cobre. Habiendo sido detenido el viernes 9 de abril de 1920 en Tocopilla, acusado sedición, por un discurso que no había pronunciado, fue conducido a la cárcel de Santiago, donde permaneció 16 días incomunicado. En la noche del 30 de abril, se le embarcó en Valparaíso en el vapor Mapocho rumbo a Tocopilla, en cuya cárcel permaneció hasta fines de octubre de 1920. Más de 200 días de prisión.

Pero no perdió el tiempo en la cárcel de Tocopilla. Escribió numerosos artículos para la prensa popular. Se conocen 46 de ellos.

De éstos, 40 fueron publicados en “El Socialista”, de Antofagasta entre el 19 de mayo y el 3 de octubre de 1920. Uno, con fecha 11 de agosto, se titula “Pongamos remedio al mal”.

Allí escribió: “Los problemas de la miseria y de la esclavitud no terminarán mientras tanto la clase obrera se resigne a sufrir la actual organización social. No son los burgueses los que van a remediar el mal, tenemos que ser nosotros, y para eso debemos preparar todas nuestras fuerzas. Cada región tiene su problema y su programa.

Nacionalicemos las industrias extractivas. Nacionalicemos las minas del carbón, las salitreras, los bosques, el cobre, la agricultura y procedamos a que toda la industria nacionalizada sea administrada bajo el control de comisiones nombradas por el gobierno o las municipalidades respectivas.

Nacionalizar las industrias como están nacionalizados los ferrocarriles, correos, etc., y la administración en manos de los mismos obreros; este es el único remedio al mal de la esclavitud y la miseria…

Si Chile es de los chilenos, que sea de verdad; que sea para todos y no para unos pocos privilegiados que se vuelven déspotas y tiranos”.

Primer intento oficial

El 4 de junio de 1932 un golpe cívico-militar derrocó al reaccionario gobierno de Juan Esteban Montero e inició la llamada República Socialista, que si bien es cierto no tuvo nada de socialista, fue un breve gobierno de doce días que llevó a cabo importantes medidas y planteó otras que, a pesar de no poderlas realizar, mostraron su visión de futuro.

Una de estas últimas fue dictar un decreto que declaraba no sujeto a concesión el cobre. Este constituyó el primer intento oficial en nuestro país por nacionalizar nuestra principal riqueza básica.

El primer Proyecto de Ley sobre la nacionalización del cobre fue presentado por los senadores del Partido Comunista de Chile, Elías Lafertte y Salvador Ocampo, con fecha 21 de junio de 1951.

En su artículo 1º decía: “Por exigirlo el interés nacional declárense de utilidad pública todos los bienes de su propiedad que tengan en el país la Chile Exploration Company, la Andes Copper Mining y la Braden Copper Company.

El Presidente de la República decretará dentro del plazo de sesenta días de la promulgación de la presente ley, la expropiación de dichos bienes”.

El segundo proyecto de nacionalización

En 1961, los senadores socialistas Salvador Allende, Raúl Ampuero, Salomón Corvalán, Aniceto Rodríguez, Alejandro Chelén, Adolfo Quinteros y Galvarino Palacios presentaron el segundo proyecto de nacionalización del cobre.

El 18 de junio de 1961, el dirigente demócrata cristiano Radomiro Tomic señaló: “Mientras pretendamos ser un Estado soberano, el control del cobre debe estar en manos de los poderes públicos del Estado de Chile y no en las empresas extranjeras”.

En otra ocasión afirmó: “Quien controla el cobre, controla Chile”.

Allende fue derrotado el 4 de septiembre de 1952. Ganó el ex dictador Carlos Ibáñez, que en su campaña había prometido “El Cobre para Chile”. Nada hizo para cumplirlo. Pero si persiguió al movimiento obrero. Reabrió el campo de concentración de Pisagua, inaugurado por el “traidor”.

Tampoco alcanzó la victoria Allende en los comicios del 4 de septiembre de 1958. Triunfó el candidato de la derecha Jorge Alessandri. Su gobierno fue tan reaccionario como los dos de su padre, Arturo Alessandri.

La tercera no fue la vencida para Allende. El 4 de septiembre de 1964 venció Eduardo Frei Montalva, prometiendo cambios en libertad, la revolución en libertad. Pretendió ser la contrapartida al gobierno revolucionario de Fidel Castro. No hubo en su administración nada parecido a una revolución.

En todas sus campañas presidenciales Salvador Allende levantó las banderas de los cambios revolucionarios, entre ellos la nacionalización de las empresas que explotaban nuestro cobre.

Frei Montalva: Los negociados con el cobre

Si bien es cierto, que en los inicios del Gobierno de Eduardo Frei Montalva, el ala progresista de la Democracia Cristiana logró que se llevaran a cabo algunas obras progresistas, como la ley de sindicalización campesina, la ley de reforma agraria, las organizaciones comunitarias, en los últimos tres años, el sector reaccionario logró frenar el proceso de la Reforma Agraria e impuso las vergonzosas negociaciones con las empresas transnacionales del cobre, que significaron mayores ganancias para éstas.

En 1967 el Gobierno de Frei Montalva llevó a cabo la llamada “chilenización” del cobre. Consistió en la formación de tres empresas mixtas:

Una con la Kennecott. El Estado chileno adquirió el 51% de las acciones de El Teniente en 80 millones de dólares, en circunstancias que el valor total de las instalaciones de ese mineral era de 70 millones de dólares. Quedando la administración de El Teniente en manos de la Kennecott. Esta trasnacional que en 1965, había obtenido ganancias por 8,5 millones de dólares; en 1969, teniendo sólo el 49% de las acciones, ganó 48,5 millones de dólares.

Una segunda empresa mixta la constituyó con Chile Exploration, subsidiaria de Anaconda, para explotar la Exótica, el Estado chileno era dueño del 25% de las acciones. Una tercera, con Cerro Corporation, para explotar el mineral de Cerro Blanco. El Estado chileno poseía el 30% de las acciones.

En 1969, el Gobierno de Frei Montalva efectuó la “nacionalización pactada” del cobre. Adquirió el 51% de las acciones de Chile Exploration y de Andes Koper Mining, ambas subsidiarias de Anaconda, en 196 millones 890 mil dólares, en ese momento el valor total de las instalaciones de esa empresa no alcanzaba esa cantidad.

Anaconda en el período 1965-1967 obtuvo una ganancia de 187,8 millones de dólares. En los años 1968-70, después de la “chilenización” y la “nacionalización pactada”, alcanzó ganancias por 239,8 millones de dólares.

La victoria popular

A 50 Años de la Nacionalización del Cobre: Es Hora que Chile Recupere su Soberanía Económica

Y la cuarta fue la vencida. El 4 de septiembre de 1970 triunfó Salvador Allende, candidato de la Unidad Popular. En la madrugada del 5, desde el edificio de la FECH, habló Allende.

En un vibrante discurso señaló: “Hemos triunfado para derrotar definitivamente la explotación imperialista, para terminar con los monopolios, para hacer una seria y profunda reforma agraria, para controlar el comercio de importación y exportación, para nacionalizar, en fin, el crédito, pilares todos que harán factible el progreso de Chile, creando el capital social que impulsará nuestro desarrollo”.

Durante sesenta días al rojo, el imperialismo y la reacción interna echaron mano a todo, incluso al asesinato del Comandante en Jefe del Ejército, para impedir la llegada a La Moneda de Salvador Allende. Pero éste asumió el mando supremo de la nación el 3 de noviembre de 1970. Se iniciaba el Gobierno Popular, el más patriota y más revolucionario de la historia de Chile.

El 5 de noviembre, en un gran acto en el Estadio Nacional, el compañero Presidente declaró: “Dijo el pueblo ‘Venceremos’ y vencimos…“Recuperaremos para Chile sus riquezas fundamentales. Vamos a devolver a nuestro pueblo las grandes minas de cobre, de carbón, de hierro, de salitre”.

En el masivo acto del Día Internacional de los Trabajadores, realizado en Santiago el 1º Mayo de 1971, el compañero Presidente dijo: “Trabajadores de Chile: Éste no es un día de fiesta; éste es un día de recuerdo, de rememoración. Un día para mirar hacia atrás, más allá y dentro de la frontera de la patria, y rendir un homenaje a todos aquellos que, en distintas latitudes, cayeron luchando por hacer más digna la vida del hombre y conquistar la auténtica libertad”.

“El cobre es el sueldo de Chile. Y deben entenderlo también el Gobierno y el pueblo norteamericanos. Cuando nosotros planteamos nacionalizar nuestras minas no lo hacemos para agredir a los inversionistas de Estados Unidos. Si fueran japoneses, soviéticos, franceses o españoles, igual lo haríamos. Es que necesitamos el cobre para Chile. Necesitamos lo que sale más allá de nuestras fronteras como utilidad de esas compañías, para poder impulsar el desarrollo de la nación, junto al hierro, al salitre y a las empresas nacionalizadas. Recuerden que en algo más de cincuenta años han salido del país, por concepto de utilidades del cobre, más de 3 mil millones de dólares”.

El 21 de Mayo en su Primer Mensaje al Congreso Pleno, Salvador Allende se dirigió al país afirmando: “Chile ha iniciado la recuperación definitiva de nuestra principal riqueza básica: el cobre. La nacionalización de nuetro0 cobre no es un acto de venganza o de odiosidad a grupo, gobierno o nación alguna. Estamos, por el contrario, en una actitud positiva de ejercer un derecho inalienable para un pueblo soberano: el disfrute pleno de nuestros recursos nacionales explotados con trabajo y esfuerzo nacional. Recuperar el cobre es una decisión de Chile, y exigimos el respeto de todos los países por una decisión unánime de un pueblo libre…

“En los meses que restan de 1971 el cobre será definitivamente de los chilenos. Del empeño de los obreros, empleados y técnicos de Chuquicamata, El Teniente, Exótica, El salvador y Andina, depende en gran medida el volumen de producción que alcancemos este año y, por lo tanto, nuestra capacidad de obtener divisas, y así mantener un abastecimiento normal y realizar nuestros programas de inversión. El cobre es el sueldo de Chile.”

El proyecto de nacionalización

En diciembre de 1970, el Presidente Allende envió el Proyecto de Nacionalización del Cobre al Congreso. El Ministro de Minería era Orlando Cantuarias y el Subsecretario de Minería, Hernán Soto. Ellos, junto al Vicepresidente de CODELCO, Max Nolff y al abogado Eduardo Novoa Monreal, prepararon el Proyecto de Reforma Constitucional para la Nacionalización del cobre, y participaron activamente en el trámite parlamentario.

En el Mensaje de Allende, que acompañó a ese proyecto, señalaba que por tratarse de la principal riqueza básica del país y porque la nacionalización del cobre daba paso a la ‘Segunda Independencia Nacional’, la Nacionalización del Cobre debía estar consagrada no en una simple ley, sino en la Constitución Política Chilena.

Este Proyecto de ley reforma constitucional fue aprobado por unanimidad por el Congreso Nacional el 11 de julio de 1971.

El día de la nacionalización del cobre, el Presidente Allende en un histórico discurso expresó: “Hoy es el día de la dignidad nacional y de la solidaridad. Es el día de la dignidad porque Chile rompe con el pasado; se yergue con fe de futuro y empieza el camino definitivo de su independencia económica, que significa su plena independencia política.

Por eso, nada más significativo el que haya escogido para hablarle a la patria como Presidente de ella, Rancagua, la Plaza de los Héroes. Aquí se sienten el ayer y el pasado, el heroísmo de los que lucharon y sacrificaron sus vidas para darnos sentido y contenido de pueblo. Aquí está presente la imagen de O’Higgins y aquí podemos decirle al Padre de la Patria que somos sus legítimos herederos, y que fue el pueblo el que gana esta batalla de la independencia y la dignidad nacional… Este momento histórico no habría podido suceder si el pueblo no lo hubiera alcanzado en la victoria del 4 de septiembre.

Hoy culmina una larga lucha de las fuerzas populares, para recuperar para Chile el cobre como su riqueza esencial…

Compañeros mineros, trabajadores duros del metal rojo: una vez más debo recordarles que el cobre es el sueldo de Chile, así como la tierra es su pan. El pan de Chile lo van a garantizar los campesinos con su conciencia revolucionaria”.

Desnacionalización del sueldo de Chile

El golpe fascista del 11 de septiembre de 1973 fue una contrarrevolución. Su objetivo fue aplastar y destruir la revolución llevada adelante por el Gobierno Popular, la más grande conquista del movimiento obrero chileno.

En año 1981 Pinochet promulgó la Ley 18.097 “Orgánica Constitucional de Concesiones Mineras”, que establece que “los recursos naturales pasan a ser propiedad del que obtenga la concesión de su explotación, hasta el momento en que se agote el yacimiento”.

Con esto se abrió las puertas a las inversiones privadas en la minería. Pero debido a la desconfianza que en el extranjero producía la dictadura, estas inversiones fueron escasas durante el período de la tiranía. Entre 1974 a 1989 fueron por la cantidad de 2.399 millones de dólares.

A partir de 1990, con la llegada de la Concertación al Gobierno, debido a las facilidades entregadas al capital privado, las inversiones extranjeras se dispararon en nuestro país. Ello, paralelamente a la elevación de la producción de cobre. Entre 1990 y 2005, las inversiones extranjeras en la minería fueron de una cifra de 17.578 millones de dólares.

Se produjo la desnacionalización del cobre. En 1973, el 94% de la producción de cobre estaba en manos del Estado, en el año 2007 se redujo al 31%.

Entre 1994 y 2003 las 10 mayores empresas mineras extranjeras obtuvieron ganancias por la increíble suma de 160 mil millones de dólares, pero tributaron al Estado chileno la exigua cantidad de 1.147 millones de dólares.

Según los economistas Orlando Caputo y Graciela Galarce (“El Siglo”, 1 al 7 de julio de 2011), las ganancias de las empresas transnacionales en un año, en 2006, fueron de 20 mil millones de dólares. Esta cantidad es superior a las inversiones extranjeras en la minería en Chile en el período de 32 años, comprendido entre 1974 y 200

Estos economistas sostienen que se estima para 2011 las ganancias de las empresas privadas, mayoritariamente extranjeras, será de 34.632 millones de dólares. Según cálculos realizados por ellos, estas ganancias equivalen:

al 79% del Presupuesto Público Total (fiscal);
a 3,3 veces el Presupuesto Total del Ministerio de Educación;
a 7,3 veces el Presupuesto del Ministerio de Salud;
a 11,5 veces el Presupuesto del Ministerio de la Vivienda;

y duplican el Presupuesto Total de estos tres Ministerios claves de Chile: Educación, Salud y Vivienda.

Las empresas privadas del cobre no sólo tributan una miseria al Estado chileno, sino que lo perjudicaron además, debido a que la sobreproducción de ellas, dañaron a CODELCO.

Sus aportes al Estado disminuyeron de 1.735 millones de dólares en 1995 a 735 millones de dólares en 2003.

En esta empresa Estatal el número de trabajadores de planta disminuyó de 28.445 en 1980 a 18.211 en 2007. En cambio aumentaron los trabajadores contratistas de 1.371 en 1989 a 26. 210 en 2007.

Gran minería del cobre

De CODELCO:

EL Teniente
Chuquicamata
El Salvador
Río Blanco
Radomiro Tomic

Privadas:

Mantos Blancos
Sur Andes
Minera Escondida
Michilla
Los Pelambres
El Tesoro
Cerro Colorado
Quebrada Blanca
La Candelaria
El Abra
Doña Inés de Collahuasi

El mejor homenaje a Allende

Al cumplirse los 50 años del Día de la Dignidad, la obra y figura del compañero Presidente se alza mostrando el camino para sus legítimos herederos.

Y como lo expresó, en “El Siglo”, del 1 al 7 de julio de 2011, la compañera Mireya Baltra, ex Ministra del Gobierno Popular:

“El mejor tributo para el presidente Salvador Allende es nuestro compromiso para que el cobre vuelva a ser el sueldo de Chile”.

En nombre del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER, saludamos fraternalmente a la Confederación de Trabajadores del Cobre, con motivo de celebrarse el 50 aniversario de la nacionalización de nuestro cobre y le deseamos éxitos en su ejemplar lucha.

(*) Historiador del Centro de Estudio Luis Emilio Recabarren, CEILER.

Conmemoración de los 50 años de la nacionalización del cobre

Participantes: Manuel Ahumada, Hugo Gutierrez e Iván Ljubetic.

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